VIII

679 101 19
                                    

A la mañana siguiente, busqué el libro entre todas las cosas que había dejado tiradas nada más entrar en casa. Por un momento, pensé que ya lo había perdido, pero por suerte fui capaz de encontrarlo después de un buen rato.

¿Decidí dedicar mi mañana libre a investigar sobre como abolir los efectos de una poción para ayudar a Jeno? Efectivamente.

¿Era mi responsabilidad porque fue todo mi culpa y sería una persona horrible si no lo hiciera? Pues también.

¿Si no estuviera haciendo esto, estaría jugando videojuegos? Lo habéis adivinado.

Después de una hora leyendo y releyendo el libro, había dejado de ser gracioso. Allí no ponía nada que me interesase. Explicaba lo que era una poción para influir en los sentimientos de los demás, ponía los ingredientes más típicos, explicaba la función de cada uno, ponía algún ejemplo, entre ellos alguna poción para enamorar a alguien...

Pero nada sobre pociones de desamor o remedios. Ninguna explicación sobre como quitar sus efectos en una persona o reducirlos al menos. Eso sí, había pociones para hacer que alguien te odie. Llegó un momento de la mañana que hasta la tuve como opción, pero pronto me di cuenta de que era una mala idea.

Comí solo, un poco triste, pero cierto. De algún modo me gustaba volver a pasar un poco de tiempo solo después de tantos días de estrés y tener que interactuar con otras personas escondiendo mi preocupación esos días, y estando solo en mi casa podía relajarme un poco, aunque tampoco demasiado. Seguía preocupado por el tema de Jeno y la poción.

Después de comer, tenía que elegir ropa para ir a casa de Chenle. No sabía muy bien por qué motivo, pero me apetecía ir arreglado. Busqué en mi armario ropa que pudiera combinar bien, y rápidamente encontré algo que me gustaba. Me había quedado sin cosas que hacer otra vez.

Estaba aburrido. Aburrido y preocupado. No me apetecía demasiado hacer nada. Por apetecer, no me apetecía ni ir a casa de Chenle con todos.

No quería jugar videojuegos, ni tampoco empezar de nuevo a buscar información sobre pociones y magia. No quería hacer nada.

No sé muy bien cómo, ni a qué hora, pero me quedé dormido en mi sofá.

—¿¡Jaemin?!—Escuchaba una voz llamarme en la lejanía, junto a una especie de timbre sonando.— ¿Estás en casa?—Preguntó la voz. Tuvo que esperar unos segundos a que me despertara del todo para que me diera cuenta de que Jeno estaba en la puerta de mi casa llamándome.

—¡Sí, ya voy!—Grité y fui corriendo a la puerta, al abrirla, el chico me miró y rio levemente. Yo, confundido, me miré y me percaté del lujoso pijama de unicornios rosas que llevaba puesto en ese momento.—Perdona, estaba durmiendo y no escuchaba la puerta... ¿Qué hora es?—Pregunté alejándome para que entrara en mi casa.

—Casi las ocho, venía a llevarte a casa de Chenle.—Me dijo, aunque ya me lo imaginaba. Al menos no era tan tarde.

—Pues un segundo, me visto y vamos. Puedes sentarte en el sofá o hacer lo que quieras, no tardo.—El chico asintió y me fui a mi habitación para ponerme la ropa que había preparado. Al terminar, salí del cuarto y lo encontré mirando algo en una estantería. Me acerqué para ver que se trataba de una foto de Renjun y yo.

A su lado, había otra con Jisung, e incluso los tres juntos, también una con mi familia, pero la que Jeno estaba viendo era con Renjun. Eso me dejó una sensación extraña, incómoda.

—¿Vamos?—Preguntó el chico, dejando la fotografía donde estaba, y sonriéndome. Yo asentí y salimos del apartamento. Fuera, estaba su moto esperando. No me encantaba la idea de ir en moto de nuevo, pero tuve que aceptarla y subirme con él.—Estás muy guapo hoy, seguro que Renjun no puede evitar fijarse en ti.— Me dijo mientras arrancaba, tal vez para distraerme del movimiento repentino del vehículo, pero de todas formas me tomaron por sorpresa sus palabras.

𝓁𝑜𝓋𝑒 𝒸𝑜𝒸𝓀𝓉𝒶𝒾𝓁 ~ 𝓃𝑜𝓂𝒾𝓃 𝒻𝒶𝓃𝒻𝒾𝒸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora