мєѕтιzα »Sԋιƙαɱαɾυ Nαɾα« [Primera Parte]

17.

Los ojos posados en aquella chica de emblema singular. No salían más que murmullos de sus labios. No sólo estaban allí para ver a Uchiha Sasuke sino también para ver a la nieta del Nidaime Hokage, aquella mestiza de dos clanes poderosos, esa chica de singular aspecto.

— « La nieta del Nidaime Hokage. Será un espectáculo verla, dicen que es muy fuerte »

— « Seguro son palabrería. No podría superar a un Uchiha puro, deseguro no es más que un defecto »

— « Escuche que es muy buena con el Suiton.»

— « No se le ha visto con el Katon, una deshonra para el clan Uchiha »

— « ¿Sera tan buena como dicen?  »

— « Apostare a ella. No creo que un Sarutobi pueda superar a alguien con dos líneas sanguíneas tan fuertes »

— « Es una locura que apuestes a ella, no es más que una niña débil »

Aquellos comentarios no hacían más que avivar sus deseó de pelear y demostrar quien era. La mayoría de los participantes estaban presentes menos los integrantes de su equipo, la única presente del equipo 7 era ella o lo era hasta que el chico de melena rubia cayera en el estadio.

Los exámenes dieron inició mientras esperaban al chico del clan Uchiha, el primer encuentro se daba entre Uzumaki Naruto y Hyuga Neji. Los demás participantes subieron a las gradas pero antes de subir la albina le deseo suerte a su amigo imperativo. Todos decían que la victoria se la llevaría el genio del clan Hyuga, que el joven genin de bigotes perdería pero eso quedó aplastado cuando un golpe llegó a la quijada del castaño quedando tendido en el suelo sin poder moverse y así el Uzumaki ganó su encuentro. La albina no podía estar más orgullosa de su amigo, aunque también estaba preocupada por el chico de ojos perla.

Ahora era turno del Nara y la chica de la arena, estaba interesada en la pelea. Le gustaba la forma calculadora de la chica de coletas, también quería ver que tanto había mejorado su amigo de aretes. Cuando vio como Naruto lo tiro de un manotazo no puso evitar soltar una risa, le recordó un poco a su infancia con ambos, en aquellos tiempos donde ella era la única chica en un grupo de idiotas, aunque ahora sólo hablaba con el rubio y debes en cuando con el chico de coleta. Kiba y Choji, simplemente ya no había motivos para hablarles, fueron sus amigos en la niñez y eso había cambiado cuando sucedió la masacre del clan Uchiha, se había distanciado con todo el mundo y el único que siempre estuvo a su lado apesar de que ella lo ignorara era el Uzumaki y inevitablemente la Senju no pudo evitar sonreír de nuevo junto a el.

Sacudió su cabeza tratando de olvidar su niñez y centrarse en la pelea que estaba dando el Nara. No lo hacía nada mal, la estrategia que tenía era impecable cosa que hizo sentir extrañamente bien a la albina al ver que seguía igual de inteligente como siempre. La sombra había por fin atrapado a la rubia dándole la victoria al chico pero antes de que se declarara así este se rindió, sus labios se abrieron por la sorpresa, ¿era idiota? se rindió cuando tenía la pelea ganada.

Cuando el chico volvió arriba la Senju lo miraba fijamente, cosa que hizo sentir inevitablemente nervioso al chico pues aquella chica no le quitaba la vista de ensima.

— ¿Tengo algo en la cara? — pregunto fastidiado mientras un pequeño sonrojo acompañaba sus mejillas

— Si. Lo idiota — le respondió mientras fruncia su ceño

— ¿Eh?

— Encerio eres idiota. Dándote por rendido cuando tenías la victoria en frente de tus narices, más idiota podías ser.

El chico se quedó callado, no sabía que decir en su defensa y más aún al ver los rojizos ojos posados en el.

— Supongo que...siempre seras el estúpido vago. Todo es un fastidio para ti, Nara estúpido — una leve sonrisa se poso en su labios