мєѕтιzα »Sԋιƙαɱαɾυ Nαɾα« [Primera Parte]

15.

Se sentía frustrada, apretó su mandíbula mientras sentía su sangre hervir, ¿es que acaso era idiota?, se agachó mientras seguía viendo la pelea y como supuso, ganó. Miro como su amigo de cabellera alborotada discutía con el castaño, por primera vez estaba molesta con el, sabía perfectamente que le sucedía. Así que cuando subió no lo miro, no lo hizo o iría y comenzaría una pelea con el, y que significaba, se pondria a pelear a puños con el y ambos saldrían heridos así que simplemente suspiro y no lo miro.

La Senju soltó un suspiro junto a todos sus pensamientos negativos y se paró para después mirar aquella pantalla abriendo sus ojos por la sorpresa y recordó las palabras del Inuzuka

"Si te toca pelear con el de la arena... por favor rindete, es demasiado fuerte"

Lo ignoró completamente pues fuera el que fuera su oponente nunca se rendiría, pero ahora, sentía algo de temor por aquel chico que la ayudó, aunque no lo consideraba un gran amigo el la ayudó. Miro de reojo al de cabellos negros, estaba animado.

— Yumiko, mírame, veras que tan fuerte soy

La platinada solo fruncio levemente el ceño y antes de que el chico se fuera algo desanimado pues parecía que no le hizo casó habló

— Suerte...

Apesar de que lo dijo en voz baja el la escucho claramente y se ánimo.

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Estaba en shock, el peli negro solo se arrastraba para estar fuera del alcance de la arena de su enemigo, sintió su respiración cortarse al ver como la arena tomaba el brazo y pierna del chico de traje verde y en cuestión de segundos el pelirrojo solo habló mientras apretó su puño ocasionando que Lee soltara un grito desgarrador

Todos estaban sorprendidos al ver como término el chico, la platinada mordió su labio mientras se sentía frustrada por no poder ayudarlo cuando el si lo hizo.

Apesar de todos su esfuerzos el ojo turquesa había ganado la pelea. Miro con sorpresa como estaba de pie aún inconciente, al final llegaron los del cuerpo médico para llevárselo y observó como la expresión del rostro del sensei de Lee y Naruto cambian a uno de sorpresa y solo escuchó como este comenzaba a reprochar por lo que dijo el médico.

Se separó de los barrotes y se sentó apoyándose en la pared mientras ponía su cabeza en sus rodillas ya todas las personas que le importaban habían peleado. Aún así la frustración seguía en ella.

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Como debía sentirse tras los siguientes echos, todos tenían a alguien que los apoyaran para entrenar menos ella.

— Incluso Naruto consiguió a alguien...maldito Kakashi...siempre prefiendo a Sasuke

Estaba cansada así que solamente se tiró al suelo sintiendo en su piel el suave césped, había pasado los últimos 6 días entrenando sola, sabía que podía sola pero aún así no le quitaba el malestar

— Kakashi entrena al estúpido Sasuke, a Naruto lo entrena un viejo fantástico según el, Asuma entrena a Shikamaru...y el Sarutobi esta siendo entrenado por su profesora — soltó un bufido — Pelear contra Suno será interesante...tengo ganas de ver que tan fuerte es en realidad

Sentía la suave brisa acurrucandola y solo en cuestión de unos pocos segundos sus ojos se cerraron quedando dormida.

Abrió sus ojos de golpe pero no estaba en el campo, no estaba en tierra para ser claros. Estaba en el medio del agua, no se podía mover, solo las pequeñas burbujas de aire salían de sus pálidos labios, cerro sus ojos nuevamente para de nuevo abrirlos y al hacerlo no se encontraba sola en medio de aquel lugar, unos enormes ojos azulados la miraban fijamente.