⚡ [05] ⚡

553 65 8
                                    

~*~*~


Manuel comenzaba a despertarse, la luz del sol era el causante de esto, se movió un poco dándose cuenta de que no se encontraba en su habitación, mucho menos en su cama.

Sino que estaba en un edificio abandonado, entre los brazos de un pibe aparentemente de su edad, quien dormía plácidamente con su cabeza apoyada en la suya. 

Desconcertado y nervioso, Vainstein trató de liberarse pero en uno de sus intentos por levantarse logró despertar al morocho, quien al verlo también despertó, le sonrió de manera cálida. 

-Buenos días. - saludó el morocho, soltando un poco el agarre en Manuel quien al ver esto no dudó en pararse de golpe. -Eu tranqui. No voy a lastimarte. 

-¿Q-quién s-sos? - pregunto Vainstein dando unos pasos hacia atrás. 

-El que te salvó la vida, evitando que te arrojaras desde el quinto piso. - contestó de manera un tanto irónica. -Que por cierto, tremendo susto que me distes. ¿En qué demonios estabas pensando al querer hacer eso? ¿Acaso no eras consciente del daño que podrías causarte? - le reprochó haciendo que el castaño bajara la cabeza. 

Genial. 
Hasta a un desconocido parecía importarle su bienestar. 

-Lo siento. - se disculpó de Manuel. -No fue mi intención asustarte. 

-Nah tranquilo. - dijo el morocho restándole importancia. -¿Cómo te llamas? - preguntó de imprevisto. 

-¿P-por qué debe-ería decírtelo? - dijo Manuel, frunciendo el ceño. -No te conozco. 

-Qué cortante que sos. - el morocho hizo un puchero. -Ni porque te salve el culo sos amable conmigo. ¿No crees que es lo menos que me merezco? 

Manuel lo recapacitó unos instantes, dándose cuenta de que el "extraño" tenía razón.

Y también de que no se estaba comportando de la mejor manera posible. 

-M-me llamo M-manuel, Manuel Vainstein. ¿Y vos? 

-Mateo Palacios. - respondió extendiendo su mano pero Manuel no quiso aceptarla. -¿Qué pasa? No voy a morderte. - dijo Mateo acercándose a Manuel. -¿Qué sucede? ¿Acaso sos huraño o arisco ? - pregunto. 

Arisco
Pensó Manuel recordando al sujeto de ayer que se metió a su cuarto, comenzando a tocarlo a la fuerza y que casi se sobrepasaba con el. 

Sin querer aquella palabra hizo que el castaño reaccionara de la peor manera. Su cuerpo comenzó a temblar de manera involuntaria, su respiración se volvió pesada como si hubiera corrido una larga maratón, sin olvidar unas terribles náuseas.

-¡Ey! Manuel ¿Estás bien? - pregunto preocupado Mateo.

Vainstein no le contestó, solo se alejó un poco para poder vomitar. Palacios angustiado se le acercó para tratar de calmarlo, dándole suaves palmadas en la espalda y unas cuantas palabras tranquilizadoras. Cuando pareció haber terminado, Mateo cargo a upa a Manuel quien no tenía nada de fuerzas para poner resistencia, llevándoselo a un lugar del edificio un poco más "agradable". 

|| Ángel : Trueplik : FINALIZADO : ✅  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora