La Chica Problemas.© [Los Hollend #1] (Pausada)

Capítulo once: Bromas libres.

Capítulo once: Bromas libres.

Evan.

Camino al lugar en donde todos están sorprendidos viendo a la portería, sonrío con orgullo hacia mí mismo.

Soy tan bueno que los dejé a todos atónitos.

Me doy la vuelta sólo para poder gozar de la cara de perdedora de Hope al darse cuenta que no es la "gran portera" que dice ser, pero al girar me percato de algo que hace a todo mi ego bajar de golpe al subsuelo.

No lo atrapó Hope, es cierto, en cambió el que tiene el balón en sus manos es Keith Hollend.

—¿Esto es lo mejor que puedes hacer? En éste equipo no necesitamos a chicos imbéciles que por no ver la dirección en donde lanzan los balones otras personas la puedan atrapar con facilidad, no tienes ni tendrás jamás la talla que se necesita, niño.

¿Fallé? No, esto no puede ser posible.

Sus palabras activan las risas de todos los que me rodean las cuales resuenan en mi mente haciendo que me desloque, él se gira dándome la espalda dispuesto a irse dando por hecho mi derrota, pero alzo la voz llamando la atención de todos.

—¡No es justo! Tú no tuviste que meterte, si alguien debía atrapar el balón era Hope, no tú.

—¿Qué dijiste?—Keith vuelve en sus pasos quedando a centímetros de mi cuerpo, no puedo evitar pensar en que realmente éste chico tiene pinta de matón, pero no le bajo la cara a la hora de enfrentarlo.

—Lo que escuchaste, no tenías el porqué meterte sólo para hacerme quedar mal y alimentar tu ego.—Le tiro las verdades a la cara, siendo guiado por la molestia de haber fallado corriendo por mis venas.

—Mira, niño, no sé si no te ha quedado claro pero al ser el co-capitán puedo hacer lo que me dé la puta gana, así te guste o no.

—Tú mismo lo haz dicho, no eres más que el segundo al mando y no eres el que tiene la decisión completa en esta situación, o dime ¿Tienes miedo que te quite ese estúpido título si me dejas entrar al equipo?—Le digo bañando mis palabras en egocentrismo puro.

Keith intenta tomarme de la camisa haciendo que me aleje para evitar su contacto, Kyle se pone en medio de ambos de un momento a otro y detiene a su hermano mirándolo a los ojos fijamente.

—Ya basta.—Dice firme y con autoridad, y es tan irreal la escena de una chica tan delicada y frágil como ella controlando con una mirada a alguien con el porte de Keith.

—¡Ese jodido imbécil no va a venir a hablarme como le dé la jodida gana! ¡A mí me respeta!—Intenta venirse de nuevo encima de mí, pero Kyle le da un pequeño empujón en la clara indicación de que se quede en su lugar.

—Te estoy diciendo que ya basta. Yo me encargo del resto.

Keith asiente mientras resopla disgustado. Igual, metiéndose ella o no, no me daba miedo lo que el señor "tengo cara de torturador" pretendiera hacerme.

—Tienes tres oportunidades, si logro atrapar dos balones te largas de aquí sin rechistar, en cambio si logras meter dos goles te doy la bienvenida a los Reyes de High ¿Me entiendes?

Los Reyes de High es el equipo élite de la ciudad de Xifel, que irónicamente es el enemigo eterno de los Leones de Calaya, el equipo de mi antiguo instituto.

Ay, mis felinos, lamento tener que traicionarlos.

—Ok, acepto.

Dos tratos en tan poco tiempo con esta loca no creo que sea lo más prudente que haya hecho, pero todo por el deporte que me apasiona.