🖤Beast Beat •|• 전 정국 •|• Omegaverse🖤

37🖤💜 Un secreto

No fue fácil asimilarlo. Entre saltos y gritos de terror, Jungkook y yo terminamos sentados en el suelo de un pasillo al azar.

Después de gritar de todo. De alegría, de miedo, tristeza, euforia, de ira... Todo, nos calmamos. 

Jungkook no dejaba de sonreír. Por mucho miedo que sintiera, estaba sonriendo. Y llorando.

Yo solo estaba metida entre sus piernas, mirando a la nada, con mi mentón sobre mis rodillas y los brazos abrazando mis piernas.

Ambos estábamos tirados por el suelo, en silencio.

- Eres demasiado pequeña. Tu no debes... Yo no tuve que... -

¿Se le había quedado paralizada la cara?¿De verdad?¿Como podía decir eso y sonreí?

- Jungkook - le llamé.

- Dime -

- Quiero fresas -

Jungkook besó mi mejilla.

- Te las conseguiré. Ahora... Mejor que no salgas. Hasta que sepamos que hacer... Quédate aquí,¿Vale? -

Yo asentí.

- Bien. Voy por tus fresas -

Se levantó y besó mi mis labios.

Se marchó y yo me tiré al suelo. Parecía muy dramática, pero no era para menos.

Tan solo tengo 20 años.¿Puedo acaso cuidar de un bebé?¿Soy capaz de hacerlo?¿Podré con ello?¿Con el embarazo?

" Alpha está feliz"

"-¿Como?-" pregunté desubicada.

"Alpha está feliz. Jungkook tiene miedo, pero Alpha está feliz. Es una nueva manera de marcar territorio."

Pensé en todo lo que iba a pasar ahora. Si decidís tener a este bebé... Mi padre, Ann... ¿Como se lo tomarían ellos?

¿Jin, Jimin... Hoseok, Hee?

¿Como se lo tomarían los Alphas y Jenf? Yo no soy la Omega oficial, por lo que debe ser solo la alegría de que el Alpha sea padre.

Jungkook... Siendo padre.

No me suena normal.

💜🖤💜🖤💜🖤💜

Noviembre estaba aquí, y yo no había salido ni a la puerta. El jardín estaba frío y lo único que quería era tocar el piano y comer fresas con chocolate.

Jungkook había hecho un encargo especial a uno de los agricultores para pedirle fresas solo para mí. Yo le ofrecí pagarlo todo, pero ambos se negaron.

Jin había estado persiguiendo a Jungkook, preguntando por mi, pero nunca decís más que "Layla está bien, solo no quiere salir".

No dejé las dosis de suero, pero tampoco hacían demasiado.

Acostada sobre el sofá, leyendo un libro y tomando mi batido, Jungkook abrió la puerta. Con una caja verde llena de fresas y algunas tabletas de chocolate amargo.

- ¡Jin, Yoongi, Jimin, Namjoon!¡He dicho que todo está bien!¡Calmate! - escuché decir a Jungkook.

Jimin fué el primero en sobrepasar la puerta, corriendo hacia mí. Se tiró sobre mi cuerpo y besó mi mejilla.

- Pensé que Jungkook te había matado y nos ocultaba el cadáver - lloriqueó Jimin - Y que ocultaba el olor con fresas. -

- ¡Layla, mi bebé! - se tiró Jin también.