🖤Beast Beat •|• 전 정국 •|• Omegaverse🖤

1🖤💜 Padre

Layla

Y como era costumbre, Roxy acaparaba toda la cámara mientras el fotógrafo le gritaba órdenes para que dejara ver más la ropa que mi padre había diseñado y menos su cara.

Yo observaba la escena desde lejos, sobre un sillón bien cómodo con mi nombre grabado en la parte trasera, mientras intentaba leer, cosa que era imposible.

Cada viernes mi padre me hacía ir a las sesiones de fotos, y siempre ponía como excusa que no quería que me quedara en casa, pero peor era que estuviera viendo cómo esas anoréxicas se paseaban con la hermosa ropa de mi padre.

Desde los inicios de la moda BloveG, todo lo que hacía mi padre terminaría siendo para mí, pero una vez que las personas descubrieron su talento y lo buena que terminaba siendo su ropa, se volvió una empresa multimillonaria e internacional. Para mí mala suerte, yo había sido olvidada como la primera fuente de inspiración.

Ahora mismo, aquí solo era la hija del jefe, nada más. Parecía un fantasma paseando por el edificio.

Tomé aire y volví mi mirada a las páginas, y cuando apenas llevaba tres renglones, otro grito me interrumpió.

Yo me levanté de mi sitio, dejé el libro y caminé por todo el estudio decidida a irme, siendo detenida por mi padre. Un hombre muy alto, de cabello y barba rubia brillante con unos pequeños ojos verdes oscuros.

- ¿A donde vas? - habló con una voz seria.

- Estoy agobiada, necesito salir. - alzó una ceja en forma de pregunta- Voy a ir con Jane al bosque un rato - le dije.

Entonces una voz chillona habló.

- ¡La niña quiere ir a jugar al barro! - se burló Roxy.

- ¡Cierra el pico, asqueroso palo! - le grité con rabia.

Mi padre me miró con desaprobación, entonces yo me aparté e intenté salir.

- Layla, no puedes salir, es una orden - me dijo él.

- Ve a darle órdenes a otra persona. Me obligas a estar aquí todas las tardes mirando como todas esas chicas pasan y las llamas de todo. Diviértete con ellas y su hermosura -

Cuando terminé de decir eso bajé la cabeza y salí del estudio camino al parking subterráneo.

Los pasos de mi padre me indicaban que venia detrás de mí, pero no me asustaba. A mucha gente le daba miedo mi padre, sobre todo cuando se enfadaba, pero a mí no. Ya no.

- ¿Porqué no te gusta estar conmigo? - demanda saber.

- Allí no estoy contigo. No pasamos tiempo juntos y mucho menos me siento cómoda. Tú trabajas y yo soy pisoteada por las modelos de pacotilla -

Me quité la fina camiseta que llevaba y la metí en el maletero, de este mismo saqué una sudadera negra y me la puse sobre el sujetador.

Cuanto más abrigada fuera, mejor, ya que soy una persona que no le va mucho el frío.

- Eres una caprichosa, si no estás en la universidad estás con tus amigas o en casa estudiando o escuchando música u otras cosas, pero nunca conmigo - se queja.

Respiré hondo.

- Padre. Cuando estoy aquí, nunca estoy contigo de verdad. Sabes que te quiero, pero cuando estás en casa te ves cansado, y aquí trabajos todo el día. Nunca estar por mi cuando te necesito - le dije.

Desaté los zapatos deportivos que tenía y me puse unas botas.

- Por favor, quédate conmigo. Mañana estaré en casa y podremos estar junto - me pide, pero todavía sonaba como una orden.