26.

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— ¿Entonces?

Sus ojos pasaban por aquellas blanquecinas hojas leyendo cuidadosamente cada palabra. Al finalizar de leer miro a la albina para regalarle una sonrisa.

— Podrás iniciar tu entrenamiento como se planeaba. En tres días te irás de nuevo pequeña — le acarició la cabeza

— Pero ahora es por voluntad — la miro a los ojos — No te preocupes Tsunade

— Lo sé, confío en Tenzo para que sea tu acompañante

Los labios de la albina se fruncieron al escuchar el nombre de aquel hombre, no hacia mucho que lo conoció y no le caía nada bien tanto viceversa. Para ella era muy recto y estúpido y para él la Senju era una mocosa engreída e arrogante. Pero no tenían opción, el había sigo escogido como acompañante para el viaje de la Senju y ella no podía poner objeción. Lo único que podían hacer era tratar de llevarse bien.

— ¿Por qué él? — pregunto algo enojada

— De nuevo con eso. Él participó en la misión de rescate y fue quien te encontró inconciente. Es uno de mis ANBUS de confianza, es serio y enfocado en lo que hace. Por lo tanto es perfecto para una mocosa como tú

— Eso me ofende Tsunade...además si no te llegan reportes de el en algunos meses...sabrás quién lo puso bajo tierra — sonrió sadicamente

— Ni se te ocurra — le dio un leve golpesillo en la frente

— Oh vamos. Esa maldita cara de perro rabioso se la quiero golpear

— Realmente no entiendo porque se llevan tan mal, solo han hablado en dos ocasiones y no se toleran

— Pues es más que obvió, no nos agradamos. ¿No puede venir conmigo Asuma?

— Tiene su equipo, necesita convertir a sus genins en chunin

— ¿Kakashi?

— Tiene muchas misiones

— ¡Pero es mi sensei!

— Pero es de mis mejores jonins

— Eres malvada Tsunade. En fin. Dentro de poco podré comenzar mi entrenamiento y volverme más fuerte y así lograr el verdadero tamaño de Biru

— Lo lograrás, siempre superas mis espectativas

•|🌻|•

Ambos estaban en completo silencio mirando como el agua del pequeño riachuelo corría con rapidez. Estaban sentados en una de las rocas sin siquiera moverse hasta el que el castaño se acostó en aquella roca.

— Así que se te declaró. ¿Qué harás?

— No lo sé

— ¿Lo rechazaste? — la chica negó — ¿Por qué?

— No lo sé

— ¿Es lo único que dirás? — lo miro mal — ¿Te gusta?

La platinada no dijo nada, simplemente nunca había pensado en el de una manera romántica. La única persona que le interesó fue el castaño pero nunca se lo confesó ya que él le dijo desde hace tiempo que era como su hermana.

— No lo sé, el idiota es mi amigo desde la academia...nunca pensé que él llegará a sentir algo por mí. — cerró sus ojos acostándose en el estómago del contrario — Y yo por otra parte solo pensaba en mi clan y ser igual a mi abuelo. Casi nunca me paré a pensar en un amorío

— Y mañana te irás de la aldea. Tendrás tiempo para pensar, ¿no creés?

— Supongo que si. Aunque creó que sería mejor que encontré a otra chica

мєѕтιzα  »Sԋιƙαɱαɾυ Nαɾα«  [Primera Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora