Retos de Mariana

Eres feliz.

Esta mañana cuando recibí el reto, me estaba arreglando para ir a una actividad de la universidad.

Me inquieté mucho, porque personalmente siempre he querido tener claridad de esta pregunta, pero la verdad no ha sido fácil responder a esa pregunta.

Sin embargo cuando llegamos al parque de los Yarumos y ver tantas personas, me dije: Hay muchas posibilidades aquí.

Acostumbramos con un grupo de estudiantes, acompañar a las excursiones que llegan a visitar este EcoParque y hoy no fue la excepción.

Llegamos y me asignaron un grupo de 7 personas, de diferentes edades. Siempre trabajamos de a dos, por lo tanto, Diego tomó parte del grupo, los más jóvenes y yo me quedé con una pareja de la tercera edad, que se veían para su edad muy vitales y con mucho entusiasmo.

Iniciamos la caminata y se pueden imaginar las bellezas que hay, bambúes, guaduales, flores y aromas frutales. Todo lo que nos rodea es armonía, de color verde y ante todo un silencio que te permite conectarte con la naturaleza, porque mientras vas caminando, todo te encapricha, los colores llamativos de las flores, los aromas del polen y el sonido al fondo del agua correr. Para nuestra sorpresa hoy fue un día soleado, la temperatura rodeaba a los 21º, y en medio de esta caminata recordé el reto y como iba con la señora Amanda y su esposo, me atreví a preguntarles: ¿qué era para ellos la felicidad? Doña Amanda sin titubeos me miró con sus ojos llenos de resplandor, miró a su esposo y me dijo: Mi niña, la felicidad es estar aquí. Tengo 75 años, llevo casada con este hombre más de 50 años y aún me sorprende ver los colores, el olor de las flores, en sí, la majestuosidad de la naturaleza. Hace 5 años decidimos con José que por lo menos íbamos a conocer Colombia por todos sus rincones, nuestros hijos se opusieron al principio, pero ahora nos apoyan, no tanto en lo económico, porque ellos tienen sus responsabilidades, sin embargo, con que no nos pongan problema, con eso, ya estamos conformes.

Por eso, sin poder decirle nada, le agradecí por su respuesta y seguimos el camino. Luego de que pasáramos el puente colgante, me devolví hacia ellos y les dije: me quedé pensando en su respuesta y de verdad, es muy bello lo que me dice Doña Amanda. Don José me miró, me picó el ojo, le dio un beso a su esposa y contestó con toda firmeza, ahora tendrás que construir tu propia definición.