Introducción

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Aquella tarde era como otras tardes de lluvia. El viento azotaba las caras de los vendedores de la feria y a las puertas que aun yacían abiertas.

Las madres llamaban a sus hijos, que jugaban afuera, a sus casas. En la radio se decía explícitamente que estaba por ponerse peor la tormenta. Los vendedores de frutas, verduras, antigüedades y otros objetos de ferias estaban cerrando a las 5:00 pm, lo que era extraño ya que solían quedarse hasta la media noche.

En una pequeña casa de madera pintada finamente de lila, una niña jugaba en su cuarto con vista a la calle. Con sus muñecas, la pequeña (Que debía tener aproximadamente unos 9 o 10 años) interpretaba una escena donde una joven perdía su chaleco y un hombre que bajaba de una caja de zapatos (Que estaba pintada como una limusina) iba a ayudarla.

Lo que estaba por pasar era que la joven se estaba dando por vencida y el chico iba a ofrecerle su saco cuando se terminó la escena prematuramente cayendo los protagonistas de las manos de la que organizaba ese momento. Un rayo plateado con chispas doradas dividió a la mitad el cielo y cayó directamente en un puesto que (por suerte) estaba vacío.

Tal escena hubiera perforado el corazón de cualquier menor, y Mariana no fue la excepción.... Pensad ver el puesto donde tu familia se ganaba el pan destruido por un cruel rayo caído desde el cielo....

La niña se levantó corriendo y fue a la cocina, donde su madre preparaba la cena para que, más tarde, solo tener que calentarla.

- ¡Madre! ¡Madre! ¡El negocio! ¡El negocio está en llamas!- Dijo Mariana

- Ya lo sé, no sé la razón, pero esta semana las ventas subieron maravillosamente – Comentó la madre de Mariana con una sonrisa

- ¿Ehhh? No, no hablo de eso... ¡ESTÁ, LITERALMENTE, EN LLAMAS!

La mujer se sorprendió. Le dijo a su hija que ni pensara en salir y luego fue al porche. Mariana no salió, pero su madre no dijo que no pudiera asomarse por la puerta.

Al mirar, Mariana observó como otro rayo destruyó el buzón, lo que heló la sangre de la chica. Su madre no se demoró mucho en darse cuenta de que Mariana estaba casi al lado suyo, así que empujo a su hija adentro.

- Madre, solo quiero mirar – Gimoteo Mariana.

- Eres mi única hija.... No puedo dejar que te pase algo.

- Ese discurso otra vez –Susurro la niña.

- ¿Qué dijiste?

- Que... Te preocupas mucho por mí y... Yo lo agradezco.... – Tras ese titubeo, se fue a su cuarto.

Esa tarde de tormenta dejo de ser normal... El resto del día, su madre se la paso caminando de un lado al otro y preocupándose por cualquier menor ruido. Se la pasaba susurrando: "Y ahora... ¿Dónde trabajaré? Este es un mundo difícil para una madre viuda como yo...." o "¿Y ahora como hago?".

Ni Mariana ni su madre lo sabían, pero así iniciaba uno de los misterios más grandes que el pequeño pueblo de Ades iba a tener.

EL MISTERIO DEL TÍTERE QUE ESTABA EN EL SÓTANO DE LA SRA. WAYLASWhere stories live. Discover now