Capítulo 30

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Había aprobado el examen más difícil de aquel año. Pero su felicidad se debía también al hecho que la chica de las notas le había dejado una felicitándolo por aquello, aunque también se había burlado.

Sus amigos amaban molestarlo con la chica, alegando que se ponía más contento por las felicitaciones de una desconocida que por las de sus mejores amigos. Aunque tenían razón en aquello no quería decirlo en voz alta, qué tan extraño podía ser enamorarte de alguien que no conoces en persona solo por las notas que deja en tu casillero. Además no sabía si llegaría a conocer a aquella persona, el año estaba por terminar y no había indicios de conocerse, también estaba el hecho de que cuando terminará el año cada quien iría por su lado y tal vez no se volverían a ver nunca, no había razón para querer conocerse.

Mientras reíamos sobre las anécdotas que decía Caleb sobre la cena familiar que había tenido la semana pasada, veo pasar a la chica a la que había tratado mal hace unos días atrás. Al parecer era costumbre verla toda tapada, ni siquiera se podía ver bien sus ojos debido a la capucha y cubrebocas que llevaba, al parecer era demasiado tímida para socializar o tal vez no le gustaba estar acompañada lo cual también es válido.

Deje de prestarle atención cuando los chicos comenzaron a hacerme señas delante del rostro para llamar mi atención, supongo que me quedé demasiado tiempo viéndola sin pestañear, ni siquiera me había dado cuenta que la miraba fijamente, se habrá sentido bastante incómoda. Qué vergüenza estoy sintiendo mientras mis amigos se ríen en mi cara.

— Dejen de reírse, la gente nos miran raro.

Parece que se están ahogando y no riendo.

— Que vergonzoso te has vuelto desde que terminaste con la bruja que tenías por novia. — reprocho Caleb al tiempo que rodaba los ojos.

— No hagas eso te quedarás visco.

Eso sonó como mi mamá, esto de ser padre ya se está haciendo notar.

— Eso sonó como mi mamá, que miedo. — burló Daemon. — Por cierto, nunca nos dijiste por qué te reías de Caleb mientras leías aquella carta ayer.

— La chica de las notas dijo que Caleb era rubio teñido y ...— Daemon no me dejo terminar cuando ya estaba riéndose mientras apuntaba a un Caleb ofendido —.  Que debería tener más respeto por las personas que usan tacones.

— Mucha confianza esa chica, no soy teñido es natural.

— Claro que sí, rubio teñi ...

Ni siquiera terminó de hablar cuando Caleb ya estaba persiguiendo a su amigo por los pasillos, tuvo que seguirlos o se meterían en problemas y la verdad no quería decirle a su hijo que sus tíos no vendrían porque se metieron en problemas. Sería un mal ejemplo de parte de sus amigos, cuando se acercó a la pequeña disputa agarró una oreja de cada uno y tiró sacándoles una queja.

— Duele, duele, duele... — se quejaron al unísono mientras intentaban que los soltará, así que les tire más fuerte.

— Math suelta mi oreja antes de que la arranques de su sitio — murmuró Caleb con lloriqueos.

— Les advierto que si vuelven a golpearse o hacer lío como el de antes les voy a patear el trasero tan fuerte que tendrán que ir emergencias ¿les quedó claro, par de estúpido?

Ambos asintieron de manera rápida, apenas los solté me miraron mal. Se lo merecían por hacer desorden en el tiempo de descanso, acaso no se daban cuenta que muchos usaban este período para estudiar o estar relajado, son unos tontos al creer que no molestarán a nadie. Al ver que ya se calmaron regreso a mi casillero para sacar los libros que no pude debido al inconveniente que causaron estos dos, apenas abro de nuevo mi casillero cae una nota de color azul.

Al parecer otra vez perdí la oportunidad de ver a la chica, aunque estoy seguro que probablemente ella usó la distracción a su favor para poder ponerla allí, siento la presencia de mis amigos cuando estoy por abrir la carta, ignorándolos la abro. Suelto una risita al leer lo que dice, los chicos también ríen pues el mensaje va más para ellos que para mí.

《 ¡Hola Kiwi y sus amigos!

Vaya espectáculo se dieron recién, fue mejor que ver la rosa de Guadalupe. Ustedes si saben como llamar la atención de todo un pasillo repleto de estudiantes, fue bastante entretenido ver como Kiwi los detuvo de sus orejas.

Oye rubio, si eres teñido a mi no me puedes engañar. Te hiciste la permanente pero no por eso significa que nadie se daría cuenta o por lo menos aquellos que conocen el procedimiento, vaya a mentirle a su novia.

Damon usted si me cae bien, pero si da miedo. Espero sonría más seguido o pensaré que esta planeando un asesinato.

— Anónima 》

Guardo la nota junto a las demás para poder agarrar los libros que necesito para las próximas tres clases que son las últimas de ese día, los tres nos dirigimos a nuestras respectivas clases. Caleb y Daemon tendrían la misma materia y yo me tendría que ir solo, me despido y camino a la dirección contraria pues mi clase esta vez se sería en el auditorio debido a que compartía clases con los de teatro, al parecer mi profesor será suplente de esa clase por ese día.

Apenas entró me ubico en los últimos asientos que están más cerca de la puerta, quería irme lo más rápido posible cuando sonará el timbre que indicaba la finalización de la clase. La clase pasó con el profesor dándole la clase solo a teatro, los demás estábamos solo perdiendo el tiempo pues no entendíamos nada, cuando sonó el timbre que indicaba que la clase había llegado a su fin salí disparado para afuera encontrándome con mis amigos esperando.

Salimos juntos luego de dejar los libros en mi casillero y agarrar los que necesitaba para hacer las tareas asignadas por los profesores de ese día, nos subimos a la camioneta de Caleb y nos dirigimos a mi casa. Estaba necesitando un abrazo de mi pequeño hijo, había sido un día bastante cansador y sus energías estaban por los suelos. Una vez estacionado enfrente de mi casa baje del auto y me adentre a la casa encontrando a mi hijo en la sala coloreando algunos libros que le compre la semana pasada, apenas me vio dejó todo y corrió a mi encuentro, lo alcé en brazos llenando de besos todo su pequeño rostro sacando risas debido a las cosquillas que le proporcionaba.

— ¿Cómo se porto el bonito de la casa?

Cuestioné mientras lo dejaba en el suelo para que saludará a mis dos mejores amigos quienes estaban sentadas en el sofá esperando su tiempo para mimar a mi hijo.

— Dile a tu papá sobre el desastre que hiciste en el baño — reprocho con cariño su madre —. Les hice unos sándwiches que están en la mesada, aún no está lista la comida.

— ¿Hunter, qué hiciste en el baño? — cuestioné viendo la cantidad de agua que había por todas partes, esto explicaba porque su ropa estaba un poco húmeda al igual que su cabello.

— Bichito estaba sucio.

Con esa sola frase entendí todo, mis amigos al parecer no porque se quedaron mirando a mi hijo con confusión y luego me miraron esperando que les explicará.

— Su muñeco estaba sucio así que intentó limpiarlo pero al parecer terminó poniendo sin querer el tapón a la bañera logrando así que esta desbordará. Al no poder sacarlo o cerrar la llave del agua pues el agua salió para todos lados ¿es así, campeón?

— Si, papi.

— Te dijo tres palabras, tres y tú nos acabas de contar todo lo que pasó guiándote por las tres palabras que dijo tu hijo. — hablo sorprendido Caleb.

— Tranquilos muchachos, mi esposo es igual. La verdad no entiendo, a veces me dejan sorprendida y eso que soy una super mamá.

— Dejen el dramatismo y vamos a comer, que debemos ayudar a mi hijo a hacer sus deberes.

Con eso se dio por finalizado el tema. La tarde la pasé ayudando a mi hijo con sus deberes y jugando con él, estos momentos son los que más atesoro en mi vida siendo padre soltero, saber que para mi hijo soy un superhéroe. Caleb y Daemon se fueron luego de cenar y, acostar a mi hijo en su cuarto, mi madre se había ido unas horas antes pues mi padre se iría de viaje esa noche.  

¡Hola Kiwi! (#1 Kiwi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora