🖤Beast Beat •|• 전 정국 •|• Omegaverse🖤

20🖤💜 Pasó

Layla

- Jungkook, no seas pegajoso - me quejé con la cara aplastada contra el colchón.

- He dicho que si y es que si - me dice.

Estaba acostada boca abajo, sin camiseta ni sujetador, con la espalda descubierta ante él. Jungkook se había empeñado en hacerme un masaje con aceites y darme una hora de relajación.

Habían pasado solo dos días desde que desperté, y en ese tiempo, tenía al Alpha casi encima de mi a cada momento. Conseguía quitármelo de encima cuando tenía que ir al baño, y aún así, se quedaba cerca "por si acaso".

Tenía una paranoia metida en la cabeza con que algo malo me pasaría o que alguien quería hacerme daño.

Desde esa misma noche que sintió que alguien merodeaba cerca de la manada, casi no me ha dejado sola.

Hee, Sun y Mina estaban recogiendo sus cosas para irse ya. Y de paso, preparar la habitación que sería del bebé, aunque faltara mucho para que esa habitación se usara.

En vez de ayudar, Jungkook me había metido en nuestra habitación y casi me desnudo mientras me tiraba en la cama. Empecé a pensar mal hasta que me dijo que quería darme un masaje, y aún así, huelo algo raro en todo esto.

- Tu espalda no es tan grande, con una mano ya tengo más que suficiente - bromeó el Alpha.

- ¡Oye! - me quejé.

Sus dos manos dejaron caer una especie de primer aceite y lo extendió por toda mi espalda.

- ¿Alguna vez has hecho un masaje? - le escuché asentir. - ¿De verdad? -

- Cuando eres un Alpha y estás casi todo el tiempo entrenado, necesitas saber cómo controlar tus músculos, y relajarte tu solo. Por eso... Hacer masajes es algo que todos los Alphas sabemos -

Eso sí tenía sentido.

Sus manos dieron un leve apretón a mí espalda y se deslizaron desde la más baja zona de mi esposa hasta mi cuello.

Solté un leve jadeo de satisfacción y luego cerré los ojos con suavidad.

Jungkook siguió masajeando mientras disfrutaba de su tacto.

- Ahora que estás relajada... Es un buen momento para contarte algo -

"Ya decía yo que esto no era normal.¡Había gato encerrado!"

- Bueno... Más bien, esto es para que no salgas corriendo. -

Sentí como posicionaba cada rodilla al lado de mis caderas y sujetaba mi trasero sentándose sobre él.

- Jungkook,¿Alguna vez te han dicho que eres extraño? - mencioné intentando mirarle, pero el cuello no me daba.

- Nadie me ha conocido lo suficiente y tiene el valor para llamarme así, Layla -

"Mal royo" - avisó.

- Es por eso que quiero hablar contigo - su voz sonaba entrecortada, como si le costara decirle las palabras.

- ¿Y debía ser en esta posición? - me quejé.

- No puedo ir directo al grano y decirte lo que me pasa sin más, por eso debo explicarte todo desde los inicios -

Narrador Externo

Desde que el joven Jungkook tenía memoría, había sido el menor de todos los Jeon. Su familia era grande, e indiscutiblemente poderosa. Sus ancestros fueron Alphas grandes y fuertes que, junto a sus aliados, se expandieron por todo el mundo.