⚓Interpol⚓ Larry Stylinson. [Omegaverse]

Seventeen.

Habían pasado treinta minutos desde que había marcado el número y aún nada. El ojiazul creía que quizás estaban algo alejado de la ciudad y por eso no habían llegado todavía.

—No te desesperes, ya verás que en cualquier momento vendrán a dispararles a todos.—dijo Ian tratando de tranquilizar al ojiazul.

—Es que no puedo, no quiero que nada le pase a Harry.—dijo el ojiazul preocupado.

—Nada te pasará ni a ti ni al bebé.—dijo Ian con seguridad, él se encargaría de que nada les pasará.

—¿Cuál bebé?—preguntó el ojiazul confundido.

—Pues él que...

Los sonidos de disparos se escucharon alrededor, ambos chicos miraron hacia la puerta esperando que alguien entrara pero nadie entró.

Los sonidos siguieron y se detuvieron después de eso. El ojiazul podía escuchar el sonido de un helicóptero arriba.

—Te dije que llegarían.—dijo Ian sonriendole al ojiazul.

—Me lo dijiste.—dijo el ojiazul con una sonrisa.

La puerta fue abierta de golpe y por ella entraron Jonathan, Karen y dos betas más.

Por el aroma de Jonathan, el ojiazul supo que estaba furioso. Soltó la mano de la omega y se acercó hasta él.

—¿Me pueden explicar como mierda dieron con está dirección?—preguntó el alfa enojado. Mirando entre él ojiazul y el alfa.

—No lo sé, nosotros no podemos soltarnos.—Ian contestó mirando al alfa—. Además de que yo ya estoy muerto.

—¿¡Entonces como mierda supieron!?—gritó de nuevo el alfa mirando al ojiazul.

—A mi no me veas, que ya tengo los brazos cansados por haber estado en esta posición por horas.—dijo el ojiazul bostezando, tenía hambre, sueño y estos estúpidos no lo dejaban en paz.

—Así que si ninguno de ustedes fue, ¿quién fue?—preguntó el alfa dándole una mirada a la omega con la que venía—. No te atreverías, ¿cierto Karen?—dijo el alfa sacando un arma y apuntándole con ella.

—¿Qué? ¡Por supuesto que no!— contestó la omega mirando a su "novio"—. ¿Cómo puedes desconfiar de mi?—preguntó la omega con fingida tristeza ya que su aroma la delataba, ella estaba aterrada.

—No lo sé, ya no se que creer.— dijo el alfa bajando su arma y ahora apuntando a Ian—. Si no me dices como es que llegó la Interpol aquí, mataré a tu amigo.

—Él ya sufrió mi muerte.—dijo Ian mirando al ojiazul—. Mis amigos, mi familia, ya saben que estoy muerto. No cambiaría nada.—dijo el alfa sonriendole al ojiazul.

—Tienes razón.—dijo Jonathan bajando el arma de nuevo y ahora apuntandola al ojiazul—. ¿Qué dirá tu novio cuando llegue y te encuentre muerto?

—No diré nada, por que aquí estoy yo para salvarlo.—dijo el rizado entrando a la habitación y encontrándose a su omega con sus manos extendidas hacia arriba y con una cadena alrededor.

—Harry.—susurró el omega para si mismo, su alfa había llegado por él.

Todos voltearon a mirar al gran alfa que entraba por la puerta, llevaba un chaleco antibalas y dos armas más a un lado de su pantalón. Y en sus manos traía otra arma.

—Ni siquiera sabes cómo utilizar eso.—se burló Jonathan mirando al ojiverde—. Tan solo eres un multimillonario que cree que me ganará a mi.