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Las clases habían finalizado, muchos de los alumnos ya se retiraban a sus hogares, mientras que muchos otros iban hacia sus clubes, o como la mayoría de ahí, a sus prácticas con sus bandas. A pesar de que el evento de música había terminado, muchos aún practicaba, pues conservaban esa pasión por la música y de querer llegar lejos. Y no era la excepción con los Animatronicos.

Bonnie salía de uno de los baños, había bebido demasiado jugo de uva en el almuerzo... ya sentía que su alma lo abandonaba de tanto dolor en la vejiga. Un jugo más y seguro su vejiga reventaría.

Al salir de uno de los cubículos, se encontró con quien menos esperaba encontrarse en esos momentos, y mucho menos en los baños de la escuela. Que gracioso.

—Maestro, hola— sonrió al ver al menor, mientras se lavaba las manos, aunque ni siquiera pasó al baño. Estaba ahí para distracción, mientras Joy y Meg hablaban con la banda de Bonnie.

—Bonnie, no esperaba encontrarte aquí— dijo divertido, haciendo reír al pelimorado —¿Tienen práctica hoy?— preguntó, recargándose en el lavabo, mientras Bonnie se acercaba al lavabo de a lado para lavar sus manos.

—Si... de echo, ya debería estar con ellos— revisó su reloj... debía estar con su banda hace 5 minutos, pero no era para tanto... mientras no tardara más de 15 todo bien. Terminó de lavarse las manos y se giró para ver al moreno —¿Y ustedes?—

—No, ya voy de salida...— desvió su mirada al suelo unos segundos, y guardó silencio igual. Bonnie lo miraba con curiosidad, se veía pensativo —Oye Bonnie...— alzó su mirada. Diablos, amaba esa mirada rojiza, le hacía sentir que su día brillaba de un momento a otro... no evitó sonreír, dejando que unos lindos hoyuelos aparecieran en sus mejillas. Volvió a desviar la mirada, mientras rascaba su nariz y evitaba que el mayor observara como su rostro comenzaba a ponerse rojo —Quería preguntarte algo...— volvió a mirar a Bonnie, ya más tranquilo y con una leve sonrisa —¿A ti... que te gustaría hacer en tu cumpleaños?— el mayor lo miró con sorpresa, levantando un poco sus cejas por unos segundos. Esa pregunta no se lo esperaba para nada, y menos que Bon recordara su cumpleaños.

Bueno... en realidad no tenía nada planeado, quizás solo estaría en casa, comería todo lo que quisiera y sus padres llevarían pastel para el final del día... lo mismo de siempre, y quizás salir con sus amigos, pues los últimos años, desde que tenía a los chicos, en sus cumpleaños, lo sacaban. Una vez fueron a los bolos, y otra fueron a un Arcade, ganaron más de 5000 puntos y él se llevó un lindo peluche de un conejo con una guitarra igual a la suya. Enserio los quería.

Pensó unos segundos, ¿qué hacer en su cumpleaños? ¿Será que Bon quería pasar su cumpleaños con el? Demonios, su corazón comenzó a bombear más rápido y su rostro se puso levemente rojo de solo pensar en eso... claro que años anteriores el menor lo felicitaba, pero no pasaba todo su cumpleaños con el, eso de alguna manera se le hacía lindo de su parte... ¡qué tontería, era su amigo, era obvio que pasar su cumpleaños juntos, no era raro!

—Bueno... en realidad no tengo nada planeado— admitió con algo de vergüenza, desviando su mirada al suelo mientras reía con nerviosismo. Bon sonrió enternecido, Bonnie se veía tan tierno cuando se avergonzaba —Pero siempre me ha gustado la idea de ir a la playa con mis amigos, como en las películas—

—Interesante...— murmuró, aunque ciertamente eso sonaba algo... difícil de hacer. ¿Playa? Pues agradecía que el cumpleaños de Bonnie cayera en Sábado... quizás si se iban el Viernes después de la escuela, podrían pasar el fin de semana en la playa. Su celular sonó, un mensaje de Joy, confirmándole que los Animatronicos ayudarían con el pequeño plan del cumpleaños. Sonrió y volvió a mirar a Bonnie —Bueno Bonnie, me tengo que ir, fue... lindo verte— comenzó a irse, no sin antes darle unas suaves palmadas en el hombro al más bajo, dedicándole una suave sonrisa.

𝙴𝚕 𝚌𝚞𝚖𝚙𝚕𝚎𝚊ñ𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝙱𝚘𝚗𝚗𝚒𝚎 🎉 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora