Pensamiento 3

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Vale que lo voy a hacer, ¡Voy a publicar una historia de amor!... Vamos Emma no seas cobarde..., No es tan difícil... Y; y...

¡PUBLICADA!

Ah... Es todo tan..., No espero tener fama o nada con eso pero será genial, quiero que lo sea.

[Y entonces Jacob acorraló a Lisa contá la pared con fuerza. La exitación de Liza cada vez era mayor; sus corazones latiendo al mismo tiempo, sus miedos reuniéndose en la esquina de esa habitación... Y entonces el mundo se hizo pequeño cuando se amaron en una danza divina]

Era un párrafo del cual Emma se enorgullecía mucho pues, después de todo, ella ni siquiera habían besado alguna vez en su vida. Se sentía demasiado orgullosa.

¡LO AMO!, ¡Quiero que alguien lo lea!. Era todo lo que podía pensar pero... ¿A quién mostrarlo si... ¡Es verdad, Las cosas que Ray dijo que teníamos que conseguir!.

Entonces di un salto de la silla y corriendo salí de la casa para ir a casa del vecino, toque una sola vez el timbre, después de todo todavía estaban de luto.

Ding Dong

De la puerta con pesadez salió una señora, con respeto le dí el pésame, no quería incomodarla:—Una vez le preste algo... ¿Puedo ir por eso?.

Le pregunté, después de todo era verdad, una vez le había prestado una película que ahora jamás me podría devolver.

—Claro... Dentro de poco la caridad se lo llevará todo—Dijo con algunas lágrimas en sus ojos mientras me decía algo sobre qué hacían falta cajas y que se irían, o algo así... No preste demaciada atención.

Subí a su habitación, todo estaba tal y como lo había dejado, suspiré:—Espero y estés feliz allá. Lo decía más para calmar mi consciencia que para el espíritu.

—Vamos a ver—Volví a hablar conmigo misma.

De entre su ropa sucia encontré una camisa, era roja y de entre sus objetos preciados un libro, le encantaba leer.

—Gracias por haber sido mi amigo... Pronto te lo diré—Le dije sin esperar respuesta.

Lance todo por la ventana y cayó en mi ventana. Salí de la casa sin hacer mayor estorbo, no quiero molestar a los dolientes del fallecido, regrese a casa, como siempre la luz del cuarto de mi madre estaba apagada, no había nadie más que yo.

Me dió curiosidad la fotografía que antes había visto, decidí buscar en el álbum de las fotos que papá había tomado de la guardería cuando estaba junto a mamá. Busqué en muchos lugares, en el mi armario, en la cocina (de vez en cuando a mamá se le da poner cosas allí) y cuando por fin lo halle estaba en mi closet junto a los zapatos... La pregunta de cómo llegó allí es un total misterio.

—Fotos de Ray... Fotos de Ray—Decía para mi misma, después de todo, estaba sóla.

Entonces, cuando había ya sobrepasado las 5 primeras fotos las encontré...

—No recuerdo nada de ésto—Me dije par mi misma al ver que él y yo estábamos incluso en la misma mesa...

Se que tengo mala memoria pero ¿Qué con ésto?, No lo logro recordar.

—¿Cuándo fuimos de excursión?—Me pregunté observando las demás fotos, casi siempre eran con él y ¿Norman?... ¿Qué demonios está ocurriendo aquí?.

De inmediato tome el móvil y busque el número de Norman.

—¡¿ Norman tú recuerdas algo sobre Ray en la guardería?!—.

—¿De qué Norman estás hablando Emma?—Me preguntó una voz ronca bastante apagada... Era Ray.

—Joder... Disculpa te llamé por error—Le dije un poco nerviosa, Ray estuvo en silencio un momento.

—¿Guardería?—Preguntó, parecía curioso de mi pregunta anterior.

—...Mmh, sí, no recuerdo nada y tú estás en las fotos—.

—Emma, hay cosas que es mejor no saber, sí se lo preguntas a Norman te responderá igual—, Dijo frío y cortante.

—Serás idiota...—.

—Es la verdad—.

—Por eso no tienes novia—.

—¿Eso qué tiene que ver?—.

—No lo sé, eres bien parecido e inteligente pero con el carácter que te cargas la cagas—.

—¿Me consideras bien parecido?—.

—¡Eso no viene al caso!, Mmh, por cierto Ray ¿Qué tipo de chica te gusta?—.

—¿Por qué me preguntas eso?. ¿Me quieres ligar?—.

—¡E...Es para una amiga!—.

—Mmh, vale... Déjame pensar... Bien, creo que me gustan Tiernas, recatadas, muy femeninas e inteligentes—.

—¿Algún gusto en ropa?—.

—Mmh, Elegante pero discreta o simplemente femenina y sexi—.

—¿Y de pura casualidad también la quieres tetona y piernona?—Le dije ya harta de sus estándares, pero en fin, yo había preguntado.

—Mmh, tenlo encuenta, podría ser eso o todo lo contrario—.

—¿Qué?, ¡No entiendo nada!—.

—Tú nunca entiendes nada—.

—¡Vas a tener que cambiar tu actitud si quieres que alguien se enamore de ti!—.

—Como te lo digo..., El cambio... A mí no me trae nada bueno—, Dijo con un tono más apagado que de costumbre.

—¿Ya has cambiado por alguien?—.

—... Ese no es tu problema...—.

—Lo siento, fuí muy entrometida—.

—Lo resolveremos mañana...—.

—Chao Ray—.

—Y Emma... Cuída más de tu cabeza para que recuerdes tus promesas—, Dijo y cortó la llamada... Estaba muy confundida en ese punto.

Sí llamaba a Norman me respondería igual según Ray... No podía evitar pensar que él estaba en lo cierto en eso... Además, mañana saldría de cita de amigos con Norman, iríamos a una nueva heladería que recién abría y sus helados eran legendarios.

Pero... Me siento tan... Cansada...

[
—Emma-Ne ¿Lo prometes?—.

—¡Te lo prometo!—.

—¡Vamos a ser felices!—.

—¡Siempre...!—.

—¡Junten las manos para que sea válido!—

—¡Estaremos siempre...!—
                                                         ]

Entonces me desperté de un salto y en un susurro pequeño dije:—Juntos.

La Guía De La SimpatíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora