Taehyung
Sábado... Mi fiel y querido amigo...~
Algunas veces podía exagerar un poco mi emoción por los sábados, sin embargo esta vez no era así. Después de todo lo que pasó ayer sólo quería verlo y estar con el, ya que sabría que eso llenaría de calma a mi corazón y por lo tanto; a mi.
El viernes después de dejar a Jimin a su casa, realmente no hice nada más que pensar en ese chico de tés pálida y cabello azabache, en lo raro que me parecía y en lo extraño que me sentí al verlo, por lo cual necesitaba más que nunca llegar a aquel lugar, causante de varias de mis sonrisas a lo largo de estos últimos meses.
Hice un desayuno bastante sencillo, que consistía de un par de tostadas, dos huevos revuelto y un té de rosas, por lo que pude terminarlo en tan sólo unos cuantos minutos. Y aunque la cocina no era mi fuerte he de decir que estuvo bastante bueno y me dió las energías que necesitaba.
¿Mis padres? Salian mucho de viaje, por lo que ya estaba más que acostumbrado a hacer varias cosas por mi cuenta, entre ellas lo básico, como lo era cocinar, lavar, limpiar y comprar.
También me encargaba de poner alarmas para despertarme a tiempo entre semana, y más importante en los sábados.
Tenia que estar ahí a las 10, por lo que solía levantarme a las 8 para no tener prisas y poder ducharme tranquilo.
Como ahora mismo.
Podia sentir las pequeñas gotas mojar cada centímetro de mi piel, mientras me encargaba de lavarme el cabello.
Al salir de la ducha enrolle una toalla alrededor de mí cintura y me di el tiempo para mirarme en el espejo. La verdad, no estaba mal, mi abdomen estaba plano, con algunos indicios de abdominales puesto que había empezado a hacer ejercicio el año pasado; debido a que sabía que unos días antes de mi presentación ganaría algo de peso y la idea no era muy de mi agrado.
Mis muslos se harían más rellenitos, mi cintura se haría un poco más estrecha y lo más importante... Mis caderas se ensancharian para en el futuro poder cargar con una hermosa nueva vida en mi vientre.
Eso era lo que más me emocionaba y deseaba en esta vida...
Sonrei, mientras me miraba en el espejo y tocaba mi vientre aún desnudo, aceptaría subir los kilos que fueran necesarios con tal de tener un bebé.
Me di una cachetada mental pues este no era el momento para pensar en eso, ahora mismo tenia algo más importante que hacer.
Salí del baño rápidamente y me dispuse a vestirme de la misma manera, con unos jeans, una camisa blanca sencilla y unos tennis negros para contrastar.
Tome mi celular y mis llaves, para después salir de la casa y tomar un taxi hacia el orfanato.
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El taxi me dejó justo enfrente de aquel edificio, que por fuera parecería una escuela de no ser por el cartel en la entrada que ponia "Orfanato Jung".
Los niños a estas horas se encontraban en el patio delantero del edificio por lo que en cuanto puse un pie dentro de aquel lugar unos pequeños bracitos rodearon rápidamente mi pierna.
–¡Pequeño!, ¡Que gusto me da verte!. –Acaricie su cabeza suavemente mientras lo miraba con una sonrisa.
–¡Tata!, ¡T-tambiel me da gushto velte! –Levanto un poco su cabecita, mirándome con esos enormes ojos miel y una tierna sonrisita formada en sus labios.
–Rei, era realmente una ternura– ¿Ya desayunaste pequeño?
–Ño... –Soltó mi pierna y alzó sus brazos para que lo cargará a lo cual, no pude negarme– ¡Qui-elo deshayunal contigo! –Hizo un puchero y puso sus manitas en mis mejillas.
–Bien, el bello príncipe será complacido...~ –Volvi a reír y me dirigí al comedor, mientras saludaba a algunas de las trabajadoras del lugar en el proceso.Era muy bien recibido siempre que iba a pasar tiempo con los niños, puesto que llevaba más de 2 años prestando ayuda con lo que fuera que se necesitará en el orfanato.
–¡TaeTae!, ¡Hola! –Saludo enérgicamente Hoseok en cuanto me vio entrar en el comedor. –Hola Hobi... –Le dedique una sonrisa mientras dejaba al pequeño Bae sentado en una de las mesas.
–Vienen a desayunar tarde... De nuevo. –Miro a Bae divertido con una ceja alzada.
–Lo shiento Hobi-Hyung... Esh que quelia d-deshayunar con Tata... –Miro a Hobi con un puchero y se encogió de hombros.
–Esta bien pequeño, pero para la próxima tienes que avisarme antes, ¿ok? –Vi como Bae reemplazo su puchero con una sonrisa para después asentir.
–Bien, entonces aguarden aquí... –Rio para despues entrar a la cocina.
–Fiu pequeño... Eso estuvo cerca... –Solte una risita al igual que el y me senté a su lado– Y dime... ¿Algo nuevo esta semana? –Lo mire curioso con una sonrisita en mis labios.
–Hmm... –Se quedó pensando unos segundos– ¡Shi!, el maltes comimos pashtel de chocolate por el cumpleanos de Hyo. –Sonrio tiernamente.
–Oh... Eso es genial pequeño, al parecer te divertiste. –Asintió varias veces aún sonriendo– Pero conozco a otro pequeño que cumple años pronto...~
–Una mueca de asombro se formó en su rostro y me miro.
–¿Shi?, ¿Quien?
–Es un secreto...~ –Baje un poco mi voz y puse un dedo encima de mis labios para indicar silencio.
–Vamosh! Dime! ¡No sheas malo! –Nuevamente hizo un puchero mientras jalaba un poco mi playera, a lo que simplemente negué divertido.
–Te lo diría pequeño... –Vi como Hoseok estaba saliendo de la cocina con su desayuno– Pero ya es hora de desayunar....~ –Solto mi playera y se cruzó de brazos, haciendolo ver el doble de adorable.
–Pero, ¿Que pasó aquí? –Pregunto Hobi después de mirar a Bae y dejar unos panqueques y leche enfrente de este.
–¡Tata tiene un shecleto! –Frunció ligeramente el ceño mientras miraba los panqueques.
–Woah...~ Que malo eres Tata...~ –Se sentó al otro lado de Bae y rio.
–Shi! –Dejo de cruzar los brazos para empezar a comer aún con el ceño fruncido.
–Sabias que si frunces mucho el ceño... ¿Dejas de ser lindo? -Sonrei divertido e inmediatamente despues de eso observe como dejó de fruncir el ceño.
–Yo shoy lindo... –Murmuro para despues continuar comiendo.Reí enternecido.
Este niño me mataría de ternura algún día...
Continuará...
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¡Tómame Enserio! Taekook - Omegaverse
FanfictionTan solo unos pocos segundos y todos mis problemas se resolverían. Sería un hermoso Omega y todas mis dudas desaparecerían... Al marcar la media noche, empecé a sentir como la sangre se dirigía con rapidez hacia mi estómago para después sentir como...