Ya había pasado una semana desde que el puesto murió en tormenta. A base de dinero que los vecinos le daban a la madre de Mariana, pudieron pasar una semana como si el puesto estuviera, pero la madre detestaba aceptar el dinero, porque era como si fuera una víctima, así que decidió buscar un empleo y así trabajar. Todos los días, la Sra. Menzeis (Apellido de la familia) salía a una entrevista, siempre en un lugar diferente. El primer día, fue por el puesto de limpiadora en el hospital.... La entrevista falló en que le felicitó a la que la entrevistaba porque estaba embarazada... Pero más bien estaba con un poco de sobrepeso. La siguiente entrevista no mejoro mucho: Fue a "La casa de Vito", una casa de comidas muy exitosa. A la Sra. Menzeis le venía genial: Una amiga suya era la sub chef, los horarios eran muy flexibles y le pagaban muy bien.... Aparte, era muy buena como moza... El error fue que, en la entrevista, debía llevar unas copas con vino a algunos clientes, para ver su trato con la gente y si era de buen equilibrio.... Todo salía bien hasta que fue a una mesa donde el hombre le dijo "Este no fue el vino que pedí, vaca". La Sra. Menzeis se enojó tanto que le tiró la copa de vino a su traje blanco.... Y ese hombre era el dueño de "La casa de Vito". Luego no le fue muy bien ni en la escuela, ni en la tienda de radios... La historia de la tienda de radios hasta vergüenza ajena da, pero estaría de más contarla.
La Sra. Menzeis ya se estaba a punto de darse por vencida cuando encontró un cartel de "Se busca empleada doméstica"; la dirección era la mansión más vieja de Ades, La mansión de seda. Esa mansión tenía 103 años y seguía viviendo en ella su primera dueña. La Sra. Menzeis estaba segura de que iba a tener el puesto.
***
Llegado el día de entrevista, Wendy (La madre de Mariana se llama Wendy) estaba segura de que ese trabajo iba a ser suyo. A la entrevista estaba por llevar su vestido más delicado y elegante, se aplano los rizos y se maquilló mucho. Al mirarse al espejo se dio cuenta que parecía más alguien que contrataría a una empleada que la empleada, por lo que se cambió: Se puso un vestido naranja sencillo y lleno de parches, su cara sin ningún cosmético y su pelo se lo tuvo que dejar como estaba. Miró el reloj y se dio cuenta de que ya casi era la hora de la entrevista... Por suerte la mansión estaba a una cuadra. Salió corriendo y, por suerte, llego 5 minutos antes.
Había chicas más jóvenes y con ropa más arreglada: Vestidos pomposos rosas, pelo decorado con finos lazos y piedras... ¡Oh, parecían que ellas buscaban una empleada!
Una por una, fueron llamadas por nombre, y cada vez que una salía, lo hacía llorando. Cuando fue el turno de Wendy, entro con aire confiado. Se sentó frente a la Sra. Waylas y empezó su entrevista.
- Señora Waylas, que lindo vestido lila, señora – Dijo Wendy
- Es horrible, ¿Verdad? Solo me lo pongo porque es cómodo, pero si no.... Oh, vaya....
- Por pura curiosidad.... ¿Qué pasó con Rosita?
- Grr.... Esa tonta no sabía limpiar bien.
- Es muy energética con las palabras para tener más de 103 años... - Dijo para sus adentros
- ¿Tiene antecedentes criminales?
- ¿Ehhh? No, señora, soy una chica buena...
- ¿Hijos?
- Una niña...
- ¡Tiene hijos! Oh, tienes solo 20 y algo y tienes una hija... ¿Tienes al menos esposo?
- Murió, señora.
- Eso no será fácil... ¡Dime que pasaría si se enfermara! No podrías venir porque no tienes un esposo que la cuide y debería cuidar esto yo sola....
- Yo....
- Pero.... ¿Ya ha trabajado como empleada?
- Si, cuando quede embarazada era empleada en una casa no muy lejos de aquí. No me despidieron, yo renuncie....
- Es la única de todas las que entreviste que dice eso.... Podrías llegar a ser la elegida.... Pero alagaste mi vestido horrible y tienes una hija... Apenas tienes oportunidades.... – Hizo una pausa y se quedó mirando a la madre -.Te espero...
- ¿Qué? Yo la espero.... Espero que me digas que me pueda ir....
- La mayoría de las chicas se ponen a llorar y es cuando les digo que se pueden ir....
- Espera, ¿Que? ¿Lo dice enserio? - Hizo una pausa para ver como la Sra. Waylas asentía y ponía los ojos en blanco-. Con todo respeto señora, pero yo.... - Lanzó un suspiro y puso cara de indeferencia-. Aprendí a no llorar cuando me quede con una hija, en esos momentos, pequeña, tras la muerte de mi esposo.... Mi puesto quedo destruido y no llore.... Perdí diez oportunidades de empleo y no lloré.... Al menos soy fuerte y al menos tengo dignidad.... Si su idea de ser buena jefa es manipular emocionalmente a la gente, no me importa, porque yo me controlo y me controlare.... Y así termina la entrevista, porque, a diferencia de todas esas otras, no me voy a ir llorando.
Un incómodo silencio se hizo en la sala. La Sra. Menzeis se levantó, hizo una pequeña reverencia y se fue caminando a la puerta de la habitación con una sonrisa en los labios; quizás no obtuvo el empleo, pero defendió su dignidad. Si podía demostrarle a una vieja malvada que solo ella podía controlarse a si misma, podía con todo lo demás en este mundo. Ya estaba por abrir la puerta cuando se frenó al escuchar un:
- ¡Espera! – La Sra. Waylas se levantó y Wendy giró sobre sus talones. - ¿Te atreves a hablarme así?
- Sí que me atrevo, Sra. Waylas.... –Wendy estaba por girarse hacia la puerta pero...
- Entonces, eres alguien respetable.... –Dijo la Sra. Waylas con voz cortada -.Y yo trabajo con gente respetable... Eres mi nueva empleada.
Wendy deseaba con toda su vida decir "Ya no sé si quiero" o "Su trato a la gente me hace desear que no" pero... Precisaba ese dinero o si no... ¿Qué pasaría con su vida? Así que respondió con un:
- Gracias, la veo mañana.... – Se dio la vuelta y se fue.
***
Al día siguiente, era sábado. Mariana no tenía con quien quedarse, así que fue con su madre al trabajo.
Al llegar a la mansión, un hombre alto se les acercó.
- ¿Usted es la nueva empgeada de la Sga. Waylas? – Dijo, con un acento francés el hombre
- Ah, usted debe ser Fransuá, el mayordomo francés de la Sra. Waylas... Soy Wendy y ella es mi hija, Mariana.
- Oh, a la Sga. Waylas no le va a gustag... La Sga. Waylas detesta a los niños que juegan y guíen sin cesag.... – Hizo una pausa y se giró a Mariana - ¿Tu juegas y guíes sin cesag?
- No creo ser una niña tan triste como para no, señor.
- No guías ni juegues, pogque si no es segugo que tu madge ya no tendgá empleo.
Mariana puso los ojos en blanco... Pensó que sería divertido ir a la mansión cuando su madre se lo propuso, pero solo podría estar sentada y sin reír por todo el día.
Luego de esta conversación, Mariana fue a pasear por el nuevo lugar de trabajo de su madre. Camino por todos los pasillos, entro a cada habitación, miro cada retrato y saludó a todo el mundo que estaba en la casa, y llego a una conclusión maravillosa que quizás nadie se había dado cuenta: Si así sería el sábado, ¡Como sería el verano!
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EL MISTERIO DEL TÍTERE QUE ESTABA EN EL SÓTANO DE LA SRA. WAYLAS
Ficción GeneralLuego de que una tormenta derribe el trabajo de su madre, Mariana acompaña a su madre a su nuevo trabajo: Limpiar la mansión de la mujer más vieja del pueblo: La mansión de la Sra. Waylas. Ahí, la chica conoce a Emma, la nieta de la viejecita que vi...