Cap 47.

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Frunci el ceño al ver la pantalla del celular. Era un número desconocido.

Atendí igualmente.

—¿Hola?

—¿______?

—¡¿Mau?!— abrí grande los ojos.

—Si soy yo, y...tú eres tú... — se emocionó. Reí.—Me encanta oírte reír.— suspiró.

—¿Cómo conseguiste mi número? ¿Y de dónde llamas? Creí que tus padres te habían quitado el celular...

—Me compré uno, ellos no lo saben. Y el número lo conseguí por Sergio. Necesitaba escuchar tu voz...

Sonreí ya con lágrimas en los ojos...¿por qué tenía que aparecer justo ahora?
Un sollozo se escapó de mis labios.

—¿Estas llorando?— se oía preocupado.

—No...yo...estoy bien...— dije en un intento de zafar, pero mi voz estaba quebrada así que fue inútil.

—¿Qué sucede, _____?

—Nada...sólo...estoy emocionada por tu llamada.

—Sé que no es eso, ______, te...te conozco.

—Mau...

—¿Si?

—Lili ya no está. — solloze.

—¿Cómo que no está? ¿A qué te refieres?

—Ella...la...la asesinaron.— subí las piernas a la silla y me las abracé.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Por qué?! ¡¿Tú estás bien?! ¡¿Qué pasó?!

—Espera...— sonreí débilmente. — En realidad es una larga historia...— suspiré.— Algún día te diré todo, pero prefiero no hacerlo por teléfono... — me sorbi los mocos.— Oye, cambiando de tema, ¿cómo te ha ido?

—Bien, supongo. Te extraño mucho...

—Y yo a ti...— dije casi inaudible.

—Escucha yo...— un sonido lo interrumpió.— Debo colgar, luego te llamo.— se apresuró a decir y luego, tal como lo dijo, colgó.

Suspiré y me puse a dar vueltas en la silla giratoria en la que estaba sentada. No le había dicho que estaba con Alex y no pensaba hacerlo, aunque eso sería injusto tanto para él como para Alex...

—¿Era él? — la voz de Alex me sobresaltó. Estaba parado frente al umbral de la puerta, mirándome atento.

—¿Quien?

—No te hagas la tonta. — sonrió y se acercó. Se sentó en la cama.

—Si, era él. Logró comprarse un celular sin que sus padres lo notaran y consiguió mi número gracias a Sergio.— expliqué y él asintió.

—¿Aún lo amas?— su pregunta me agarró de improviso. ¿Aún lo amo?...

—Alex...yo...no...no lo sé. — bajé la mirada.

—Esta bien.— se recostó en la cama y suspiró. —¿Vienes?— palpó un espacio a su lado. Sonreí y fui con él. Me acurruqué a su lado y me abrazó como sólo él sabe...

~•~

Alex había viajado nuevamente con sus padres. Sólo le tomaría dos días el viaje pero la casa sin él se sentía tan vacía...

Ultimas esperanzas (screamau y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora