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                                                                      Narra Sam:
Ya habían pasado 2 semanas desde la reunión y el grupo estaba mejor que nunca, hacíamos todo juntos, hasta fuimos a acampar una noche al césped. Flavio y yo estábamos muy bien, pero no estábamos saliendo. No queríamos nada serio ya que nos íbamos a separar al final del verano y quien sabe si nos íbamos a ver más. Hugo y Eva estaban igual que nosotros. A veces me entraba el bajón porque los voy a echar mucho de menos a todos, especialmente a Flavio y a Anaju, que ya era una hermana para mi. Es que éramos todos una familia, nos tirábamos todo el día juntos y nos llevábamos súper bien, aunque siempre había peleillas por los comentarios de Jesús o choques entre dos personas. Esta noche había fiesta, pero no era en el mismo sitio que la otra, está era en un campo un poco alejado del camping. Hicimos lo de siempre, cenamos, nos fuimos a maquillarnos, vestirnos y peinarnos, pero esta vez cada uno en su cabaña ya que se nos había hecho tarde. Llegamos a la fiesta y había mucha gente porque del pueblo de al lado también habían venido grupos. Flavio se fue a por bebidas y se me acercó un chico.

-X: hola guapa.
-S: ¿Que quieres?
-X: me llamo Carlos, Carlos Right.
-S: ah, así que tú eres el famoso Carlos Right que se cree mucho.
-C: que mala imagen tienes de mi.
-S: tampoco es que me des razones para cambiar mi opinión.
-C: ¿Y tú cómo te llamas?
-S: ¿A ti que más te da?
-C: es que eres muy guapa.
-S: vale, no hace falta que me lo digas 40 veces, que ya me he enterado pesado.
-C: ¿Como que pesado?

Cada vez se acercaba más.

-S: lo que escuchas. Aléjate.
-C: venga, se que estás deseando probar estos labios.

Y de un momento a otro me besó. Yo intenté apartarme pero no podía. Era demasiado fuerte.
Cuando ya acabó de besarme me separé corriendo de él y vi a Flavio salir corriendo. Salí detrás suya, esto no me podía estar pasando.

-S: Flavio, espérate.
-F: Samantha vete.
-S: Flavio déjame que te lo explique.
-F: ahora mismo no quiero hablar contigo.
-S: se lanzó él y no me pude separar, me estaba cogiendo.
-F: no me creo tus excusas.
-S: Flavio créeme por favor.
-F: necesito estar solo.

Y se marchó lo más rápido que pudo. Dejándome allí sola y abandonada en mitad de la nada sin saber adonde tirar.

A la fiesta no iba a volver a ir. Así que puse el gps para que me llevara al campamento y después de 10 minutos llegué a la cabaña. Di gracias a Dios de que no me fuese pasado nada. Me puse el pijama, me desmaquillé y me tumbé en la cama. Me puse música y empecé a llorar hasta quedarme dormida.

A las 11 me desperté con muchísima hambre, me dolían los ojos, la cabeza y el cuerpo en general. Me vestí, me peiné y bajé a desayunar. Estaba yo sola, nadie estaba despierto aún. Cogí una mesa de dos, aunque era solo una, rezando porque alguien se sentase a hablar conmigo. Pero no apareció nadie y tuve que desayunar sola. Fui a la cabaña, me puse ropa de deporte, me hice una coleta y me fui a la playa a correr. Me dolía todo el cuerpo, pero era la única manera de despejarme. Cuando ya estaba que no podía con mi vida volví a la cabaña, me duché, me volví a vestir y me fui al césped a escuchar música a la sombra. Noté una presencia detrás mía, pensaba que era Flavio, pero cuando me giré y vi a Anaju me desilusioné.

-A: oye, ¿donde te metiste ayer?
-S: Carlos Right me besó, Flavio lo vió y se fue corriendo, después de eso me volví a la cabaña.
-A: ¿Como que te besó?
-S: se me lanzó y no pude apartarlo porque me tenía cogida. Y ahora Flavio se piensa que le he puesto los cuernos.
-A: ¿Has intentado hablar con él?
-S: si, pero no ha querido.
-A: bueno, deja que pase un tiempo. Ya sabes lo que dicen, el tiempo lo arregla todo. Ahora coge tus cosas de la paya, ponte el bikini que nos vamos a pasar un día de chicas tu y yo.

Hice caso a Anaju y nos fuimos a la playa. Nos tiramos todo el día allí y al volver...

Solo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora