Capitulo veintitres: lo que paso la noche pasada

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Hours ago
14:05

Alex estaba en ese incómodo colchón intentando conciliar el sueño, no podía, estaba muy asustado. No podía acomodarse, cualquier movimiento podía hacerle soltar un pequeño gemido. Estaba vestido con la ropa de Fargan, con sus dedos y mucho cuidado acariciaba la tela de la sudadera gris. Era el único movimiento que le gustaba y lo mejor del asunto es que no le dolía. La puerta se abrió y el cerró los ojos. Nuevamente a la pesadilla.

—¿Como está mi Alex?—preguntó muy alegre Guillermo.—Te tengo dos noticias, una que te alegrará y otra que probablemente te deje muerto.—la mirada de Alex se fijó en Willy.—La buena noticia es que Fargan te busca como loco, ¿y sabes lo mejor del caso?¡Que dice que soy muy majo! Deberías pensar como el, mira, hasta me acaricio el pelo.—Alex no pudo evitar soltar una risa.

—Que inútil eres, Díaz.—balbuceó apoyándose con su codo en el colchón.—¿No ves que lo hizo para tomar evidencia? Cada paso que da el es un paso más a tu muerte.—los dientes de Guillermo se apretaron.—Es dulce que creíste que Fargan era un idiota mientras tu te creíste que el era el idiota y realmente tu lo eras.—sin poder soportarlo más, Guille saco una navaja y amenazo a Alex con el filo.—¡Andando!¡Hazlo! Aquí el que pierde, no soy yo. Así que anda, clávame la jodida navaja, ¿¡eh!? ¿O tienes miedo?—se burlo y la mirada de Guillermo reflejaba que si, aunque su cuerpo daba a entender que no.

—No, no tengo miedo de matarte.—respondió indignado.—Solo quiero una forma que sea divertida para mi y dolorosa para ti. Pero si, tienes razón, me embobe al creer que Fargan solo me acaricio el pelo.—se burlo de si mismo
hasta que unos segundos después se calmo.—Y ese pequeño detalle le costará mucho, ¿no crees?—sintió un nudo en la garganta.—¿Y por que no lo pagamos contigo?

—Lo que tengas que hacer, hazlo, pero rápido que no tengo todo el día.—gruño Alex con una sonrisa.—¿Que vas a hacer, Díaz?

—Llamaré a Ruben para que te inyecté una dosis.... sólo eso, vamos, hemos hecho cosas peores.

Guillermo salió del cuarto oscuro. Se atontó viendo cómo la puerta estaba abierta, podía escapar. Se levantó y camino algo tambaleante a la entrada, sus piernas hace tiempo que no las ponía a trabajar así y aparte tenía heridas en ellas haciendo que le doliera a caminar. También le dolía parte de su cadera, bueno, le dolía todo el cuerpo. Abrió la puerta y cayó al suelo cuando se dio cuenta que enfrente de él estaba Rubius y Guille, el primer nombrado estaba con un carrito con varias pequeñas botellitas y una jeringa.

—Te íbamos a poner una mascarilla pero es mejor la jeringa, ¿o te da miedo?—se burlo Guillermo.

—Solo será un piquetito.—dijo Rubius metiéndole el líquido a la jeringa.—Te va a doler un poco, pero después te sentirás de maravilla y podrás descansar.

—Literalmente.—comentó Willy encendió un cigarro.—¿Necesitas ayuda con eso?

—Si, no queremos matarle, esto es anestesia general, aunque la dosis ya está medida para que solo duerma unas horas puede correr riesgo alguno y todavía no sabemos nada de si tiene algún tipo de alergias, etc.—comento Rubius golpeando delicadamente la jeringa.—Ahora apaga ese cigarro y mueve el culo.

Willy asintió y apagó el cigarro agarrando a Alex, cargándolo hasta la cama y agarrándolo.

—Afloja, AlexBy.—comentó acercándose a él.—Ya hemos hecho esto antes, pon de tu parte.

Willy preparó el brazo del menor para que cuando la jeringa se acercara pudiera metérsela con cuidado. Cuando todo el líquido se quedó dentro de las venas de AlexBy lo recostaron sobre la cama.

—Lo cambiamos y nos vamos, ¿vale, mi Rub?—preguntó Willy.

—Me parece fenomenal...

¿Que somos? [FargexBy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora