Narra Flavio:
Era viernes y estábamos Hugo y yo en su casa ya que está noche nos íbamos de fiesta con casi todo el grupo, digo casi porque el grupo ya no es lo mismo sin Sam ni Eva. Las echo mucho de menos.
-H: vamos Flavio, alegra esa cara.
-F: pero es que la echo mucho de menos.
-H: y yo a Eva, pero solo son amores de verano. Tienes que pasar página.
-F: eso es imposible Hugo.
-H: no es imposible. Esta noche te quiero ver feliz con otra que no sea Sam.
-F: no creo que eso sea buena idea.
-H: bueno ya me contarás mañana.
Nos fuimos al sitio donde habíamos quedado. Allí ya estaban todos. Entramos a la discoteca y nos sentamos en la barra. Al cabo de un rato nos pusimos a bailar y a mi se me acercó una chica. Se parecía muchísimo a Samantha y empezamos a bailar. No se como pasó que acabamos en un callejón liándonos. No era consciente de lo que estaba haciendo. Me imaginé que era Samantha, pero era imposible. Empecé a llorar y me tuve que ir corriendo de allí. Llegué a mi casa, ya que no estaba muy lejos, me tumbé en la cama y llorando me quedé dormido.
Me desperté con los ojos hinchados y dolor en la cabeza. Pero no por el alcohol, sino por la pesadilla que había tenido. Soñaba que Samantha nos veía a mi y a esa chica liándonos en aquel callejón oscuro. Ahí me di cuenta que estaba enamorado de ella.
