Todo encajaba: Lucía era una mala persona y odiaba su trabajo. Deseaba ser libre con toda su alma.... Eso dijo Emma, pero... ¿Cómo es que robando el títere sería libre?
O sea, quizás al descubrir que Lucía le robo eso, la Sra. Waylas la despediría, pero entonces se hubiera entregado antes...
Mariana estaba segura de que su amiga sabía más que ella sobre el tema, pero... ¿Cuánto más?
Igual, debían ir a amenazar a Lucía, así que fueron en búsqueda de ella.
La encontraron limpiando las escaleras, con cara de aburrimiento. Al ver venir a Mariana, dejo de limpiar y las miró.
- Hola mocosas... ¿Qué desean? ¿Hacerme preguntas hasta morir?
- No, porque ya sabemos que hiciste algo que va a hacer enojar a tu jefa – Dijo Emma con cara de "Ya lo sé todo".
- No le digan, por favor.... – Dijo con cara de súplica y poniéndose de rodillas – .Sé que no debí... Es más, vengan que se los muestro
Emma y Mariana se miraron asombradas... ¿Por qué Lucía les iba a mostrar al títere? Era algo menor y sin importancia.
Estaban a punto de decírselo a Lucía, pero esta ya estaba saliendo de la mansión e iba directo a su auto, así que no podían hacer nada....
Fueron detrás de ella. Entonces, Lucía abrió el capot del auto y lo vieron...
Un vestido celeste con falda con efecto cascada se hallaba en ese capot.
- Sé que debía estar trabajando, pero me fui a comprarlo. No les dije en el interrogatorio porque me daba una vergüenza que hasta las uñas se me ponían rojas... - Dijo Lucía.
- ¿Tu hablabas de esto? – Dijo, entre una mezcla de indignación y sorpresa, Mariana
- ¿Y tú de que hablas?
- Nosotras... Nos hiciste creer que robaste al títere... ¿Sabes?
- ¿A esa cosa horrible? Nunca en mi vida lo hubiera hecho...
Emma y Mariana se miraron con tristeza... Eso solo demostraba que Mariana era la ladrona...
Cosa que OBVIAMENTE no era.
Como quien no quiere la cosa, se quedaron sin sospechosos, no habían estado ni cerca de la verdad, la madre de Mariana se quedó sin empleo y ahora Emma se quedaría encerrada de por vida.
Pero, como quien no quiere la cosa, también lograron tener una amistad (casi) sin inconvenientes (Y repito, casi).
Quizás el destino se dio cuenta de que juntas eran (demasiado) poderosas, y que era mejor esperar un poco de tiempo por ese poder.
Era triste pensar eso, dado que hacían un equipazo juntas, pero a veces es mejor tener a Merlín lejos de la varita.
Entonces, con la (secreta) esperanza de que algo bueno sucediera, se sentaron en las escaleras de afuera.
Lo gracioso de las cosas buenas es que pasan siempre luego de las peores, y quizás esa vez no fuera la excepción.
Quizás.
YOU ARE READING
EL MISTERIO DEL TÍTERE QUE ESTABA EN EL SÓTANO DE LA SRA. WAYLAS
General FictionLuego de que una tormenta derribe el trabajo de su madre, Mariana acompaña a su madre a su nuevo trabajo: Limpiar la mansión de la mujer más vieja del pueblo: La mansión de la Sra. Waylas. Ahí, la chica conoce a Emma, la nieta de la viejecita que vi...