15

1.8K 63 2
                                    

                                                                     Narra Sam:
Estábamos Anaju y yo en mi habitación, aunque ya se había convertido en la de las dos porque Eva ya no dormía aquí, se iba con Anne y Anaju se quedaba conmigo, cuando tocaron a la puerta.

-S: pasa.
-F: ¿Puedo hablar un momento con Samantha?
-A: claro.

Anaju se levantó y se fue.

-S: hola, ¿necesitas algo?
-F: si, necesito hablar contigo.
-S: vale.
-F: mira Sam, yo no sé que nos ha pasado esta semana que nos hemos distanciado y yo no puedo seguir así, porque te quiero, te quiero mucho y no puedo dejar que te vayas así porque si. Yo no sé si sientes lo mismo, pero tenía que soltarlo.

Yo empecé a llorar y a soltar todo lo que llevaba esta semana aguantando. Todas las dudas se fueron y sentí como un peso se me quitaba de encima.

-F: no llores Sam.
-S: lo siento, llevaba mucho tiempo aguantando las lágrimas y las ganas de llorar. Flavio, yo también te quiero.

Nos vamos acercando lentamente, y acabamos besándonos.

Llega la noche y vamos al comedor a cenar, como siempre nos sentamos Anaju y yo solas, aunque hoy se nos une Flavio.

-A: anda que hoy me toca de sujetavelas.
-S: te voy a buscar un novio Anaju.
-A: eh no, a mi me dejas de novios que estoy muy bien sola.
-S: ya veremos, ya.

La cena pasa tranquila y en cuanto acabamos nos vamos al césped donde habíamos quedado con el grupo para la reunión. Cuando llegaron Anaju que era lo más parecido a una madre tomó las riendas de la situación.

-A: a ver, desde la fiesta nos hemos distanciado y no podemos seguir así el resto del verano. No se que ha pasado pero por favor necesitamos arreglarlo, o, ¿queréis seguir así?
-Todos los demás: no.
-A: ¿Alguien quiere hablar?
-H: yo me quiero disculpar con todos por lo que lié en la fiesta.
-A: no pasa nada Hugo. ¿Alguien más tiene algo que decir?
-Todos los demás: no.
-A: pues vamos a dejarnos de tonterías y hagamos que este verano sea el mejor de nuestra vida.

Trajeron la guitarra, los ukeleles y nos pusimos a cantar todos juntos, porque aunque llevábamos poco tiempo para mi ya eran como familia. Pero había una cosa que no había pensado y era que esto tarde o temprano se iba a acabar. En cuanto terminase el verano cada uno se iba para su ciudad. Ellos vivían todos en Barcelona, pero Eva y yo vivíamos en Valencia. Pero voy a dejarme de pensar en negativo y voy a vivir este verano como si fuese el último de mi vida.

Muchas gracias por todas las visualizaciones que está teniendo la novela. Espero que os esté gustando. Dejadme ideas para hacerlas. ❤️🍅

Solo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora