24

1.2K 50 0
                                    

Narra Eva:
-X: ¿Eva?
-E: ¡Flavio!

Fui corriendo a abrazarlo, lo había echado tanto de menos.

-F: te había echado de menos.
-E: y yo a ti.

De repente apareció una chica que parecía que estaba sacada de una revista, morena con ojos verdes que podían dejar a cualquiera mudo.

-X: ¿Quién es esta?
-F: es una vieja amiga.
-E: ¿y tú eres?
-X: Leticia, la novia de Flavio.

No, no, no, Samantha se va a poner súper mal cuando se lo cuente.

-F: buenos y, ¿estos años que tal?
-E: pues no han sido los mejores, ya te contaré.
-F: oye Leticia, ¿puedes dejarnos solos un momento?
-L: vale.

Le dió un beso y desapareció.

-F: no sé si sigues teniendo relación con Samantha o no, pero si tienes no le digas que nos hemos visto, tengo novia y estoy bien con ella, no quiero tener problemas, ¿vale?
-E: pero Flavio, en un momento u otro os tendréis que ver.
-F: haz lo que te he dicho, no quiero que tengáis problemas.

Y se fue. Me dejó rayada, yo no podía ocultar algo así a Samantha. ¿Y Hugo? ¿Y el grupo? ¿Estará aquí?. Lo más seguro es que no, y viendo como están las cosas prefiero no preguntarle a Flavio.
La mañana transcurrió normal, conocí a un chico llamado Rafa, me sonaba su cara pero no caía en quién era. Llegué a casa y allí estaba Samantha, me contó cómo le había ido el día y yo hice lo mismo pero omitiendo la parte de Flavio.
Ese día fuimos a tomar café a una cafetería que había en nuestra calle, cenamos y nos dormimos ya que estábamos muy cansadas.

Solo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora