𝓁𝑜𝓋𝑒 𝒸𝑜𝒸𝓀𝓉𝒶𝒾𝓁 ~ 𝓃𝑜𝓂𝒾𝓃 𝒻𝒶𝓃𝒻𝒾𝒸

I

Me llamo Na Jaemin, tengo 20 años, y estoy enamorado de mi mejor amigo.

Esa presentación sería la perfecta para la típica novela romántica, donde el chico se enamora de la chica, poco a poco son cada vez más cercanos, y finalmente ella se da cuenta de que le quiere y terminan juntos. Pero mi historia no es así.

Para empezar, mi mejor amigo y yo somos hombres. Y os puedo asegurar que estoy bien metido en la FriendZone. Lo he intentado todo.

Indirectas, citas, regalos... hasta me confesé directamente en una ocasión. Nada, sin resultado. Y no porque él no se haya dado cuenta, no. Él sabe que me gusta, pero eso no ha conseguido romper nuestra amistad. Nuestra amistad es tan fuerte que me ilusiona como a un tonto, todas las veces que hemos dormido juntos, lo bien que lo pasamos cuando quedamos solos nosotros dos, ser la única persona a la que abraza y da besos, aunque estos sean en la mejilla... Pero justo después la realidad me da un golpe. Eso somos, amigos, nada más.

Tal vez haya una cosa que no he intentado, pero eso duraría poco tiempo. Sólo hacía falta una pequeña búsqueda en internet. "Como hacer una poción de amor".

Los resultados que me salieron fueron extraños. Recetas comunes, pociones que parecían sacadas de un libro de fantasía, postres... hasta que, hurgando por los confines más profundos de Google, encontré: "Love Cocktail".

Tuve que traducir la página y leerla en un coreano mal escrito, ya que me negaba a leerlo en inglés, nunca se me había dado bien. Los ingredientes del cóctel no eran muy complicados de conseguir, era como cualquier bebida alcohólica normal, pero con un detalle que me pareció en ese momento tan extraño como romántico; flores de cerezo.

No pensaba que fuera a funcionar, era idiota, sí, pero tampoco tanto. Era sólo que estaba tan desesperado...

Cualquier cosa me hubiera servido. Si me hubiera llamado la atención cualquier otra página no me hubiera metido en todo este lío en el que me encuentro ahora. Pero en ese momento solamente quería una cosa, y haría lo que sea para conseguirlo, como si tenía que ir a un parque a robar alguna flor de cerezo.

Lo tenía todo pensado. Esa misma noche habíamos quedado los dos solos para ir de fiesta, y me tomó poco tiempo encontrar los ingredientes necesarios. No habría problema al entrar al sitio al que fuéramos, ya que no tenía que llevar ninguna bebida. Podría pedirla antes y simplemente añadir los ingredientes convertidos en polvo anteriormente cuando no se diera cuenta, sólo esperaba que de esa forma también funcionase.

Sí, tal vez estaba un poquito esperanzado de que lo hiciese, aunque fuera evidente que no lo iba a hacer.

A las 10 de la noche alguien llamó a mi puerta, asustándome mientras guardaba todo en un bolsillo. Debía ser Renjun. Ese era el nombre de mi amigo, el mismo del que yo estaba enamorado.

—¿Por qué hueles a flores? No me digas que te has puesto perfume.— Recuerdo que me dijo al entrar en mi casa. Lo recuerdo porque en ese momento me hizo entrar en pánico, casi me descubre. Yo nunca usaba colonia.

—¿Te gusta?—Le pregunté yo adelantándome a que sospechara algo, pero mis propias palabras me hicieron sonrojar. Él se rio y asintió, yo suspiré. Siempre terminaba pareciendo un imbécil sonrojado delante de él.

—Bueno, vamos, tengo el coche fuera.—Su coche, eso era algo que me encantaba tanto de él...

Sí, me parecía atractivo que tuviera coche. No sé, ninguno de nuestros otros amigos tenía, y siempre era él quien nos terminaba llevando a todas partes. Además de que era un coche bastante caro, y le quedaba tan bien conducirlo cuando se vestía para salir...