𝚅𝙸𝙸𝙸

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—¡Pero dame detalles Bon! ¡DETALLES!— gritaba una Joy muy ansiosa y emocionada, mientras sacudía al más alto.

Ya era Lunes por la mañana, finalmente el cumpleaños de Bonnie pasó. Fue espectacular y vaya que fue el cumpleaños perfecto para Bonnie.

—¡Ayyy! ¡Está bien pero sueltaaaa!— suplicó Bon. Joy lo soltó y se sentó con muchísima emoción.

Ahora mismo se encontraban en su salón de música. Era la hora del almuerzo pero necesitaban privacidad. Claro que, Meg también estaba ahí, quería saber si su amigo metió la pata o hizo algo bien, para variar.

—¡Habla ya chico torpe!— Bon rio nervioso.

El Sábado por la noche, después de aquella declaración que... en realidad fue bastante simple y no como Bon imaginaba, acompaño a Bonnie hasta su casa... tomados de las manos... aún se sonrojaba de solo recordarlo.

—Bueno...— pasó saliva, ya ambos frente la entrada de aquella casa de dos pisos. Tomó ambas manos del pelimorado —Ya estamos aquí...— pasó saliva con nervios.

—Así es— sonrió el mayor, aún con ese pequeño sonrojo adornando sus pálidas mejillas. Ambos desviaron sus miradas a sus manos, que estaban agarradas. Bon acaricio con sus pulgares ambas manos.

—P-Pues...— las soltó y metió sus manos a los bolsillos de su pantalón —Fue un buen día— lo miró con una sonrisa nerviosa... ¡Rayos, aún lo ponía nervioso todo lo que acababa de pasar! Bonnie rio.

—Lo fue— le dio algunas palmadas en el brazo. Sus miradas volvieron a chocar, esta vez eran mil emociones reflejadas en sus miradas, esa necesidad de decirse todo y a la vez nada.

—Supongo que... y-ya debo irme—

—¡Claro! N-Nos vemos luego perro...— ambos se miraron con nervios... eso fue extraño, pero ninguno se movía, Bonnie no entró y Bon no se fue, solo se quedaron ahí, esperando a que algo sucediera... o esperaban estar juntos un rato más. Bonnie sacó las llaves de su casa —Entonces...— volteó a ver a Bon —¿Vamos a salir algún día? Obviamente no como amigos jeje— sonrió.

—¡Por supuesto!— dijo Bon casi en grito. Bonnie rio por eso, se acercó más a Bon queriendo darle un beso en la mejilla, pero se paniqueo a medio camino.

—¡Genial! N-Nos ponemos de acuerdo después— pasó saliva nervioso, ahora abriendo la puerta de su casa.

—Bonnie...— lo llamo, haciendo que lo volteara a ver de vuelta. Lo rodeó rápidamente con sus brazos, sintiendo su corazón latir como loco... quién lo diría —T-Te... quiero— no lo soltó, si no que apretó su agarre, pues su rostro estaba completamente rojo y sentía ahora cierta vergüenza por aquello que dijo. Bonnie rio.

—Jeje... yo también te quiero— correspondió y le dio leves palmadas en la espalda. Rápidamente Bon se separó un poco y le plantó un corto beso en la mejilla del mayor.

—¡Ahora si, nos vemos!— y sin más, se fue lo más rápido que pudo de ahí. No quería que Bonnie viera lo feliz y emocionado que estaba por todo. Seguro se la pasaría gritando contra su almohada para que su padre no lo escuchara y no despertarlo.

Bonnie sonrió cuán tonto enamorado y posó su mano sobre su mejilla anteriormente besada... como quería a ese tonto peli turquesa. Tan tierno... ¿ya había dicho que Bon es tierno?

𝙴𝚕 𝚌𝚞𝚖𝚙𝚕𝚎𝚊ñ𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝙱𝚘𝚗𝚗𝚒𝚎 🎉 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora