Seven.

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Después del vergonzoso suceso en el callejón. Ninguno de los dos hablo de ello. Harry había llevado al ojiazul al departamento y había regresado a su trabajo.

Ahora el ojiazul entraba a la estación de policías con sus mejillas sonrojadas ya que se había besado con el ojiverde pero de alguna manera el beso había subido de nivel. Y se habían separado solo cuando el celular del alfa había sonado. Así que estaba muy avergonzado.

Entró saludando a todos y dirigiéndose a su oficina en donde ya lo estaba esperando Ian con café y donas.

—Buenos días, Ian.—saludó el ojiazul dejando su mochila debajo de su escritorio y sentándose en su silla.

—Buenos días, William.—saludó también Ian mirándolo directamente a los ojos—. ¿Y qué hiciste ayer después de que entre a la estación?

El ojiazul volteó a mirarlo y después agachó la mirada en sus zapatos cuando el recuerdo del día de ayer llegó en su mente.

—Nada. Edward me llevó a almorzar y después me dejó en nuestro departamento.—dijo el ojiazul abriendo la caja de donas y sacando una con glaseado.

—No tienes por que mentirme.— empezó diciendo Ian bebiendo de su café—. Es normal que quieran tener sexo en donde sea pero tienen que tener cuidado en donde.

—¿De qué hablas?—preguntó el ojiazul confundido.

—De que no deberían de tocarse en un callejón transitado.— contestó el alfa viendo que el ojiazul se había sonrojado—. No te avergüences, es normal.

—¿Nos viste?

—Solo vi que estaban en una posición muy comprometedora, así que me di la vuelta y les dije a todos que no pasaran por el callejón ya que había un animal muerto.—Ian hizo una mueca—. Así que todos me hicieron caso y rodearon todas las calles.

—¿Porqué?—preguntó el ojiazul.

—Por que eres mi amigo.— respondió sinceramente el alfa—. Aunque déjame decirte que no deberían de dar esas demostraciones, lo bueno era que fui yo quien los vio. Si hubiera sido otro policía, los hubieran metido a la cárcel por exhibicionistas.

Las mejillas del ojiazul se tornaron más rojas cuando el alfa termino de hablar.

—Gracias, Ian.—dijo el ojiazul con una sonrisa.

—No es nada.—contestó el alfa—. Así que... ¿para cuando el bebé?

—¡Sabía que había algo detrás de todo eso!—gritó el ojiazul señalando a su amigo—. ¿Nos dejaste ahí solo para que hiciéramos un bebé?

—¿Si?—el alfa vio la mirada de el omega y rápidamente negó—. Digo no, por supuesto que no. Solo te decía que para cuando el bebé, por qué...

—Ni siquiera tienes explicación.

El ojiazul negó y bebió de su café con una sonrisa, su amigo estaba avergonzado, mucho, y era increíble por que Louis nunca lo había visto tan avergonzado.

—William, te necesitan afuera.

Ambos chicos voltearon a mirar hacia la puerta y ahí estaba Carson recargado en la puerta.

—¿A mi?—preguntó el ojiazul señalándose así mismo.

—Si, un alfa robo en una tienda de comida y llevaba consigo a un niño pequeño.—dijo el alfa—. Al parecer dicen que es su hijo.

—De acuerdo, iré.—el ojiazul se levantó y se sacudió las migajas que habían caído en su ropa—. ¿Vienes?— Preguntó al alfa que solo asintió.

⚓Interpol⚓ Larry Stylinson. [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora