Cap 35.

3.9K 187 37
                                    

Mini-maratón. 1/3

"No quiero que te lastimes, porque cada cortada que te haces, me la estas haciendo a mi, princesa"...– sonrió y se volteó. No dije nada, sólo lo vi alejarse y luego cerré la puerta. >>Él sabía, ÉL SABÍA...<<

Me quedé un rato tirada en el sofá pensando, hasta que caí en la cuenta de que al día siguiente sería el cumpleaños de Alex, mi mejor amigo, y que yo aún no había comprado su regalo...

Me levanté de golpe y se me nubló la vista por unos segundos, me froté los ojos y me puse en pié.

Lili estaba en el colegio así que no había problema, iría al centro comercial a comprar algún regalo y luego pasaría por su colegio a recogerla.

—MILE, VOY A SALIR UN RATO, YA VUELVO.– grité cogiendo las llaves de mi nueva moto. Recordé que afuera estaba algo fresco, así que subí corriendo las escaleras y busqué la chaqueta de cuero que Alex me había regalado hacía unos meses. Ay Alex...

Cuando estaba a punto de bajar las escaleras, Mile salió de su habitación.

—¿A dónde vas?– preguntó.

—Al centro comercial, mañana es el cumpleaños de Alex y aún no tengo su regalo.– expliqué encogiendome de hombros.

—Vale...¿Quisieras traerme unos chocolates? Hace mucho no pruebo uno...

—Vale, ¿algo mas?

—Si, ten, aquí tienes dinero para mis chocolates.– sonrió y extendió su mano con dinero. Asentí y guardé el dinero en mi bolsillo. Luego de despedirme, me marché.

A pesar de mi accidente, no temía viajar en moto, todo lo contrario, AMABA ir en moto por ahí, era como volar...pero sentada.

Al llegar al centro comercial, me di cuenta de que ni siquiera tenía una idea de lo que podría comprarle a Alex.

Pasé de tienda en tienda, sin decidirme por nada. Y justo cuando iba a rendirme y prepararle un simple pastel, vi en una vidriera lo que...era...simplemente perfecto para Alex. Entré y pregunté el precio, aunque no me importaba si tenía que gastarme todos mis ahorros, le compraría eso a Alex y listo. El precio no estaba tan mal y sólo tendría que esperar unos minutos para que le grabaran lo que yo había pedido. Perfecto.
También pedí que lo pusieran en una pequeña pero linda cajita, y le pusieran un moño. Era un costo adicional pero tampoco me importaba mucho.

—Gracias, que tenga buen día.– me giré para decirle a la mujer que me había atendido, mientras abría la puerta.

Cuando me estaba girando de nuevo para ver mi camino, alguien chocó conmigo.

—Lo siento...– dije casi en un susurro. Por suerte no se me había caído el regalo de Alex, sino, hubiese soltado todas las groserías habidas y por haber.

—No, yo lo siento, fue mi culpa...– dijo esa voz conocida. Alcé la vista y vi a Mike, demasiado cerca de mi.

—Oh, hola Mike...– volví a bajar la vista.

—¿Estás bien?– se oía preocupado.

—Si...¿por qué preguntas?– frunci el ceño, volviendo mi vista a Mike.

—Es que...no te ves nada bien...

—Gracias, Mike. Tú siempre tan amable...– dije sarcástica. Ya me había hecho enfadar.

—Oye, no...yo no quería que lo tomaras a mal. Es sólo que...estás tan delgada...y...no se...te veo de nuevo con ese suéter... – su voz tenía una mezcla de pena y preocupación.

Ultimas esperanzas (screamau y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora