Cap 2.

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Levanté la cabeza y vi a Mike.

—Ah, eres tú suici, entonces no lo siento.
—Idiota.

—Mira quien habla.

—Cállate.

—Me callaré, pero no porque tú me lo digas, sino porque no quiero que me vean hablando con una loca. Arruinaria mi reputación— dijo con una sonrisa burlona.

—Idiota— repetí.

Me dirigí a mi casillero, busqué algo para cambiarme y encontré una vieja remera azul y un suéter que, por suerte, era de color negro. Fui a los baños de chicas, me metí en uno y comenzé a quitarme el suéter mojado y la remera. Escuché que alguien entraba en los baños...no dije nada y continué quitándome la ropa. Se oyeron unas risitas y luego la puerta se abrió de repente. Tres rubias tenían una cámara y estaban filmando. La del medio tenia una sonrisa tan burlona que casi me intimidaba: era Michell. Luego la de la izquierda que no paraba de reírse: Milagros. Y por último, la de la derecha: Micaela

—¡Ja! ¡Qué asco! ¡Miren la panza de la suici!— dijo Michell y las otras rieron.

—Y mira su ropa interior... Cariño, ese sontén ya está viejo— dijo Milagros y otra vez mas risas. Me cubrí rápidamente el pecho.

—Oigan, oigan, oigan, no quiero ser aguafiestas pero deberíamos dejar que se cambie....—habló Michell y todas la miraron raro.— Estoy bromeando... ¡Ahora!- dijo tronando los dedos y Micaela me lanzó un balde con un líquido amarillo que olía fatal.

—¡Pobre suici! ¡Miren su cara!— gritaron burlonamente y comenzaron a reír.

—Y lo mejor es que lo tenemos todo filmado.

—Esto tendrá tantas visitas en YouTube...

Luego de eso se fueron y cerré la puerta. Llegó la hora en la que todos debíamos volver a entrar a clase, pero yo no fuí. Me quedé en el baño, sentada en el retrete llorando. Luego de como media hora me levanté, me lavé un poco, me puse la ropa limpia y salí del colegio sin que nadie me viera.

Caminé por las calles que a esta hora estaban desiertas, ya que la mayoría estaba en el trabajo. Me quedé en un parque y me acomodé bajo un árbol. Saqué el libro que estaba leyendo y continué. Leía "Bajo la Misma Estrella". Ya lo había leído 3 veces pero este es uno de esos libros que no te cansas de leer.

Luego de 3 horas volví al colegio porque sería la salida y no debían enterarse de que me había escapado.

Volví a casa con mi hermana que no se dio cuenta de mi cambio de ropa. Mi madre nos tenía el almuerzo preparado y me senté en la mesa pero me quedé jugando con la comida. Nada podía pasar por mi garganta.

—________(Tn), come un poco— mamá rompió el silencio.

—No tengo hambre...

—Ya estoy cansada de tus caprichos. No lidiaré contigo así que, si no vas a comer, mejor vete a tu cuarto.

—Bien.— dejé el tenedor que sostenía de mala manera y la miré de la peor forma posible.

Me levanté bruscamente y me encerré en mi cuarto. Decidí darme una ducha porque sentía el cuerpo pegajoso luego de esa cosa amarilla que me tiraron.

Entré al baño, me quite la ropa y miré mis brazos...¿por que no? A nadie le importa, nadie lo ha notado y no creo que lo hagan. Saqué una navaja de mi botiquín y comenze con mis cortadas, algunas eran bastante profundas, podía sentirlo. Y pasó lo predecible; una de las cortadas comenzó a sangrar demasiado...

Ultimas esperanzas (screamau y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora