Escrito 5

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Y entonces al llegar pude notar como Susan corría fuera de la hamburguesería, anteriormente pude notar como ella hablaba con su novio ¿Qué estaría pasando ahora? Es muy raro que peleen así que suele sorprenderme... me hacer que a él con sigilo, planeaba simplemente hablarle como normalmente lo hacía, después de todo era nuestro jefe, tenía cuando menos unos 25 años... suelo creer que mi hermana tiene gustos raros.

-¿Buenos dí...-Y fue allí cuando sentí que algo golpeó mi pecho con fuerza junto a la palma del tipo-. ¡Oye!

No me prestó atención alguna así que sólo recogí del suelo lo que antes él había estrellado contra mi pecho.

Mi mente quedó en blanco, lo primero que pensé aunque suene tacaño fue en el gasto luego de ver 2 rallas en esa prueba de embarazo:-¡A trabajar!-Alfred (así se llamaba el hombre) parecía inestable ese día y más cuando de mí se trataba.

Bien, todo parece lo suficientemente tranquilo ¿No? Sólo es un nuevo bebé, seguro y podremos mantenerlo... eso aunque me gustaría que no fuera así es totalmente falso... ésto es una mierda muchas veces no hay suficiente dinero para comprar cosas básicas y ahora tendremos que mantener ésto...

Y mientras salía del trabajo seguía divagando más y más sin importar a dónde me llevará mi mente mientras iba en el metro. Ya en la parada a unas calles de mi casa recibí una llamada de un ánimo:

-Podrías haber sido menos claro con ella, cegarla-

-...-

-Pero sigues sin poder contener tus propias palabras o acciones y diciendo todo lo que se te viene a la cabeza-.

-¿Qué quieres?-.

-¿Qué pensaría la tía Isabella de tí... ¡Ni siquiera le dijiste que ella no es su madre!... ¿Tengo que hacerlo todo yo?-.

-¿Qué?-

Sus palabras me dejaron atónito, la verdad sabía muy bien que no tenía la culpa de que su madre muriera pero si la tenía de ocultarlo por tantos años... ella seguro se enojaría mucho conmigo o rompería.

-Nor...-

-Ya es tarde... y dile a Su que es bienvenida pero tú... ¿Quién te llevará? bye Ray, espero volverte a ver o talvez no-.

-¡No puedo entender tus palabras habla sin tanto acertijo maldita sea!-

Sabía que aunque Emma se enojaría conmigo podía repararlo tenía que ir a casa lo más rápido posible... yo había empezado a entender porque él decía y no era muy bueno para mí... un menor de Edad quien fue dejado al cargo de su hermana 4 años mayor quien para los ojos de la ley no tiene más familia dado que somos por decirlo así... los bastardos.

Mientras llegaba a casa podía ver a algunas personas ¿Trabajadores del gobierno? ¿Qué hacienan aquí?

-Lamentablemente el menor será retirado de su cargo dado que las condiciones de la vivienda son insalubres y su baja economía y disponibilidad de tiempo para su crianza-. Escuché decir a la mujer.

Mis ojos se abrieron como platos y eran tan visibles como sonoros eran los gritos de mi hermana que lloraban para que no me llevarán esperando y gritando de que teníamos más familiares y que recibiríamos ayuda económica de ellos... mi único rostro era de shock cuando sólo nos dieron un mísero día para despedirme de todos y llevarme a un lugar del que sólo saldría hasta ser mayor de edad... ¿Qué mierda había pasado con mi vida en tan sólo 10 horas?

-Su... ¿Qué está pasando?-Pregunté cuando todos se habían ido.

-Tranquilo; tranquilo no te preocupes nadie te llevará solo es cuestión de decirle a los tíos-. Dijo ella con una expresión que en mí ocasionó pavor.

-Su... esta vez ellos no nos ayudarán nos lo dijeron la última vez-Susurré y ella sólo me abrazó muy fuerte, era mi única familia a la que si consideraba familia, era mi hermana mi tonta, loca y descuidada hermana... y ahora innecesariamente tendría que ¿Dejarla?

No lo quería pero si escapaba no tendría mucho sentido ya que no tenía muchos lugares a donde ir y así en un silencio que tratamos de evitar y sólo pasarla bien como cualquier noche llegaron las 10... aunque la llamada de Emma nunca llegó sin embargo hubo un mensaje.

[Tenemos que hablar]

Y sin embargo seguí empacando mi maleta... me dolía, pero debía ¿Resignarme? ¿Qué otra cosa podía hacer? ¡NO LO SÉ! ¡POR UNA MIERDA QUE NO LO SÉ!

Pero, sólo en esa noche... es como si hubiera re contado toda mi vida otra vez...

La Guía De La SimpatíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora