Y entonces subí al metro para ir nuevamente a la escuela, ésto era un poco cansado, Susan me acompañaba su trabajo no es tan lejos del instituto. Cerca de mi noté como a una señora se le caía su cartera, la tomé... la verdad no había dormido muy bien anoche, posiblemente me veía muy mal y con unas ojeras terribles, hoy por fin era el tan anhelado día de la invocación.
Y todavía estaba perdido en mis pensamientos con el bolso en la mano derecha cuando sentí una cachetada:-¡Ladrón!
La mujer no paraba de gritar que era un mugroso y un ladrón ¿A sí tratan a uno en éstos días? Que mierda... vieja loca.
-¡Disculpe señora mi hermano no ha hecho nada malo!-Me defendió Susan-, Únicamente había levantado su bolso el cual usted hubiera perdido de no ser por mi hermano ¿Estoy en lo correcto?
-¡Hmp!
-Las frustraciones maritales se dejan para el hogar... vieja loca-Dijo susurrando lo último mientras bajavamos del metro
-Gracias-Le dije con la cabeza gacha.
-¿¡Eh!? ¡Es lo mínimo que puedes es hacer!-Me regañó... ya iniciaría otra vez...-, ¡No puedes dejar que la gente pasé sobre de tí! ¡Tienes que ser fuerte y ser imponente para enfrentarte con viejas locas como esa!
-Vale; vale.
Casi todos los días decía eso y próximo a ello me sonreía, sólo que esta vez me pegó un poco fuerte tras la cabeza:-¡Zape!
-¿¡Eh!? ¿¡Y eso por qué fue!?-Pregunté con enojo.
-¡Por dejado! ¡Nadie puede hacerte sentir menos no tienes que dejar que nadie te haga sentir menos...! ¡Eso sin importar si son de tu edad o mayores que tú!-Me dijo apuntando mi pecho con su dedo indice-. ¡Y ahora me voy que llegó tarde!
Suspiré pesado, últimamente ella actuaba un poco raro pero ¿Qué se le iba a hacer? Seguí mi rutinario camino hacia el instituto, sólo de recordar lo que había pasado el día anterior... como me habían tratado esas escorias...
-¿Oye cómo crees que me queda mi falda nueva amor? ¡Me la he recortado 5 dedos!-Preguntó una chica que ciertamente no parecía nada interesante a su ¿Novio? Quien parecía no querer ni tener ánimos de responder a esa pregunta tan ¿Falsa?
Al final era mi responsabilidad salvar al pobre amigo de Emma... que idiotez ¡Qué le diga que se ve como mierda y que piense un poco mas para que nadie la observé con otros ojos!.
-¡Disculpa! ¿Trajeron todo Emma y ustedes?-Le pregunté salvandolo ¿La chica? Ella sólo se fue rápido en otra dirección desde donde la llamo una amiga.
-¡Ray hombre muchas gracias!-Me dijo con entusiasmo al cual no quice responder más que con un "De nada".
Él era un parlanchín, durante todo el camino a pesar de que yo sólo contestaba con algunos monosílabos él seguía y seguía hablando hasta que finalmente llegamos al instituto.
Supe desde que entré que Norman no asistiría ese día cosa que hizo que suspirar a de alivio, no tendría nada de estrés... me dirigí a mi silla y me senté sin ver a nadie, creía que podía ignorar a toda la humanidad pero...
-¡Buenos días!-Me dijo Emma sentándose a mi lado... estaba ¿Sonrojada?
En mi paladar se sintió un sabor ¿Metálico? ¿Dulce? No lo sé, pero era un sabor que reflejaba nerviosismo... mierda...
-Ray...-Dijo mi nombre y sentí como mi corazón dió un pequeño brinco, ahora seguro y estaba algo sonrojado... que estupidez.
-Hoy es el día-Le dije sin verla directamente a lo que ella me sonrió.
-¡Oh! ¡Sí! Traigo las cosas en la mochila-Me respondió mostrando el contenido de la misma.
Ciertamente aquel día que le dije a Emma que era mi único día libre porque el resto tendría que cuidar a mi hermana no era del todo cierto ni del todo verdad... sino que era la excusa más fácil de dar dado que siempre llego tarde a casa luego del trabajo o tengo que hacer de niñero así que no es como que tenga mucho tiempo.
-Ah... debería de haberle avisado a Su que llegaría algo tarde-Suspiré pesado, lo más seguro es que me regalaría.
¿Susan? Su tiene 19 años y no es particularmente conocida por ser lista...
-¡Auch!-Acorde al pensamiento de Ray en ese mismo instante Susan se había golpeado la cabeza en ese mismo instante con la espátula para darle vuelta a la carne de las hamburguesas.
-¡Eres muy torpe!-Le dijo el gerente de mala gana.
-¡Lo siento!-Le dijo con angustia Susan.
Sí... definitivamente ella no es conocida por ser muy lista.
Suspiré pesado, éste sería un día muy largo y me sentía algo cansado hasta que sentí en la palma de mi mano algo cálido y suave, desde luego era la mano de Emma que tomaba la mía por debajo de la mesa eso me hizo sentirme algo pequeño... muy pequeño y nervioso...
Señores y señoras... los hombres también se ponen nerviosos en estas situaciones y sí, sí tienen miedo a que se les sientan los latidos y parecer débiles así que despeje mi mente y quedé en blanco mientras la culpa de no haberle pedido oficialmente que fuera mi novia me agobiava y me hacía pensar que debía pedírselo cuanto antes.
Y no sé por qué pero podía sentir una extraña mirada delante de mí mientras escribía lo que él profesor ponía en la pizarra hasta que sentí un golpe en la cabeza. Era un papel o como algunos chistosos lo conocen: "El WhatsApp antiguo" valla que no da ninguna gracia.
[¿Quieres ser mi novio?]
¿Qué demonios era esta nota? ¿Alguna clase de broma? De Emma no podía provenir, en todo caso me lo hubiese susurrado o escrito en mi cuaderno si la tengo justo al lado así que simplemente lo deseché.
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La Guía De La Simpatía
FanficSuelo no tener problemas y sólo entretener a las personas como si fuera su payaso. Me encanta hacerlas reír, me gusta que todos sientan que soy agradable "simpática" y me gusta serlo, sin embargo ¿Por qué siento tanta tristeza y pena de mí cuando so...