Ya la noche estaba bien avanzada cuando llegué a casa luego del hospital. Mi conversación con Mendes me había dejado algo descolocada, no sabía de donde había salido ese arranque de bondad o por qué de pronto estaba dispuesta a olvidar todo lo que había sucedido entre nosotros. Sin embargo, algo me decía que esto era lo mejor que podía haber hecho tomando en cuenta la circunstancia en las que me encontraba.
Busqué en mi bolso las llaves de la puerta principal, siempre las perdía entre el montón de cosas que llevaba conmigo, no importaba si les colocaba un llavero gigante, con campanas o luces, de alguna forma el pequeño juego de piezas metálicas desaparecía cada vez que lo necesitaba.
Cuando finalmente pude dar con mi objetivo pude abrir la puerta, dando paso a una escena bastante adorable en mi opinión.
Ares se encontraba de pie frente al sofá negro que estaba en la sala del apartamento, y frente a él se encontraba recostado un rubio algo pálido. Mi amigo tocaba constantemente el rostro del chico con heterocromia, como si estuviera buscando alguna señal de que su temperatura corporal hubiese aumentado, y el afectado solo intentaba alejarse de su tacto, soltando palabrotas mientras aseguraba que se sentía bien y que no hacía falta que lo manoseara tanto.
“¿Crees que me gusta ser tu enfermera?”
“Pues pareciera que si con lo entusiasta que estás siendo ahora mismo”
“Lamento informarte que no eres mi tipo. Me gustan menos promiscuos”
“¿Vas a hablarme tú de promiscuidad, Ares Dunne? No creas que porque estás enamorado se me olvida todo lo que hacías en la universidad”
Solté una pequeña risa haciendo notable mi presencia y que ambos chicos giraran a verme. De alguna forma encontrarlos aquí cada vez que volvía del hospital hacía que mi ánimo se elevara, ellos han sido personas importantes en mi vida, mi familia cuando parecía que la real me había dado la espalda.
“¿Por qué llegaste tan tarde?” preguntó Ares acercándose a mí.
“Hola Ares ¿cómo estás? Yo estoy agotada muchas gracias por preguntar” respondí dejando mis cosas sobre uno de los sillones para luego girarme a verlo de nuevo.
“Entonces, ¿por qué llegaste tan tarde?” volvió a preguntar ignorando lo que había dicho anteriormente.
“Estaba revisando unos ensayos clínicos para mi paciente” Ante mi respuesta Ares suspiró y acunó con la palma de su mano mi mejilla, dejando leves caricias circulares con su pulgar.
“No deberías quedarte tanto tiempo en el hospital, cielo.” comentó. No pude evitar inclinarme hacia su toque, sintiéndolo tan cálido y familiar “Tienes que descansar.”
Sin pensarlo mucho me acerqué a él y lo abracé, escondiendo mi rostro en su pecho e inhalando su leve olor a canela y almizcle. A Ares pareció sorprenderle un poco, pero no dudó en corresponderme, moviéndose lentamente de lado a lado meciendo mi cuerpo como si se tratara de calmar a un bebé.
“Adoro tener padres tan amorosos” al escuchar esa voz recordé que no estábamos solos en la habitación y me separé de mi amigo para girar a ver al rubio que aún se encontraba sobre el sofá
“¡Scotty!”Dije haciendo uso de aquel sobrenombre que sabía él tanto odiaba mientras daba un par de pasos en la dirección en la que se encontraba.
Al acercarme pude notar la fina capa de sudor que cubría su rostro, los ojos algo vidriosos y la forma en la que sus manos apretujaban levemente su abdomen “¿Qué te sucede?” pregunté a la par que me agachaba a su lado.
“No fue buena idea comer tanto pastel de chocolate.” respondió tratando de sonreír, pero el gesto se vio interrumpido cuando soltó un quejido y se retorció un poco “Pero no me arrepiento.”
ESTÁS LEYENDO
How To Save a Life || Shawn Mendes AU [St. Yves #1]
FanfictionEn la capital de la provincia de Ontario, Juliette Fray ha crecido con la única fijación de algún día ser independiente. Pero cuando una noche se ve envuelta en un accidente automovilístico que la deja en una silla de ruedas es obligada a ver la vid...