40 🖤💜 Respira

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Layla

Nadie, absolutamente nadie se atrevía a mirarme a la cara.

Después de llegar a la manada al mediodía, tras dormir algunas horas después del intenso dolor que pasé, Yoongi me trajo de vuelta.

Mi padre parecía el que más tenía confianza y me dió un abrazo, pero nadie hablaba.

Había un gran desastre. Muchos cadáveres, o lo que quedaba de ellos. Un líquido negro esparcido por ciertas partes y había un gran bache en la calle. Como... De algo titánico estirado ahí.

Intenté llamar a Jungkook, pero no cogía el teléfono. Lo intenté por la marca y nadie respondía.

Una vaga idea se me ocurrió como resultado a aquello. Algo que no quería que fuese real.

Jungkook había hecho eso de hace años. Él se había descontrolado.

Cuando reaccioné, me di cuenta de que estaba metida en casa. La única persona conmigo era Hee y estaba llorando hecho una bola.

Caminé hasta él y me arrodillé frente a su cuerpo sobre el sofá.

- Dime qué ha pasado, Hee - le pedí con suavidad - Dímelo tú, no quiero enterarme de otra forma -

Él levantó su cabeza y me miró dolido.

- No se mueve - murmuró.

- ¿Que no se mueve? - pregunté.

- El corazón de Jungkook, no se mueve -

💜🖤💜🖤💜🖤💜

No podía ser cierto. No quería creermelo.

Tenía el cuerpo de Jungkook frente a mí. Estaba acostado en nuestra cama. Namjoon y Taehyung se encargaron de traerlo hasta casa. Estaba vestido con un conjunto muy corto de ropa y tenía sangre en su cuerpo.

Jin le había examinado. Habían indicios de que él estaba muerto por un paro cardíaco. Su corazón no resistió.

Entonces... ¿Como es que yo todavía lo siento?

- Layla, deberíamos llevarnos lo - habló Sun - No deberías estar cerca de un muerto, estás embarazada -

Yo apreté mi mano contra mi otra mano.

Estaba llorando, había estado llorando desde que lo vi.

- El muerto es el padre de mi hijo - dije entre lágrimas.

- Ya, es cierto, pero - calló.

Hee la tomó de la mano y la sacó de la habitación. Luego Jin entró.

- Layla, ha venido una persona especial - me avisa él.

Dubitativa, salí de la habitación. Fuera, en el salón había una mujer muy muy baja, con el cabello blanco y la piel morena.

- Oh, Layla, que bueno verte - me saluda.

- Perdón,¿La conozco? - pregunto con suavidad.

- Tu a mí no, pero yo sí te conozco. Y tengo que hablar contigo y con tu pareja. -

Entonces los ojos se me nublaron por las lágrimas. No pude evitar hacer un puchero.

🖤Beast Beat •|• 전 정국 •|• Omegaverse🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora