- 47 - Clexa

Promesa de meñique (5)

Ya nos despedimos de los demás por fin, ya necesitaba estar a solas con ella e irnos a casa.

Octavia me pregunta si todo está bien al oido, le digo que todo está bien y que hemos hablado y tan bien. Octavia no parece muy segura, y me hecha la bronca por arrinconarla en un baño, que en retrospectiva, no fue el mejor lugar para tener esa conversación. Me pide detalles, pero me niego, respeto demasiado a Lexa, mucho como para repetir lo que me contó, incluso a Octavia.

Cuando llegamos a casa son las nueve y media mas o menos y Lexa, aún con su ropa de gimnasio, lleva a Heda a dar su paseo, ya que Hada es cómo su dueña, irresistible, le pidió con su mirada de cachorra preciosa un paseo y ambas se fueron. Me voy a la habitación, habíamos planeado acurrucarnos en el sofá y ver algunas películas antes de tener que empezar a hacer las maletas para irnos mañana al viaje de Tennessee, pero sólo puedo pensar en una cosa que quiero hacer esta noche...

Me siento como un niña pequeña en la mañana de Navidad, me quito rápidamente la ropa y las tiro en la esquina, lucho con el sujetador deportivo y al final logro sacarlo, me desprendo totalmente de mi ropa interior. Me doy cuenta que todavía huelo un poco a sudor, así que me doy una ducha a lo gato con una toalla limpia con agua y me limpio lo más rápido que puedo todo el cuerpo, me pongo desodorante frenéticamente y luego salto a la cama, con la manta que me cubra hasta el cuello.

Cinco minutos más tarde oigo que Lexa y Heda regresan.

-¿Clarke?- suena la voz alta Lexa desde la sala de estar

-Estoy aquí en el cuarto- le grito también, incapaz de ocultar el entusiasmo en mi voz

Una vez que aparece en el umbral de la puerta me mira con los ojos entrecerrados y una sonrisa aparece deliciosamente en su preciosa cara.

-¿Qué estás haciendo?- me pregunta mirándome sospechosamente

-Nada...- sonrío aumentando el agarre en la manta

-¿Vas a acostarte temprano al final, no quieres ver la película ni cenar?- pregunta mientras entra en la habitación y comienza a quitarse la ropa -Te entiendo, sí, yo me siento igual, estoy algo agotada después de todo lo que hablamos esta noche y el ejercicio... Podemos dejar la peli para otro día- murmura ella mientras sigue quitándose la ropa

Suspiro, no tenía intención de reabrir sus viejas heridas una vez más.

-Lo siento Lex, es sólo que Octavia, es muy protectora conmigo y bueno... Todo surgió de broma en realidad y se ha liado...- me río un poco avergonzada

-Conozco esa sensación, no te preocupes- me sonríe quitándose la camiseta por la cabeza y su cuerpo desnudo se revela a mi, ayúdame señor...

Mi corazón se acelera a causa de lo que dijo, pero luego se detiene por completo. Los contornos de sus preciosos abdominales todavía están latentes y sus pechos me están invitando a que se lo muerda y uf de todo.

Trago saliva incapaz de mantener en secreto mi propósito por mucho más tiempo, no es que sea un secreto para ella, porque está sonriendo y mirándome a los ojos como si ya lo supiera.

-Mmm...- hace un ruido sexy y se quita el pantalón hasta que todo que lleva puesto es solo su braga

Ella se inclina cerca de la cómoda y comienza a hurgar en mi maleta, me pregunto qué está haciendo, pero, sinceramente, sólo estoy distraída porque tengo la privilegiosa vista de su culo moviéndose en el aire, y en realidad no me importa mucho lo que haga...

-Ah, lo encontré- dice triunfante

Se da la vuelta poniéndose delante de ella mi antigua camiseta del equipo de fútbol, por dios... Coloco una mano sobre mi cara, ruborizada y avergonzada.