Estaban en la sede de la Hermandad Oscura, Fargan les mostró todo lo que traían entre manos, aunque eso significará echar patas arriba a sus.... ¿amigos? No, los amigos no se hacen eso. Se podría decir que su relación era: perfectos desconocidos. Dio todo lo que sabía sobre la Hermandad Oscura, pero aseguró que no sabía nada del secuestro. Sus amigos estaban presentes mientras escuchaban el relato de Fargan.—¿Entonces ustedes fueron los tontitos que me reventaron la entrada?—preguntó Vegetta con una ceja levantada.
—Luego arreglamos lo de tu puerta, el huerto de Auron, las explosiones en los bosques de la casa de Luzu...—Andrea tomó aire para continuar con la larga lista de actividades de la Hermandad Oscura.—...Sirenas secuestradas para llevarlas a un zoo bajo tierra...—lo último lo dijo con un tono de duda y sorpresa.—secuestros de mascotas y familiares...y finalmente explotarse su propio huerto...
—Lógicamente me lo exploto Auron...—comento Fargan pero al ver la cara de todos se callo.
—¿Sabes donde esta Alex?—preguntó Auron a Fargan y este negó tiernamente.—Ósea, nos llamaste AH! Es que ya encontré a-a-a Alesbih pero no se donde se encuentra en estos momentos ¡joder¡ ¿Cuanta probabilidad es que esté vivo y aquí?
—Muy alta...—contestó Maya viendo un librero.—¿Desde cuando tienen ese librero?
—Lo tenía Willy de decoración, era el que pasaba más tiempo aquí.—comentó acercándose al librero.—Ruben se la pasaba de un lugar al otro, y yo me lo pasaba con mis amigos o en la Taberna Oscura.
—Aquí hay marcas en el suelo.—señaló Vegetta.—¿Habían movido ese librero antes para algo?
—No que yo sepa, más que Ruben y Guillermo hayan hecho reformas de decoración.—comentó.
—O mejor dicho, que hayan hecho una ampliación de la sede...—balbuceó Andrea caminando hacia la marca en el suelo.—¿Sabes si hay algún modo de saber si es reciente?—su pareja negó.
—Solo hay una forma de averiguarlo.—contestó Luzu acariciando la madera con delicadeza como si intentara descubrir que había detrás de ella, ¿estaría su amigo ahí adentro?—Necesitamos moverlo.
—¿Y como sabemos si no hay minas ni cosas así?—preguntó Mangel.
—Lo averiguaremos en cuando lo sepamos.—respondió Fargan.—Yo iré primero.
Movieron el librero con algo de facilidad, había un pasillo inofensivo con una puerta metálica hasta el fondo. Estaba abierta, sólo que en el interior no había nadie. Solamente una silla cómoda, y manchas rojizas-negras en el suelo, ya secas.
—Mirad esto, chicos.—comentó Vegetta con un pedazo de cinta negra en manos.—Esta todavía con pegamento.
—¡Si!—exclamó Maya arrebatándosela de las manos.—Si ponen mucha atención aún tiene pelillos, es lógico que se la colocaron en los brazos o en las piernas.—se quedó unos segundos en silencio.—Eso se podría significar dos cosas: cambiaron al comisario de sitio o se lo llevaron con el. Tampoco hay que descartar la idea de que este muerto, aunque es poco probable.—sonrió amigablemente aunque parecía que se le había ido la olla.—¡Dios mío, se me ocurrió una idea bastante buena. Ahorita regreso.
—¿¡A donde coño crees que vas!?—preguntó Mangel agarrándola del estómago.
—¡A escribir!—dijo radiante. Al ver la cara de todos susurró una Ush... y volvió a donde estaba antes.—¡Perdón! Iba a buscar en la casa de Guillermo ya que ahora están revisando la casa de Ruben.
—Te acompañó.—dijo rápidamente Fargan corriendo hacia la muchacha.
Maya iba delante de Fargan mientras cruzaban el túnel de la Hermandad Oscura a casa de Willy. Fargan todo el tiempo pensaba donde estaría AlexBy.
Caminaron por toda la casa, había unos policías buscando entre muebles, etc.
—¿Con que Willy es muy fan de leer?¿no?—preguntó Maya acercándose a un librero.—Tu conoces a Willy mejor que nadie...
—Creí haberlo conocido....—contestó.—Pero si me preguntas sobre dónde puede estar Alesbi no tengo ni la más puta idea.
—Cuéntame sobre el Guillermo que conocías.—comentó y después preguntó.—¿Cual es su parte favorita de la casa?
—Supongo que su acuario, o tal vez la parte desde arriba. Se puede ver todo Karmaland desde ahí...
—Vayamos al punto, ¿sabes dónde podría ocultar un cuarto secreto?
—Posiblemente, solo que este Guille es muy listo.
—Pero nosotros más.
—A él le encantaba minar, si tenía hijos lo primero que les enseñaría hubiera sido a picar.—comentó rápidamente.—Su terreno es bajo tierra, así que supongo que debería estar en su mina, el tenía habitaciones para el descansar cuando fuera a minar.
—Pero Alex necesitaría aire.—comentó Maya buscando un punto.—Eso significa que tenía una mina cerca de aquí que en lugar de bajar, subía por una montaña.
Se quedó congelado, ya sabía donde estaba su amigo. ¿Como no se le pasó por la cabeza buscar por ahí? Era tan obvio. Literalmente aplicaba el término de que lo tenía debajo de sus narices, o de sus pies en ese caso. Corrió al túnel de la Hermandad Oscura, el junto con Willy y Rubius eran los Únicos que tenían esa llave, la llave de las recámaras. Aunque con un poco de esfuerzo se podía tumbar esa puerta metálica, difícil pero se podía. Tenía que haber una ampliación en esa sala. Corrió hacia ella, sin siquiera pensarlo lágrimas corrían por sus mejillas que se iban rápidamente gracias al movimiento. Se tropezaba constantemente pero eso no le impidió detenerse. Abrió la puerta, aunque le costó su rato, su mano temblaba. Empujó la puerta y la única luz que entraba era por una pequeña ventana y una antorcha. Se dio cuenta que la pared enfrente de la ventana había un pequeño hoyo. Las rocas estaban movidas, ¿cuanto tiempo le costó a Willy tapar esa pared y quitarla sin llamar la atención de Fargan? Logró quitar una roca algo grande pero por culpa de esta se hizo un grave raspón en la palma de la mano causando que soltara un pequeño gemido. Vegetta llegó y quitó las piedras con cuidado y rápido. Había un pasillo que parecía que no tenía fin.
—Andando.—ordenó con la antorcha en mano.—Tiene que estar por aquí, no por nada ocultarían la entrada.
Caminaron por unos pocos minutos. Una puerta de metal que no tenía seguridad aparente. Era una maravillosa noticia si es que Alex estaba detrás de ella.
Demasiado bueno para ser verdad
La abrieron, ahí estaba el. Tenía un camisón blanco que le quedaba algo grande, probablemente si se lograba poner de pie le cubriría los muslos. Tenía un bóxer negro. Su pelo estaba enredado. No era el mismo, ¿alguna vez lo sería? Fargan se acercó a él lentamente y tocó su espalda acariciandola, el joven estaba profundamente dormido, o desmayado, pero no muerto. Aún su piel tenía ese calor característico de una persona viva.
—Llamen a una ambulancia.—dijo una voz detrás de ellos.—Es urgente encontramos al comisario.
Fargan tenía las mejillas húmedas en cuando llegó la ambulancia, tenía a su pequeño niño entre brazos cubriéndolo y acariciandole la cabeza, susurrándole al oído que todo va a estar bien.
¿Realmente lo estaba? ¿O lo llegaría a estar alguna vez?
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¿Que somos? [FargexBy]
Fanfiction¿Que somos? ¿Compañeros? ¿Amigos? ¿Amigos con derechos? ¿O novios? Hay varias preguntas las cuales no tienen respuesta. Podrán investigar mil casos, pero al fin y al cabo no resolverán uno: ¿Que siento? ¿¡QUE SOMOS!? Dibujo de @Nicky131211