Capitulo 5

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Cuando terminaron de bañarse kagome lo ayudo a salir de las aguas termales y lo sentó en una roca cercana ayudándolo a secarse el pelo. Sesshomaru solo se encorvo un poco disfrutando de su tratamiento, y escuchando ligeramente la extraña canción que kagome cantaba

"te traje ropa, ¿puedes cambiarte?"

Dándole un vistazo asintió y tomo la ropa ofrecida con una mano temblorosa. Sonriendo al ver que lograba cambiarse solo saco su propia ropa y se cambió rápidamente antes de secarse el cabello. Con rapidez se cepillo su cabello y luego miro a yuu, su cabello era un desastre, aunque lo tuviera corto

Se acerco a el y sin preguntar empezó a cepillar su cabello suavemente y palmear su cabella con alegría cuando termino

"¿estas listo? Es hora de irnos"

Con un asentimiento se levantó con ligera dificultad, pudo ver que kagome dio un paso hacia él, pero al final se detuvo y lo observo con preocupación. Parecía ser que ella estaba dejando que hiciera las cosas el solo sin su ayuda, pero por alguna razón eso lo hizo sentir molesto

Viendo que se había levantado por si mismo kagome no pudo hacer nada mas que sentirse orgullosa por su recuperación. Alegre se acercó a él y empezó a caminar a su lado cuidando que no fuera a caerse

"te hare algo con carne para cenar, se que debes de extrañarla"

Sesshomaru solo pudo estar de acuerdo en sus pensamientos, los últimos días había estado comiendo gachas de arroz, verduras y sopas con un poco de pollo. La carne seria bienvenida

El camino de regreso a la casa de kagome fue un poco más rápido ya que estaba empezando a oscurecer y kagome no deseaba perderse con sesshomaru en el bosque, después de todo el aun no estaba en una buena condición y estar una noche en el bosque seria fatal para el

Cuando llegaron a casa ya había oscurecido totalmente aliviando a kagome. Miro de reojo a yuu y lo ayudo un poco a llegar a la habitación y como si fuera costumbre lo arropo una vez que se había acostado en la cama

"iré hacer la cena, espera un poco"

Sin esperar su respuesta se apresuro a la cocina y empezó a trabajar rápidamente, estaba segura que el estaba hambriento. Cuando el empezó a comer cosas sólidas, se dio cuenta rápidamente que el comía mucho, al menos tres veces lo que ella comía, era sorprendente

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Sesshomaru la vio irse y dejo caer su peso sobre la cama con cansancio, su cuerpo aun no estaba completamente recuperado y eso lo irritaba. Alzando sus manos frente a su rostro, mientras abría y cerraba sus dedos un par de veces tratando de hacer algo de fuerza, pero no fue suficiente, sus manos aun temblaban un poco

Necesitaba recuperar más peso y entonces podría irse de ese lugar. Con un suspiro cerro los ojos analizando su plan. En cuanto se fuera de ese lugar tendría que buscar un lugar seguro y apartado para entrenar y recuperar su fuerza. Una vez que llegara a la capital se adentraría entre las sombras y entraría al palacio por las rutas subterráneas escondidas que solo él conocía

Primero asesinaría a la perra traidora que se suponía era su prometida, y luego se encargaría de humillar y asesinar públicamente a la rata traicionera que tenia por hermano. Sus pensamientos oscuros y alegres fueron interrumpidos por los suaves pasos de la mujer que lo cuidaba

"aquí está la comida, lamento haberte hecho esperar"

Kagome llego con dos platos en sus manos y puso uno sobre su regazo dándole una sonrisa orgullosa

"hice curry, espero te guste, es algo de mi país"

Dándole un suave vistazo bajo la vista para ver su plato de comida, olía apetitoso, así que sin dudar empezó a comer odiando ligeramente el hecho de que su mano aun temblaba un poco. Sus platillos, aunque eran sencillos sabían mejor que los platos que le servían en el palacio, era algo curioso

"mañana iré a vender al mercado, ¿deseas que te traiga algo?"

Al escucharla alzo la vista y negó con la cabeza. Cuando ella asintió aceptando su respuesta aparto la vista de el y miro su plato, así que se tomo un poco de tiempo para mirarla. Había algo que lo había estado molestando hace días

Recordaba vagamente que cuando ella lo compro, ella le dio al vendedor de esclavos un collar. Por alguna razón eso lo había estado molestando. Haciendo una mueca casi imperceptible alzo una mano y toco ligeramente su hombro atrayendo su atención

"¿Qué pasa? ¿quieres agua?"

Negando con la cabeza señaló su cuello y ella bajo la vista para ver donde apuntaba haciendo que alzara una ceja

"¿mi cuello?" cuando el negó con la cabeza y volvió a apuntar su cuello, se puso a pensar "mm, tal vez ¿collar?" Viendo que el había asentido inmediatamente kagome sonrió un poco nostálgica "bueno, solía tener un collar que mi madre medio, pero lo perdí un día"

Sesshomaru solo pudo asentir con cara neutra reconociendo inmediatamente su mentira. Aunque su visión había sido borrosa, aun había escuchado todo perfectamente. Claramente le había dado sus únicas monedas de cobre y su collar para poder comprarlo

Suspirando ante sus palabras siguió comiendo en silencio antes de que kagome lo mirara con una pequeña mueca que atrajo su atención

"¿puedo contarte un secreto?"

Parpadeando asintió mientras dejaba de comer y le prestaba toda su atención. La expresión de kagome se relajo y le dio una sonrisa brillante

"mi nombre completo es kagome higurashi" el mantuvo su cara el blanco al escucharla "me siento aliviada al habértelo dicho, lo siento por decírtelo hasta ahora"

Sonriendo con expresión alegre recogió los platos vacíos y salió de la habitación dejando aun sesshomaru anonado atrás. ¿tenia acaso idea lo que ella había revelado?

Solo las familias nobles llevaban un apellido, pero el apellido de kagome no lo había escuchado por alguna razón. ¿era de una casa caída? ¿o talvez era algo común de su país el tener un apellido?

En el país de sesshomaru era algo inaudito que la gente común tuviera un apellido, así que el que un aldeano tuviera un apellido significaba que era un hijo bastardo de algún noble. Así que el que ella le haya revelado que tenia un apellido era algo sorprendente para el

Suspirando un poco sintió un ligero calor extenderse por su pecho. Estaba complacido al saber que ella confiaba lo suficiente en el como para revelarle un gran secreto


El emperadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora