Claro, siempre hemos sido amigos, desde niños, ambos eramos muy inteligentes y avanzabamos muy rápido la escuela, pero yo empecé a sobresalir, más que ella, y ahora, a mi corta edad de 14 años estoy en la Universidad, no me quejo, es bueno.
Pero au...
- ¿A que te refieres con qué somos? Somos amigos ¿No?- Dijo nervioso el pelinegro.
- Hiro... Estoy más que consciente de que eso no es lo único que sientes por mí.- Respondió suavemente la pelinegra.
- Yo... No sé de que me estás hablando.- Intentó negar el pelinegro, mientras intentaba apartar los brazos de su amiga de su cuello.
Pero ella no lo soltó, en cambió se aferró más a él y plantó un suave beso en los labios de su contrario. Él no supo como reaccionar.
- Te recuerdo que fuiste tú quién me pidió ser tu novia antes de irme a Costa Rica.- Le reprendió la pelinegra.
- Bueno...
- Entonces, te repito mi pregunta ¿Que somos?- Preguntó nuevamente la pelinegra.
- Somos... Personas.- Dijo bromeando el pelinegro.
- Hablo en serio, Hiro.- Dijo seria la pelinegra.
- Bueno, bueno.- Aceptó el pelinegro.- La verdad no sé que somos, nos gustamos pero solo somos amigos.
- Eso podría cambiar ¿No crees?- Preguntó la pelinegra.
- No estoy seguro ¿Que pasará si rompemos? Te perdería.- Respondió apenado el pelinegro.
- Si tanto te aterra perderme, eso no pasará, Hiro.- Intento tranquilizarle la pelinegra.
Un teléfono sonó, era el del pelinegro, Wasabi lo estaba llamando.
- ¿Si?- Contestó el pelinegro.
- Hiro, Momakase huyó de prisión y está intentando robar un restaurante, vamos para tu casa, ten los trajes listos.- Le avisó el de tez oscura.
- Claro, aquí los espero.- Dijo el pelinegro.
- No sabemos donde esta _____ ¿Está contigo?- Preguntó el de tez oscura.
- Si, está conmigo.- Respondió el pelinegro.
- Genial, entonces los vemos en un momento.- Dijo el de tez oscura antes de colgar.
Llegaron todos y se pusieron rápidamente sus trajes, y volvieron a salir rápidamente hacia el restaurante que Momakase estaba asaltando.
Hubo una lucha muy normal, lo de todos los días para estos héroes, al final, gracias a la colaboración de _____, lograron detener a Momakase y enviarla de nuevo a prisión.
- ¡Muy bien chicos!- Celebró la rubia.
Todos chocaron los puños, excepto _____ y Hiro, ellos se abrazaron.
- Que lindos los tórtolos ¿No?- Dijo la pelinegra de mechón violeta.
- ¿Ya son pareja, chicos?- Preguntó la rubia.
Ambos pelinegro negaron enérgicamente.
Pero fueron interrumpidos por una chica morena con coleta, se trataba de Karmi, traía una carta en sus manos, parecía una carta de amor.
Se acercó enérgicamente a los héroes y le tendió la carta al pelinegro.
- Tómala.- Dijo sin más la morena.
- ¿Disculpa?- Preguntó el pelinegro.
- Tómala.- Reiteró la morena con una ligera molestia.
El pelinegro recibió la carta.
- ¿Que es esto?- Preguntó confundido el pelinegro.
- Es una carta de amor, bobito.- Respondió dulcemente la morena.
La pelinegra ardía de celos, no le gustaba que esa morena le hablara así a su amado, aunque no fuera más que su amigo. Pero no quiso interferir.
El pelinegro abrió el sobre y se sonrojó al leer el contenido.
- Tú eres mi héroe, como esa vez que ustedes me salvaron de aquella isla.- Dijo la morena mientras abrazaba al pelinegro, este se sentía ligeramente incómodo, pero la abrazó de vuelta.
La pelinegra miraba la escena, literalmente estaba matando a la morena con la mirada, no quiso ver más y se fue sin dar mayor explicación, caminó a la casa del pelinegro, dejó su traje allí y se fue a su casa. Subió al tejado a mirar el atardecer, ya se haría de noche, una lágrima rebelde salió de uno de sus oscuros ojos.
- ¿Acaso ya no me quieres?- Preguntó al aire.
Empezó a cantar para aliviarse, se sentía abandonada.
La pelinegra suspiró.
- Creo que soy muy dramática.- Admitió la pelinegra.
Escuchó unos aplausos que parecían venir de la calle, bajó la mirada y se encontró con una mirada esmeralda.
- Cantas genial, chica.- Le felicitó.
Era un chico de cabello castaño y ojos verdes, algo moreno, y la verdad, muy guapo.
- Me llamo Satori ¿Cuál es tu nombre?- Preguntó amablemente el castaño.
- Mi nombre es ______.- Respondió la pelinegra mientras saltaba del tejado y caía en un trampolin que había en su patio.
- ¿Estás bien?- Gritó el castaño al verla caer hacia la parte trasera de la casa.
- Sip, estoy perfectamente.- Afirmó la pelinegra caminando hacia el castaño.
- Oye, yo te he visto, eres la popular niña prodigio de la escuela Keler.- Dijo el castaño.
- Si, esa soy yo.- Afirmó la pelinegra apenada.
- Estás en la clase K-7 ¿No?- Preguntó el castaño.
- Si ¿Y tú en que clase estás?- Preguntó la pelinegra.
- J-5, estoy un año por debajo de ti para ser un año mayor que tú.- Respondió amablemente el castaño.
- Lo que tiene ser una prodigio.- Dijo apenada la pelinegra.
Ya estaba oscuro, y el pelinegro corría por las calles cercanas a la casa de su amiga, buscándola, para de una vez por todas ser sincero con sus sentimientos y abrirle su corazón a su amiga.
Pero cuando al fin la encontró, la vió riendo con aquel castaño, ella lo miró un momento, el pelinegro le sonrió pero el rostro de ella era serio al verlo, se despidió del castaño y entró a su casa sin siquiera saludar al pelinegro.
Unos minutos después, el pelinegro seguía allí, miraba a la pequeña ventana donde se miraba la luz que provenía de la habitación de la pelinegra, ella se asomó un momento y cerró las cortinas.
El celular del pelinegro vibró, era de su amiga.
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Unas lágrimas salieron de los ojos del pelinegro. Esos mensajes solo le daban a entender una cosa.
- La he perdido... . . . . . . . . . . . . Créditos a AJR por la canción utilizada.