Beneficence

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Kisa acompañó al caballero que le esperaba en la recepción indicando a que habitación debían llevar sus pertenencias, mientras ellos iban a desayunar.

Agradeciendo la atención Haruhiko Usami siguió al joven que le indicaba como llegar a cada uno de los lugares a los cuales tendría acceso durante su permanencia, finalmente sonrió al saludar al mesero que le señaló la mesa que ocuparían y el menú que se había preparado.

Sentado uno frente al otro, permitieron que se les atendiera en la medida que Shouta continuaba con las explicaciones formales. Al haber concluido Haruhiko acomodó sus gafas para solicitarle el dosier y firmar donde aparecía su nombre. Cerró el porta-documentos para recibir un asentimiento por parte del pelinegro frente a él.

El resto del desayuno continuó en una amena charla sobre los diferentes aspectos del hotel, de arte, música y arquitectura. Antes de llegar al último plato, los ojos de uno de los herederos de la fortuna Usami, soltó una frase que solo logró las risas de ojimarrón.

—Es extraño que el significado de tu nombre en ruso y de tu alias sea el mismo: Gatito; tu pareja no es muy creativo.

—Considero que Asahina no tuvo en cuenta ninguna traducción...

—¿Asahina? Creí que tu amante era el hombre que lleva rato observándonos desde la terraza.

Con disimulo Shouta descubrió a Isaka y a Yukina en una de las mesas cercanas, Kaoru no daba puntada sin dedal, quería que su amado Ryu tuviese la certeza de quien aparentemente lo utilizaría esa noche.

—No necesito confirmar lo evidente, pero lo haré si me dices por qué Isaka te dejó plantado —el momento de reír fue del abogado.

—Es fácil, pero cambiaré mi petición, quiero oírte interpretar una de tus melodías Shouta.

El pelinegro extendió su mano para sellar el trato, al ver la leve sonrisa que adornaba el rostro de Usami, definitivamente pensó que Ryuuichirou tenía mucha suerte. Todos los hombres que lo cortejaron eran atractivos a su manera. El caballero frente a él poseía un intenso color marrón oscuro de sus ojos y cabello en contraste con su clara piel. Su cuerpo era musculoso y bien definido sin necesidad de ser exagerado, el costoso traje le quedaba como guante, incrementando la atención de las mujeres que ingresaban al comedor.

Limpiando su boca, le pidió escoltarlo al piano del salón, no sin antes escuchar su respuesta.

—Dos semanas previas al matrimonio Ryu me pidió una fuerte suma de dinero por un negocio que se le había caído, teniendo que pagar a los distribuidores; no dude ni un instante en dárselo junto con un 20% más para los intereses, cuando recibió el cheque me dijo que me pagaría hasta el último centavo, yo se lo ofrecí como regalo de bodas.

Los ojos de Kisa se abrieron por el amor demostrado con el hecho, Haruhiko negó con la cabeza para proseguir.

—Cuando estaba en la notaría recibí una llamada diciendo que me agradecia todo, y en especial el regalo, pero que no podía estar unido a alguien tan estúpido y manipulable —Kisa sintió que lo obligó a confesar algo doloroso; sin embargo, Usami se veía tranquilo, incluso aliviado—. Sé que Isaka sólo ama dos cosas, a sus padres y el dinero que logra estafando a los demás. Por eso acepté la invitación de tu jefe.

Con esa afirmación ambos hombres abandonaron la mesa para sentarse frente al piano e interpretar una de las melodías que Kisa compuso para sus primeras presentaciones, con maestría el abogado participó tocando a cuatro manos.

Yukina se sintió satisfecho por la declaración de Koneko, aunque la noche anterior el cansancio los venció evitando que llegaran más allá de caricias y besos reconociendo el cuerpo de cada uno, se hizo la firme promesa de saltar sobre su amado pianista tan pronto tuviese la oportunidad. No obstante, la expresión de Ryuuichirou era muy diferente, el ojiazul aprovechó que los presentes rodeaban a la pareja que ya empezaba la segunda tonada, para marcharse a sus aposentos. Quizás Haruhiko tenía razón, él solo amaba el dinero.

Feliz San Valentín +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora