Una pequeña niña de largas coletas y vestido azul corría a través de un largo pasillo seguida de un lanudo conejo blanco.
Detuvo sus pasos frente a una gran puerta de madera caoba, la abrió con cierta dificultad y entro sin anunciarse siqueira.
- Ha llegado un nuevo deseo, Ozaki- sama.
Un sillón giro 180° y permitió visualizar a una bella mujer de cabello rosado, vestida con un tradicional kimono japonés.
- Oh Kyouka-chan~ de que se trata esta vez?
La pequeña se acercó aún más y tomando con ambas manos el conejito que la acompañaba, se lo entrego a la bella mujer.
Está lo poso en su regazo y vio a través de los ojos negros del conejo al protagonista del deseo solicitado aquella especial noche.
- Oh, pero que deseo tan puro de un niño con el corazón tan roto.
- Ozaki-sama le concederá el deseo? - cuestino la pequeña niña con rostro estoico.
- Noto que ese niño ha tenido una vida dura y su deseo viene de lo más profundo de su ser. No podría ignorarlo.
- "Si la Diosa de la luna lo dice, no hay discusión posible" - dice la niña como si repitiera una ley marcial de algún libro antiguo. Una ley más antigua que la misma humanidad.
- Ryunosuke Akutagawa, en esta noche de luna rosa te concedere tu deseo y serás testigo de un milagro. Disfruta de el, pequeño~
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Ryunosuke abrió los ojos parsimoniamente. Sintió frío y confusión, no recordaba en que momento había caído dormido. Intento sentarse en la cama y fue cuando noto que no se encontraba solo en ella.
- Ehhhhhh ???!!! - grito sin pensarlo preso del completo estupor.
Un joven de cabellos albinos y pálida piel dormía completamente desnudo a su lado. A causa de sus gritos, el joven abrió perezosamente los párpados.
- Ryu... Porqué estas gritando? Continuemos durmiendo, por favor - susurro tallando sus ojos con ambas manos aún recostado.
Manos? El joven se sentó repentinamente en la cama y miró sus manos, sus brazos y el resto de su cuerpo. Su rostro adopto la viva imagen de la confusión y el miedo.
- Ryu, que está pasando? Que ocurrió conmigo?
Ryunosuke no podía responder, su mente intentaba dar con alguna explicación lógica posible. Reconocería esos ojos heterocromaticos parciales en dónde fuera... pero como era eso posible?
- Atsushi... Eres tú?
El aludido asintió con la cabeza y Ryunosuke creyó que podría desmayarse en cualquier momento.
- No... No puedo creerlo.
- Ryu... - Atsushi se acercó a él y poso ambas manos sobre su pecho. - Que ha ocurrido? Porqué ahora soy como tú?
- No estoy seguro. Yo tampoco lo entiendo.
Y fue como una idea fugaz surco por su cabeza. Pediría ayuda a la única persona que siempre poseía las respuestas para todo.
Busco su teléfono móvil sobre la mesita de luz y marco un número.
Al segundo tono oyó aquella voz tan conocida.
- Oy Ryunosuke ~ Como has estado?
- Dazai-san, creo que necesito su ayuda ...
Se oyó un silencio desde el otro lado de la línea y luego una alegre carcajada.
- Con que ese es el motivo de tu llamada. Y dime... Le pediste un deseo a la luna como te sugerí ? ~
- Un deseo... ? Ah! Si, lo hice.
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~ Luna llena en Abril ~
Romantizm"Luego de una pérdida irreparable y motivado por la soledad y la compasión, Ryunosuke Akutagawa recogió un pequeño gatito abandona bajo la lluvia. Un deseo en voz alta a la luna llena obraría un inesperado milagro. Era realmente lo que Akutagawa des...
