.¸¸.*♡*.¸ [ᴄᴀᴩíᴛᴜʟᴏ 02] ¸.*♡*.¸¸

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Felix caminaba en la acera con la cabeza gacha pensando en el chico de cabello azabache, pensando en como podría estar aunque, claramente el imaginaba que estaba mejor que nunca porque era un ente millonario y conocido en Seúl.

A fin de cuentas aun lo quería.

La noche estrellada y la brisa acariciaban su rostro, el olor a lluvia como la tierra mojada haciendo que sorbiera su nariz que ahora estaba de un tono rojo carmesí por el frío.  Sus manos se posaron en el pequeño botón metálico del semáforo para poder cruzar la calle, jugando ansiosamente con sus manos no se había percatado de que alguien lo observaba, no hasta que cruzó la calle y se dio cuenta.

El se mantenía firme con el paraguas en la mano, su traje totalmente impecable y ese abrigo negro por encima además de notarle todo de manera fina, y felix que llevaba, un simple abrigo con un suéter y unos jeans.

Empezó a caminar rápido por las gotas pequeñas que caían, pasando al lado de la persona, olfateando un perfume y deleitándose con el.

No hasta que que la persona tomo a felix y lo guió a un pequeño techo donde no cayera agua, ahora que llovía a cántaros.

— Felix... — habló por fin, el nombrado subió su cabeza encontrándose con el, sus ojos se cristalizaron he intento huir pero el no lo dejo — Felix...

— ¡¿Felix es lo único que dirás Seo?! — grito y soltó bruscamente su mano — me voy.

Tomo nuevamente su muñeca, ahora apretando con mas fuerza atrayéndolo a el con paciencia y sin mas empezar a cortar la poco distancia que les quedaba.




  — ¡Felix despierta!— Grito Chan para que el menor despertase, pero Felix estaba llorando y golpeando al mayor por interrumpir su sueño o ¿Salvarlo? En cambio el mayor lo observo preocupante — ¿Estas bien?

— S-si no te preocupes — se levanto apresurado, chocando su cabeza con el maletero — ¡Auch! — chillo

— Calmate Lix, respira — Dijo Chan observando los comportamientos nerviosos del menor — Bueno, toma tus cosas que ya llegamos.

El menor accedió tomando sus cosas y bajando detrás de ellos en el avión, pasaron por los protocolos normales del aeropuerto y y siguieron hasta recoger sus maletas.

Felix jugaba con sus agujetas de sus zapatos, subió la mirada lentamente viendo a los dos mayores empalagosos.

— Me dan asco — Susurró el menor a lo que los mayores se rieron.

— Tu eras igual — hablo sereno Wojin observando  Como el menor ponía una mueca larga — Sabes que el te quiere y lo que hizo no fue por mal.

— Eso es lo que piensan ustedes — Se levanto tomando su maleta del transportador— ¿Nos Vamos?

— Si va...— Chan se callo haciendo que los dos presentes, Tomo a Woojin un Segundo susurrando algo que lo puso palido, nuevamente se acercaron al pecoso— Felix, tapa tus ojos.

— ¿Como? ¿porque?— se iba a voltear pero Woojin lo detuvo — ¿Que mierda les pasa? Pareciera que hayan visto un fantasma

— Felix me acompañas a buscar algo de comer, es que me siento algo mal — Excuso Woojin, sin esperar respuesta lo halo lejos de chan.

Chan corrió a donde estaba la razón del posible problema que estaba tranquilamente en aquella silla tomando una taza de café fino.

— Se me había olvidado que venias por nosotros — hablo chan con los nervios de punta. El nombrado lo miro confundido.

— ¿Hay algún problema? — pregunto a lo que chan asintió.

— El e...— lo interrumpió un pequeño  sonido, al voltear se vio a su esposo y al pelirosa que ahora tenia lágrimas en los ojos.

— Lo siento Channie, trate de alejarlo— hablo apenado Woojin.

El peliRosa solo estaba quieto sin mover ni un sólo musculo.

— ¿Ustedes sabían? — habló el pelirosa con la voz quebrada.

— Felix se nos  había olvidado, ya que pesamos que no nos  encontrariamos —hablo chan.

Felix Camino a paso nervioso a la sombre que solo lo veía a el desde que lo vio, solo se había fijado en el, tan callado viendo las facciones del menor. Felix se coloco justo en frente de el y con un horrible dolor en su pecho hablo.

— Hola Seo ChangBin — Saludo el pelirosa con la Miranda clavada en el piso.

— Felix yo...— lo interrumpió el menor.

— Sólo callate qujeres, no vine por ti vine...— ahora lo interrumpió el mayor.

— Para encontrar a tu madre, lo se— se acerco al menor para dejar un casto beso en su mejilla de la manera más suave posible, saboreando lo salado de sus lagrimas— ella esta en Mi casa, esperandote — el menor al escuchar eso se aparto se golpe.

— Me estas diciendo que tu tenias a Mi madre todo este tempo — el mayor nego.

— Yo la encontré para ti — No soporto un Segundo más y se lanzo a darle un abrazo al menor que extrañaba con locura.

Extrañaba con locura al amor de su Vida.

Pero el amor de su Vida se sentía dolido y asombrado.... ¿En verdad Seo había encontrado a su madre?

Enfermedades ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora