TRICIA

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Sí, quiero

Nervios...
Eso era todo lo que estaba sintiendo, mucho pero que muchos nervios.
Estaba lista, llevaba el vestido que podía muy bien ser el vestido de
mis sueños, mi pelo ahora rubio caía en ondas sobre mi espalda,
llevaba una pulsera de oro blanco con piedras de zafiro que me había
regalado Khaled en mi cumpleaños, y mi algo prestado una horquilla de
oro con diminutos diamantes de Kara que Kenon había cogido por ahí. Y
mi algo viejo era el collar de mamá, un sencillo amuleto familiar con
forma de corazón forjado de oro antiguo que significaba mucho para mí
y que desde que mi madre me lo dio nunca me lo volví a quitar.
Sí,  se podía decir que estaba lista, cuando Doble D tocó a la puerta
para llevarme hasta donde se realizaría la ceremonia y  donde mi
futuro marido seguramente me estaría esperando.
O eso espero yo.
Cerré los ojos con fuerza y acepté su brazo como apoyo. Caminamos el
larguísimo pasillo hasta las escaleras, con cada escalón que bajaba
sentía como mis piernas temblaban, temblaban tanto que parecían
gelatina, menos mal que tenía el apoyo de Doble D sino posiblemente ya
habría salido rodando por las escaleras.
Íbamos ya por el último piso cuando dimos la vuelta para bajar los
últimos peldaños de escaleras cuando vi una figura alta dándonos la
espalda vestido en traje grAnnate.
Sospechoso... Doble D también lleva un traje grAnnate. Nunca había
parado a pensar en que me gustara el color grAnnate pero es bastante...
Seductor.
Bueno en fin que me gusta.
— ¿Colin?— dije con voz temblorosa.
Él se giró y nunca en mi vida me había sentido tan feliz por ver a mi
hermano mayor.
— ¿De verdad creías que te ibas a casar sin que yo estuviera
presente?— Su sonrisa bobalicona me hizo grita de alegría, solté el
brazo de Doble D y corrí hacia Colin para tirarme entre sus brazos.
— ¿No crees que falta alguien más aquí?—  dice una voz detrás mía y al
instante sé que es mi mejor amiga Kristal.
Suelto a mi hermano y me dejo achuchar por mi mejor amiga y... ahora
mismo, cuñada.
Sí,  es increíble que estos dos estén saliendo yo tampoco quería
creérmelo pero... ¿No es increíble?
— ¡¡¡¡Chicos me alegro tanto de que estéis aquí! !!!!—  grité
sintiéndome completa por fin en aquel día.
— Y yo... ¿has visto que casa?—  dice Kristal mirando todo como quien
ve el sol por primera vez.
Colin y yo nos reímos, la verdad es que por más que todos tuviéramos
una vida bastante estable y que nuestros padres trabajaran para darnos
muy buenas cosas y una vida más que estable nunca superaríamos la
forma de vida de los O'Ryan. En vez de simples ricachones como dice mi
ama de llaves, parecen más bien multimillonarios. Lo que acojona un
poco pero te hace sentir genial al minuto siguiente.
Aún con la emoción y la adrenalina corriendo por mis venas,  entrelacé
mi brazo con el de mi hermano y seguimos hacia adelante, en
circunstancias normales mi padre sería el que me llevaría al altar,
pero no estaba.
Colin si estaba y era un honor para mí que me llevara del brazo hasta
el hombre que posiblemente sería el amor de mi corta pero dulce
existencia.
Khaled se limpió las manos sudadas debido a los nervios y la ansiedad
en los pantalones, ya no soportaba esperar, quería que todo aquello se
acabara de una vez y poder saber así el resultado.
El invernadero era demasiado grande para un acto tan pequeño pero aún
así estaba deslumbrante, los colores de la ceremonia eran el grAnnate
y el blanco purísimo, Kenon siempre sabía lo que quieren las chicas
aunque no precisamente acertaría con lo que quiere su cuñada siempre.
A falta de tan sólo unos minutos para la ceremonia, Khaled empezó a
encontrarse mal, estaba tan nervioso que tenía gAnnas de vomitar,
empezó a dar vueltas de un lado a otro como perro intentando pillarse
el rabo.
Literalmente hablando.
Cuando Kenon se posicionó en la parte alta del altar y le sonrió supo
que era la hora y que Tricia podría entrar por la puerta del
invernadero en cualquier momento.
Hizo uso de toda su fuera interior, se colocó a la derecha  de su
hermano y esperó y esperó...
— ¿Crees que debería ir a buscarla?— dijo en tono ahogado casi desesperado.
— Creo que, no.
— Pero y si...
— He dicho que no...— volvió a decir Kenon poniéndole una mano en el
hombro en un intento de decir que todo saldría bien sin palabras.
Khaled giró la cara a su hermano e inclinó la cabeza en forma de
agradecimiento por todo lo que había hecho y preparado en menos de
veinticuatro horas. Debía admitir que era todo un mérito, mientras que
empresas con años de experiencia necesitaba meses para organizarse su
hermano menor lo consiguió en diecisiete horas.
¿Increíble, no?
La dulce melodía empezó a resonar por todo invernadero y Khaled supo
que era la hora. Se puso recto, revisó el nudo de la corbata y alisó
su traje, aunque estuviera perfectamente sin arrugas, porque lo hacía
como acto reflejo.
Cerró los ojos,  respiro hondo y volvió a abrirlos.
Entonces en la puerta acristalada apareció Crystal acompañada de Phil,
Crystal iba con un vestido palabra de honor y como ya te puedes
esperar... de color grAnnate, era tan largo que no se le veían los
zapatos, en sus manos llevaba una especie de lirios blancos que eran
los favoritos de la madre de Tricia.
Luego detrás de ella apareció Daniela y D.D.
Daniela y Tricia se habían conocido después de la muerte de su madre
en sus secciones con el psicólogo de la familia y se habían hecho muy
amigas, mismo que fuera una amistad de locos, a Tricia le venía muy
bien su sentido de humor suicida y visión distorsionada del mundo.
Iba vestida de la misma forma que Crystal, pero su melena castaña caía
sólo a un lado, el derecho mientras que la primera llevaba el pelo
caído en ondas a ambos.
Cuando llegaron al altar cada uno se posicionó a un lado y la música
cambió de ritmo, sintió como su corazón se aceleraba y desaceleraba de
forma constante...
Y cuando Tricia apareció en la puerta del brazo de su hermano mayor
Colin el mundo entero se le cayó encima.
Sólo podía haber muerto e ido al cielo.
Aquella imagen era demasiado exquisita, para poder ser presenciado por
aquellos ojos humanos. Cuando Kenon le había dicho lo que habían
hecho... al dejarla rubia tenía la leve corazonada de que no le iba a
gustar para nada su nuevo look, pero ahora allí, de pie, pensaba
exactamente lo contrario...
Seguía siendo la mujer más preciosa que había visto en su vida, no
había duda alguna de que ella había nacido para él y él para ella.
Bastaba ver como se miraban llenos de anhelo después de estar un día
entero sin poder versen.
Cerré los ojos con fuerza y apreté mis dedos alrededor del brazo de
Colin para no caerme.
— Tranquila, jamás te dejaría caer.
Eso era todo lo que no podía estar ahora mismo, al final del pasillo
estaría esperando alguien que estaba dispuesto a pasar la vida
conmigo, alguien que de verdad estaba dispuesto a aguantar mis manías
y mi descontrol sin importarle nada...
Sólo podía ser un golpe de suerte, no muchos consiguen encontrar
alguien así hoy día.
Cuando por fin Daniela nos dejó atrás y Colin dio un paso hacia
delante sentí lo mucho que me temblaba las piernas impidiéndome dar ni
un sólo paso más.
— Tricia tranquilízate, no te dejare caer sólo... aguanta hasta el final.
— Va— vale.— digo mirándole fijamente y confiando en él.
Cuando la suave música de jazz empezó a sonar y por fin pude divisar
toda la obra de Kenon me quedé perpleja,  nada de lo que había hecho
se podría considerar que fuera algo hecho especialmente para mí,
quiero decir, no es que no me guste el grAnnate, es un color muy
bonito pero no es mi favorito sino el de su hermano, más bien es como
si todo lo hecho girara en torno a Khaled, vale, tampoco me importa
mucho. Pero se supone que la ceremonia gira en torno a la novia,
siempre ha sido así, tampoco digo que el novio no pueda tener la
atención necesaria pero es que no es así como imaginé nada...
Había unas cuantas hileras de sillas vacías de más al lado del pasillo
donde tendría que caminar hasta llegar a mi futuro marido. La alfombra
era de un blanco impoluto repleta de pétalos de rosas del mismo color.
Y había muchísimas cosas más pero que carecieron de significado en
cuanto mis ojos se cruzaron con ese magnífico par de ojos verde
pizarra.
Estaba guapísimo en su traje medianoche, con su camisa y corbata, le
había visto así como un infinito número de veces y nunca había estado
tan guapo como hoy.
Cuando mis ojos se concentraron con los suyos todo rastro de
nerviosismo desapareció, ya no temía caminar y caerme, de hecho quería
ir corriendo hasta él y abrazarlo con todas mis fuerzas. Le había
echado tanto de menos a lo largo del día que ni me había dado cuenta
hasta ahora.
Su sonrisa se ensanchó cuando llegamos a su altura y yo por poco me
lanzo sobre él, sólo no hice porque Colin me tenía presa de su brazo.
— Cuida a mi hermAnna, capullo...— le da un golpe en el brazo lo que
hace a Khaled levantar una ceja, lo que me hace pensar que el golpe
fue más fuerte de lo normal.—  De lo contrario tendré que sacar el
arma de Reece a estrenar.

Dicho esto Khaled se ríe y Colin entrega mi mano a él y da un paso hacia tras.

— Estás preciosa Mapache. — me besa la mano y sonríe como nunca le había visto.
Y yo le devuelvo la más sincera en respuesta.
— Tu tampoco estas mal.—  le guiño el ojo lo que le hace reírse y
junto con él, yo.
Alguien delante de nosotros se aclara la garganta y nos obliga
abandonar nuestra burbuja y mirar hacia delante.
Kenon y yo intercambiamos una mirada de: di algo y te mato.
Al parecer mi querido cuñado iba a celebrar nuestra bodas, lo que no
sabía si me sorprendía o no...
— Estamos hoy aquí reunidos para celebrar el lazo de estas dos
personas que son tan importante para nosotros; Tricia y Khaled...—
hablaba con tanta seguridad y firmeza que no parecía que fuera su
primera unión matrimonial, me empezaba a preguntar si.... Nah.— ...el
amor es valiente y generoso, todo lo perdona y nada lo envidia, todo
lo soporta y por siempre perdura.
Dejé de oírle al mirar el perfil de Khaled tan concentrado en las
palabras de su hermano, es increíble que haya pasado más de un año
desde que le conozco, hemos pasado por tanto que parece que hayan
pasado muchos más... Le debía tanto a él... tanto a él como a su familia.
Me habían acogido, me habían tratado muy bien y habían sido muy
atentos en todo momento. Sobre todo me han ayudo muchísimo a mí y a mi
familia tras la muerte de mi madre, su madre siempre me había hecho
sentir como parte de ellos en todo momento, y ahora que estaba allí a
punto de ser uno de los O'Ryan de verdad, me sentía muy culpable de
que no estuvieran allí para compartir ese momento con nosotros. Quiero
decir, están nuestros mejores amigos y nuestros hermanos aunque
faltaban gran parte de las personas que me encantaría que hicieran
parte de esto. Como nuestras familias, y más amigos que hoy no están
aquí. Amo a Khaled, es obvio que me casaría con él, es el mejor chico
que he conocido, me quería con locura y lo demostraba siempre que
podía...Pero, quería una boda de verdad, no es que esto no lo fuera
pero, quería que mi familia... Nuestras familias estuvieran allí.
— Khaled...—  susurré dándole un codazo.—  Khaled...
—  ¿Qué?—  seguía mirando al frente muy concentrado.
— No podemos hacer esto...—  me muerdo el labio—  Nuestra familia no nos
perdonaría.
Le oigo respirar ruidosamente por la nariz y luego cerrar los ojos.
— Lo sé.—  me coge de la mano y su calidez me marea por un segundo.—
Mi madre nos matara.
Me muerdo el labio con más fuerza.
— ¿Qué hacemos?
—  ¿Podéis callaros? Estoy intentando casaros si no os habéis dado
cuenta todavía.—  Nos reprocha Kenon cerrándonos el pico a los dos.
Khaled y yo nos miramos y sonreímos de lado.
NO SÉ QUE HACER!!!
Y por su cara él tampoco.
— ¿...Khaled aceptas a Tricia como tu futura mujer... Para respetarla,
amarla, cuidarla, en la salud, en la enfermedad, en la riqueza y en la
pobreza hasta que la muerte os separe?—  Khaled y yo estamos uno
frente a otro mirándonos fijamente aun sin saber qué hacer, sus ojos
se han vuelto más oscuros y algún que otro en la habitación parece
estar conteniendo la respiración, en otras circunstancias yo también
lo haría pero no importa cuál sea su respuestas, pasaremos por esto
juntos, como siempre lo hemos hecho,
— Tricia...—  Dice y mi corazón empieza a latir como loco en mi pecho—
Yo... Mira te amo, no me importa hacer esta locura para estar contigo,
te he demostrado más de una vez que soy capaz de lo que sea para
mantenerme a tu lado y que te protegeré pase lo que pase, y si tengo
que enfrentarme a mi madre al tomar esta decisión lo haré. Así que,
Tricia Reece, sí quiero casarme contigo, ya sea en esta vida como en
mil más.
Sollozo sin poder contenerme, Khaled no era alguien romántico, pero
había veces que era todo un príncipe. Nada que ver con Gilbert, él me
daba miedo y me reprimía a todo momento, ya Khaled me hacía sentir
libre aún sin soltarme del todo. Me cuidaba, me mimaba, me amaba.
Cuando Kenon me hizo la misma pregunta que a él, si aceptaba ser la
nueva señora O'Ryan no lo dudé. Sí él daría la cara por mí, yo daría
la mía por él. Por qué es justo lo que haces cuando amas a alguien,
das la cara por esa persona aunque haya consecuencias por ello.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2020 ⏰

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