⚓Interpol⚓ Larry Stylinson. [Omegaverse]

Six.

Tic tac, tic tac, tic tac.

Louis ya no soportaba el horrible sonido que producían las manecillas del reloj.

¡Estaba harto!

Llevaba escuchando ese horroroso sonido desde que Harry se había ido a trabajar, hace exactamente 30 minutos. Y ya no podía seguir escuchándolo.¡Ya no! Ya había tenido bastante con que no le hayan dejado ir a trabajar por que tenía que "recuperarse" después del "horrible acontecimiento que vivió", palabras de su jefe.

Así que no había puesto objeción después de que le dijera que para un omega eso había sido algo traumático aunque obviamente no le dijo que él había vivido peores acontecimientos que esos y que también sabía muy bien que tipo de arma y calibre habían utilizado.

Si su jefe supiera eso, no lo habría mandado a que se recuperara y estuviera a gusto tratando de investigar más sobre las armas robadas.

¡Pero no podía!

Así que por ese motivo estaba viendo como el tiempo avanzaba muy lento, demasiados lento a decir verdad, parecía que el reloj se burlaba de él y se movía más lento que de costumbre. Aunque eso no podía ser posible ya que los relojes no podían burlarse por que no tenían vida y... si, ya estaba volviéndose loco solo por estar menos de una hora sin hacer nada.

No tenía ganas de ver una película por que simplemete no había una que le llamara la atención, así que optó por salir a explorar la ciudad. Nunca había ido a New York así que era tiempo de hacer un gran recorrido. En el tiempo que lleva en la Interpol (que son cinco años) había salido del país solo tres veces. La primera vez fue cuando lo mandaron a la sede de la Interpol en Francia. La segunda fue cuando se tuvo que hacerse pasar por el hijo de un millonario para atrapar a una banda de secuestradores en Rusia y la tercera vez fue cuando viajó a Italia por una serie de asesinatos y donde casi pierde la vida ya que esas personas lo habían secuestrado pero su equipo llegó a tiempo y no le pasó nada tan grave.

Aunque si lo habían atado a una silla y estaban a punto de dispararle en la cabeza cuando su equipo había entrado y había matado al que quería matarlo. ¡Pero no le pasó nada! ¿Y eso era lo bueno ¿no?

Después de ese accidente en Italia, su jefe había decidido en que ya no lo pondría en casos peligrosos y por ese motivo había estado trabajando desde su oficina, dándole a los demás información y no disfrutando de la adrenalina de un caso, hasta ahora. Que le habían asignado el caso de el trafico de armas con el mismísimo Harry Styles.

Salió del edificio de su departamento y empezó a caminar. Estaba cerca de Central Park así que siguió ese rumbo. Quería recorrer los alrededores de ese parque, además de que llevaba su celular y no sería tan grave que se fuera sin avisarle a el rizado. Él podría llamarle y pues le contestaría sinceramente de que habia salido.

Llegó al parque quince minutos después, habían muchas personas y en la mayoría niños. Estaban en las vacaciones de verano así que era muy lógico que hubieran muchos niños jugando con sus pelotas ahí. Algunos se tropezaban con sus cortas piernas y caían para luego ser levantados por sus padres.

Encontró una banca y se sentó. Apenas eran las nueve de la mañana así que no habría problema si se quedaba un rato en el parque, mirando a los niños y simplemente disfrutando de la tranquilidad. Además era mejor, ya que aquí podía distraerse con cualquier niño que corría por su pelota y no quería regresar al departamento en el que estaba muy solito y aburrido.

Después de relajarse unos minutos, se dio cuenta de que no había desayunado nada así que empezó a buscar con su mirada algún carrito de comida y lo encontró. Se levantó de la banca en la que estaba sentado y caminó hacia el carrito de comida. Habían muchas personas haciendo fila así que se formó detrás de la última y empezó a ver los letreros para ver que podía comprar. Todo se veía delicioso.