Capítulo 13

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Llevaba dos horas en la comisaría. No había absolutamente nada de trabajo. Ni siquiera quedaba papeleo del día anterior. Sheryl también llevaba dos horas allí pero ni ella me había dirigido la palabra ni yo había intentado hablarle. Todavía me sentía molesto con Sheryl, no tanto por que parecía no creerme sino por su falta de instinto de supervivencia, y por más que yo quisiera no podía hacer nada por ella si no se dejaba. Y por lo visto... no se iba a dejar.


Carlos llegó poco después de nosotros y como su instinto es extraordinario captó que Sheryl y yo estabamos algo tensos.


-¿Qué pasó? Ustedes hoy están raros. Normalmente estás ahí con ella revisando una pila de papeles sobre el caso.


-Estoy fuera del equipo. Al menos por un tiempo.


-Os habeis peleado fuerte ¿verdad?


-Mas o menos. Fue algo frustrante y ya sabes como es ella de terca... Tiene una cabeza tan dura como una pared y en lo referido a este caso su dureza crece.-Carlos se quedó mirando hacia la oficina donde estaba Sheryl y negó con la cabeza. Sheryl levantó la vista de los papeles y por un momento miró hacia nosotros, su mirada dio con la mia y con la rapidez de un rayo la apartó otra vez.-No se que voy a hacer. La quiero tanto que me duele.-Carlos me dio un pequeño golpe en el hombro.

-¡Carlos!- Lo llamó Sheryl desde la oficina.


-Te cuento cualquier cosa ¿vale?-Asentí y fui a seguir con lo mio. Pasaba olimpicamente de ver como Sheryl se metía en la boca del lobo solo por su maldita terquedad.

No se cuánto llevaba allí. A lo mejor tres o cuatro horas. Cuando Carlos apareció a mi lado.


-Dime por favor que has visto a Sheryl.-Dejé los papeles que tenía en las manos y lo miré.


-No, ¿qué le ha pasado?-Se llevó las manos a la cabeza y resopló.


-No puede ser. Le dije que no fuera ella sola. No sin refuerzos y sin el permiso de McCalister.-Mierda...¿Que había pasado?


-Carlos... me asustas.


-Asustate. Descubrimos algo sobre el francotirador que disparó a Sheryl hace un año, encontramos el lugar donde se esconde. Le dije que no fuera, que era peligroso. No me hizo caso.


-Ve y buscala, habla con McCalister y ve y buscala, si le pasa algo me muero y si voy yo... temo que le pasarán muchas cosas.


-En ello estoy. McCalister está reunido.


-Me da igual, interrumpelo, Sheryl puede estar ahora a medio paso de la tumba, y es la mejor detective que tiene aqui. Salvala, como puedas pero salvala.-Carlos asintió y salio casi corriendo hacia la oficina de McCalister. Cinco minutos después Carlos y seis hombres más salieron hacia el lugar donde estaba Sheryl.

Seguía sin tener noticias sobre Sheryl. Me fui a mi casa y me senté en el sofá con el celular entre las manos. Entonces recibí un mensaje de Carlos."Está a salvo. Tuvo un duro encontronazo con ese hombre y casi muere en el intento, pero está a salvo. Se nos ha escapado." Gracias a Dios seguía con vida. Me acerqué a la ventana, estaba lloviendo de una forma terrorífica. De pronto tocaron la puerta. Fui y abrí. Era ella. Estaba calada hasta los huesos, le corrían gotas de agua por la cara y el pelo le chorreaba.


-¿Sheryl, qué quieres?


-A ti.- Y sin más se acercó a mi y me besó. Como pude la aparté. Con la mayor voluntad que un hombre puede tener. Quedamos a milimetros, nuestras frentes pegadas y respirando el mismo aire.-Lo siento mucho, Víctor. Perdóname. Lo siento mucho.- Me dijo en un susurro con llanto. Me volvió a besar y esta vez la aparté mas lejos.


-¿Que ha pasado?-Pregunté con leve seriedad. Me miró a los ojos.


-Se escapó y ya está, casi muero y solo pensaba en ti, solo quiero estar contigo.- Me iba a besar otra vez, pero alargó la mano y me acarició los labios con sus dedos. Esta vez fui yo quien dio el paso, cerré la puerta mientras la empujaba para que se apoyara en ella y la besé hasta que los dos no pudimos dar mas de nosotros.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora