N U E V E

1.1K 124 8
                                    

¿Por qué te fuiste así?- Preguntó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Por qué te fuiste así?- Preguntó.

-No, por nada. Solo necesitaba tomar un poco el aire- Contesté. Me miró fijamente a los ojos. Sus ojos se veían más llamativos ahora.

-¿Has bailado alguna vez con el Diablo a la luz de la Luna?- Preguntó. Mi corazón se aceleró.

-No...- Dije despacio.

Agarró mi mano con suavidad y entrelazó nuestros dedos. Luego posó su otra mano en mi cintura atrayéndome a él. Subí mi mano a su hombro. Besó mi frente y luego puso su nariz sobre la mía. Estaba a centímetros de sus labios.

-¿Bailas conmigo?- Preguntó.

-No hay música- Dije tratando de mantenerme en pie. Su mirada me estaba ahogando.

-Eso no es problema- Contestó.

Desde lejos una suave melodía empezó a llegar a mis oídos. Pronto el lugar se llenó de música. Mis pies se movían al ritmo de los suyos. Su mirada estaba fija en la mía. Tenía su boca a centímetros. ¡Dios mío!

-Eres tan...preciosa- Susurró en mi oído. Mordí mi labio inferior.

-¿Por qué me haces esto?- Pregunté invadida por las ganas de besarlo.

-Juro que no es mi intención.

Apoyé mi cabeza en su pecho. Escuchaba su corazón latir con calma. ¿El Diablo tiene corazón? Al parecer sí. Dejé que la música y el momento me llenaran por completo. Juro que podría pasarme horas así con él. Cerré los ojos y dejé que mis pies se movieran casi solos

 Cerré los ojos y dejé que mis pies se movieran casi solos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se quedó dormida. Sin ningún problema la cogí en brazos. Esta situación ya me estaba cansando. ¿Qué voy a hacer con esto? Yo soy el Diablo, tampoco puedo seguir así. Entramos a la habitación y suavemente la dejé en la cama.

-No, no te vayas- Dijo adormilada. La miré- Por favor, quédate conmigo.

Sin casi pensarlo, me acosté a su lado. Ella se acurrucó en mi pecho. Tontamente, me encontré colocando uno de mis brazos alrededor de ella. Me sentía imbécil, es solo una simple mujer ¿Qué tiene de especial?

-Tal vez, es ella- Dijo una voz muy familiar. Levanté la cabeza y busqué con la mirada.

-¿Suga?- Pregunté. De repente se apareció ante mí.

-Hola hermanito ¿Cómo estás?- Preguntó con una sonrisa traviesa.

-Ya me ves, mírame. Parezco un maldito humano- Rio por lo bajo.

-Tranquilo, te ves adorable- Dijo divertido.

-¿Cómo están las cosas por allí?- Pregunté al recordar mi casa y el resto de mis hermanos.

-Bien, por ahora puedo controlarlos. Con un fuerte grito, se quedan quietos.

-Pobres, me deben echar de menos- Dije. Él asintió levemente- ¿Qué te trae por aquí?

-Tú, tae. Me tienes preocupado. Sabes que, como todo hermano, tengo instintos- Asentí levemente- Bien, los míos están a punto de explotar. ¿Qué te pasa?

-No lo sé, Yoongi- Dije. Miré a Carina que seguía durmiendo profundamente.

-Creo que el problema es lo que está durmiendo encima tuya- Dijo mi sabio hermano.

Le miré extrañado. ¿A qué se refería con eso? Se acercó un poco más a la cama, en donde me encontraba acostado con una mujer en mis brazos.  Suga clavó la mirada en Carina provocando que se moviera un poco.

-Es ella, hermano.

-¿Eh?- Dije sin entender.

-¡No te hagas el tonto! Sabes de lo que estamos hablando. Ella es la persona que el destino ha puesto para tu camino- Reí sarcástico.

-Que gracioso eres- Dije, pero él no rio. Miré a Carina.

-No te rías del destino.

-El destino es un mierdas, no siempre sale todo como él dice- Contesté.

-La mayoría de las veces sí- Contestó él cruzando sus brazos.

Lentamente me fui alejando de ella, para no despertarla. La acomodé bien en la cama y la tapé con la manta. Salí de la habitación junto a Suga. Él rio.

-¿Te resulta gracioso?- Pregunté molesto.

-Pues lo siento, pero sí- Dijo y volvió a reír- Ay hermanito. No te pongas de mal humor.

-Juro que me siento muy extraño, Suga.

-Lo sé, por eso he venido- Me senté en el sofá preocupado.

-¿Qué es lo que debo hacer?- Pregunté. Él se sentó a mi lado.

-Eres el Diablo, taetae. El ser más temido de todo el mundo. Eres malo, vil y muy mentiroso. Pero, aunque no puedas creerlo, tienes algo bueno.

-Sí, claro- Reí irónico. Me miró fijamente.

-¿Acaso piensas que el ying-yang fue creado por un loco que estaba borracho?- Me preguntó. Le miré- Dentro de lo bueno, siempre hay algo malo. Dios no es perfecto, te lo ha demostrado. Y aunque todo el mundo crea que sí, no es así. Y dentro de lo malo, siempre hay algo bueno.

-¿Qué es?- Pregunté confundido.

-Busca dentro de ti. Creo que lo vas a encontrar rápido- Me guiñó un ojo. Se puso de pie- Solo sigue a tu...no tan usado, corazón.

Desapareció. Me dejó, aquí, con una extraña sensación en el cuerpo. La duda. Nunca tuve duda en mi vida. Siempre fui seguro de mí mismo y de mis acciones. Nunca sentí nada por nadie. Ni lastima, ni admiración, ni amor. Bueno, tal vez cariño por mis hermanos. Eso es algo bueno, creo. Me puse de pie y caminé hasta la habitación. Ella dormía plácidamente. Guiado por lo que Suga llama, mi corazón, me acerqué a la cama y me acosté junto a ella. Se movió un poco y abrazó contra ella. Su aroma inundó mis sentidos. Cerrando los ojos, vi pasar frente a mí, la soledad de mi eterna vida.

 Cerrando los ojos, vi pasar frente a mí, la soledad de mi eterna vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐔𝐍 𝐆𝐔𝐒𝐓𝐎, 𝐒𝐎𝐘 𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐀𝐁𝐋𝐎. Taehyung y tú. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora