Destinados

Capítulo 17 Parte 1

-Mi niña-Dijo acariciandome la cara. Hice a un lado la cabeza.-Ey portate bien. No quiero hacerte daño. Ni a ti ni a ese bastardo que llevas dentro.-Instintivamente me llevé las manos al vientre.

-No me toques Pablo Rubio. Puedes ser mi padre pero no tienes derecho. ¡No me toques! Recuerda que soy policia y ahora mismito deben estar buscandome y por ende buscandote a ti.-El rió. Yo seguía abrazandome el vientre. Debía proteger a mi bebé. Estaba segura de que Víctor y todos en la comisaría estaban buscandome. Al menos eso esperaba. Pablo volvió a intentar tocarme y yo me seguí apartando.

-Ay Sheryl. Como voy a disfrutar contandote todo lo que tengo que contarte.-Arrugué la frente. ¿De que demonios estaba hablando?-Como veo que estás impaciente te contaré. No soy tu padre. Al menos no el biológico.  ¿Sabes como me di cuenta? Porque soy estéril. Maldita sea, soy estéril.  Así que deduciendo un poquito tu madre, esa zorra, me engañó,  me fue infiel, ni tu hermana ni tu sois hijas mias.-Ok, eso no me sentó muy bien.

-¿Sólo por eso la mataste? ¿Solo porque consiguió con otro hombre lo que tu no le diste? ¡¿Me arrebataste a mi madre y a mi hermana solo por qué te sentías estupido porque no puedes tener hijos?! Maldito. ¡Maldito! Esto no te lo perdonaré Pablo Rubio... JAMÁS.

-¡Yo no maté a tu hermana! Esa estúpida sigue viva. Está aqui, con nosotros. La mantengo sedada para que no grite, no la aguanto.-¿Mi hermana viva? Dios, gracias.

-Quiero verla. ¡Maldita sea quiero ver a mi hermana!

-Ve. Está allí en esa esquina.- Fui donde Pablo me indicó.  Estaba acostada. Dormida. Le acaricié el pelo. Me incomodaba la cuerda que tenía atada en la manos. Bueno, realmente me daba igual, estaba con mi hermana, con mi ya no pequeña hermana. Empezó a despertarse. Me miró asombrada.

-Sheryl... ¿eres tú?

-Si mi niña, soy yo. Estás muy grande nena.

-¡Sheryl!-Me abrazó fuerte. Le di un beso en la coronilla. Dios. Mi hermana. Ahora tenía 19. Estaba tan mayor.

-Que bonito. Que escena tan bonita. El reencuentro de dos heemanas.- Abracé a Amber mas fuerte, y con la otra mano me cubrí el vientre. Amber me miró la mano.

-¿Estás...?-Asentí levemente. Ella sonrió.

-Dejen la escenita de amor. Vuelve a tu sitio Sheryl. Voy a traerles comida. Espero que no se muevan de aquí.-Salió por la puerta. Echó seguro doble. Pero se había dejado algo. Encima de la mesa estaba su celular. Lo cogí y marqué el número de Victor.

-¿Quién?

-Víctor,  soy Sheryl, tengo que ser rápida