|| Ángel : Trueplik : FINALIZADO : ✅ ||

⚡ [Epílogo] ⚡

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-Manuel. - una voz susurrante llamó a Vainstein desde la distancia. -Manuel. - dijo nuevamente, como si intentara despertar al castaño. -¡Manuel! - exclamó asustado, siendo suficiente para que el mencionado abriera los ojos, no reconociendo a la primera en dónde se encontraba.

-Mmmmh. - fue un ligero quejido que salió de la boca del menor, quien por alguna extraña razón no podía moverse.

-Gracias al cielo. - alguien dijo, sosteniendo entre sus brazos el cuerpo de Manuel, que se encontraba tirado en el suelo.

-¿D-dani? - Manuel se sorprendió, al ver que seguía vivo, y que sus amigos estaban junto a él.

-No nos volvas hacer esto de nuevo, por favor. - Valentín le pidió al contrario, escuchándose un poco molestó, pero aliviado porque todo parecía haber terminado. -No sabes la angustia y el miedo que nos causaste. - agregó, sin dejar de observar a Manuel.

-No es el momento indicado para quejas o reclamos. - Ribba dijo no queriendo exponer a más estrés al castaño. -Solo hay que irnos de aquí, porque estoy empezando a ponerme nervioso. - indicó, sintiendo una extraña vibra en el ambiente que le estaba causando muchos escalofríos. -Manuel, ¿te pones poner de pie?. - consultó, no recibiendo ninguna respuesta de parte del mencionado.

Quien parecía estar demasiado concentrado en entender qué demonios había pasado y del porqué aún seguían con vida. Cuando claramente había "muerto" para no dejar solo a Mateo, y que este pudiera descansar en paz de una vez por todas.

-Damelo a mi. - Oliva ordenó, sintiendo la misma incomodidad que su pareja, el cual no dudo en dejar que cargará a Vainstein, quien se aferró a su cuerpo con fuerza temiendo que el mayor lo dejara caer al suelo. -¿Por qué estás tan frío? - inquirió confuso, al darse cuenta de que el cuerpo del menor estaba muy helado, como si algo le hubiera arrebatado todo el calor corporal. -¿No vas a decir nada cierto? - cuestionó, empezando a desesperarse por no escuchar nada por parte de Manuel.

-Valentín deja de molestarlo. - Daniel lo reto molestó, aunque él también se sentía ansioso al ver cómo el otro no decía alguna otra palabra. -Mejor vámonos a la casa. - comentó, empujando a su novio para que caminará y así marcharse rápidamente de ahí.

La mente de Manuel parecía estar estancada, asustada y revuelta, como si todo lo que había ocurrido con Mateo no fuera nada más que un mero producto de su imaginación. Que todo lo que vio y escuchó no era cierto y que simplemente la desesperación por saber que Palacios ya no seguía con vida puso en juego todo su sistema nervioso, que lo hizo actuar de manera desesperada.

Bueno... eso era lo que Valentín y Daniel intentaban pensar, debido a que ellos habían llegado en el preciso momento en el que Manuel cayó inconsciente al suelo. Y que le tomó alrededor de más de quince minutos volver a despertar, siendo los quince minutos más aterradores que ambos pudieron tener alguna vez en toda su vida.

Manuel por su parte quería aferrarse a la idea de que todo fue real, y que Mateo al final se había arrepentido de llevarlo a la fuerza, concediéndole su deseo de irse y no molestarlo más a él y a la familia que aún le quedaba, pareciendo ser la última vez en toda su vida que volvería a ver al morocho...

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Pasaron alrededor de cinco meses desde que aquello pasó. Manuel no volvió a tocar el tema del rizado, pareciendo olvidarse de todo lo relacionado a él. Ribba y Oliva también se olvidaron de todos esos extraños incidentes que ocurrieron con el castaño, quien después de mucho tiempo sonreía de manera plena, disfrutando de cada día que la vida le regalaba.