Media hora desde que se dieron por vencidas, ya casi Mariana se marchaba.
-Ya que te estás por ir, ¿Dejas mi Coso-Mide-Suciedad en mi cuarto? – Le dijo Emma a Mariana
- Sip
- Déjalo en la puerta izquierda de mi armario, por favor
- Ok
Mariana se levantó y fue hacia la habitación de Emma, donde empezó esa genial aventura.
Esos recuerdos quedarían por siempre en la memoria de Mariana, dado que eran los recuerdos más preciosos que tendría en su vida.
Lentamente, caminó al cuarto.
Al llegar, abrió lentamente la puerta. Luego, entró.
Tenía que ir al armario y abrir la puerta izquierda... No, derecha... ¿O izquierda? No, Mariana estaba casi segura de que era la puerta derecha.
La abrió.
Y, entonces, algo cayó en sus pies.
Algo con forma humana.
Como un niño chico en tamaño bebé.
Era....
- Mr. Cloclos – Dijo en un hilo de voz Mariana.
Se arrodilló y agarro al muñeco como un bebé.
El (terrorífico) títere había estado en el armario de Emma todo este tiempo...
'Debo avisarle YA a Emma que alguien la intentó incriminar' pensó Mariana....Pero.... ¿No fue la misma Emma que pidió que se pusiera ese coso cuyo nombre no recuerdo y no quiero recordar en la puerta izquierda y no en la derecha?
Claro, esa pista era fundamental cuando la propia Mariana recordó que en realidad debía dejar ese coso en la puerta izquierda.
O sea... Emma fue la ladrona todo este tiempo.
Mariana no lo podía creer... Todo ese día y... Su ayudante era la ladrona.
Era la hora de saber que pasó.
- ¡Mariana! Te demoraste un buen tiempo.... – Dijo Emma con una sonrisa tras ver a su amiga llegar con una bolsa negra.
- Si, porque avance en el caso... - Mariana hizo una pausa y sacó de la bolsa negra al títere. La cara de Emma borró su sonrisa y era muy divertida de ver: Primero fue roja, luego fue amarilla, luego verde (Y tanto que vomitó) y luego blanca como el papel. - ¡Alguien plantó esto en tu cuarto para hacerte ver como la ladrona!
- ¡Si, alguien lo puso en la puerta derecha de mi armario!
- Yo nunca dije donde lo encontré... Curioso, ¿Verdad?
Emma no lo pudo creer. No podía creer que descubrieran su pequeño secreto.
- Mariana, te juro que lo iba a devolver... Lo iba a dejar en el sótano para que pareciera solo un despiste y....
- ¿Sabes en los problemas que me metiste? – Dijo con lágrimas en los ojos Mariana
- Te lo puedo explicar...
- ¡TE ESTOY ESPERANDO!
- Bueno... - Emma se acomodó en el escalón y luego volvió a mirar a Mariana - .Todo empezó cuando mi abuela nació. Nació en una casa donde, en su sótano, había un títere de madera.... Ese títere estaba en una caja de cristal y, cuando mi abuela nació, el títere despertó y le dio a mi abuela el don de la eternidad.... A cambio de eso, ella empezaría a verse vieja a partir de los 100 años, y si el salía de la caja de cristal ella empezaría a verse como de verdad debería verse. Ella se llevó ese títere a su casa nueva, y ahí lo cuidó... Yo pensé que si ella enfermaba sería más buena conmigo.... Pero no pensé que ella llegara a ser tan malo dejar al títere fuera de su caja....
- Bues... Debes decirle a tu abuela YA
- Y lo haré
Podría contar detalles absurdos de como ambas fueron al hospital, le contaron a la Sra. Waylas la verdad, pero no es mucho, dado que la viejita apenas podía contestar.
También los puedo aburrir con cómo fueron a dejar el títere a la caja, y como Emma le explicó a su amiga que en unas horas la Sra. Waylas volvería a la normalidad, pero lo que pasó luego si es interesante.
- Bueno... Supongo que estaré encerrada en mi cuarto hasta el inicio de años escolares... Ya sabes, como castigo... Me gustaría que mi amiga (si todavía lo quiere seguir siendo) me acompañe a ver las pinturas por última vez hasta el inicio de año escolar.
- Verás, yo (que si quiero seguir siendo tu amiga) amaría acompañarte a ver las pinturas.
Y así fue como las dos caminaron por los pasillos...
NO, NO TERMINA AQUÍ.
Ya casi estando por terminar el recorrido, había una pintura de una niña rubia de ojos verdes y muy pequeña, con vestido amarillo. Parecía Emma.
Abajo, había una placa que decía "ROMINA EMMA POCKET, HIJA DE LA SRA. WAYLAS".
- ¿Te llamas Emma por tu madre?
- Sí....
- Me da pena lo de tu madre... ¿Sabes?
- TÚ me das pena....
- ¿Que? ¿Porque? Emma... Emma, dime... ¿Porque yo te doy pena.
- ¡Porque soy una amiga terrible!
- No seas tan dura contigo, comprendo lo que hiciste, y...
- No, no es eso... Es que.... Te mentí todo este tiempo...
- ¿Es esto un sueño? ¡Oh, rayos! ¿Y como despierto?
- No, no... En realidad, no soy la nieta de la Sra. Waylas
- ¿Eres adoptada? No hay problema... Una niña de mi clase era adoptada y nadie le dijo nada malo....
- No... Soy....- Se hizo una pausa larga. Emma estaba sudando y Mariana tenía cara de "¿Que rayos pasa aquí?". Emma respiró hondo y, dudosa, dijo: - Su hija
Se hizo un silencio inmenso. Nadie habló. Emma lloraba y Mariana quedo con cara pasmada.
- Oh, vaya, quiero decir tantas cosas... Pero Emma esta tan mal.... Debo ser buena con ella... ¡Esta sufriendo tanto! - Dijo a sus adentros Mariana
- ¿Por eso la Sra. Waylas te llama como a Romina? ¿Por eso sabes lo del reloj? ¿Por eso... Estas encerrada? - Dijo titubeante Mariana
- Sí. Mi madre no quería que nadie supiera del poder, y por eso no me dejaría salir hasta los 100 años, que es cuando me vería como una vieja... Yo tengo 80 años...
- ¡Que dices! Rayos, pareces de 10 años...
- No le dirás a nadie, ¿Verdad?
- No, tranquila.
Ambas se abrazaron y caminaron hasta la puerta del cuarto de Emma.
Bien, ya casi terminamos, solo un capítulo más... ¡Que les guste!
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EL MISTERIO DEL TÍTERE QUE ESTABA EN EL SÓTANO DE LA SRA. WAYLAS
Ficción GeneralLuego de que una tormenta derribe el trabajo de su madre, Mariana acompaña a su madre a su nuevo trabajo: Limpiar la mansión de la mujer más vieja del pueblo: La mansión de la Sra. Waylas. Ahí, la chica conoce a Emma, la nieta de la viejecita que vi...