En el viaje de capacitación, Iair, nos decía que había que estar preparado. Que esa era la diferencia entre nosotros y los demás. Que no se trataba de cantidad de músculos, cantidad de armas ni dispositivos a lo James Bond. Se trata de estar preparado. De contar con cierta información, cierto entrenamiento y de vuelta: estar preparado. Y efectivamente estábamos preparados. Por eso logramos abortar muchas situaciones que iban a afectar a la comunidad y el país. ¿Pero qué significa ahora estar preparado? Cuando la información es tan contradictoria, tan confusa, tan falaz. Que era un virus no más peligroso que la gripe, que solo afectaba a China, que solo a los viejos, que los chicos estaban a salvo, que el barbijo sí, que el barbijo no, que los guantes, que la distancia, que los respiradores... Atravieso la puerta sin saber bien para qué tengo que estar preparado. Solo sé que tengo un objetivo: mantenerme vivo. Mantenerme vivo para poder defender a mi familia. Siento como se tensan los músculos del cuello, como me dejan erguido y atento. Atravieso el comedor y voy revisando los cuartos.
ESTÁS LEYENDO
Diario del Coronavirus :: anarquía en Buenos Aires ::_ Covid-19
TerrorMarzo de 2020. Después de una noche interrumpida por pesadillas y malos recuerdos, Sebastián, un ex custodio de la comunidad, se asoma al balcón para ver el comienzo del fin. Bajo una lluvia copiosa, una persona cubierta en una bolsa de consorcio av...