Capitulo 7: Andres

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No… No… ¡NO! ¡NO PUEDE SER! Vuelvo a mirar mi cama con mi piel pálida y una cara horrorizada… ¿Por qué? ¿Por qué? Odio mi vida…

No podía ser otro día en el que llegara…

—Oye tarada, levántate que tienes que… ¿Qué te pasa? —Marcus… No debiste entrar…

Le mire como si estuviera poseída por algún demonio o yo que sé. El me miro con horror, como ya sabiendo que pasaba.

— ¡NOOOOOOOOOOOO! ¡POR DIOS! ¡LA TIENE! ¡LA TIENE! —y salió corriendo de mi habitación.

Señor santísimo… Iba a tener que pasar una semana muy difícil…

Me levante de la cama con cuidado de no manchar nada y fui directamente al baño, quería por lo menos refrescarme del dolor que tendría, sino, iba a ser asesina en serie cuando llegara al colegio.

— ¿Tus pastillas?

—Aquí

— ¿Toallas sanitarias?

—Aquí

— ¿Cuantas?

—Cinco y de las nocturnas, de esas las súper largas.

—Bien. Pañitos húmedos

—Sin fragancia, para evitar cosas.

—Bien, estas lista. Cuida de no ser arrestada en pleno colegio por matar a alguien, solo porque tienes la regla.

—Lo se

—Aline… —Rose se cruzo de brazos.

— ¿Qué? —fruncí el ceño. Ella era la única que podía conmigo cuando estaba en mis días.

—Prométeme que no patearas, golpearas o amenazaras a nadie de muerte, ¿de acuerdo?

—No te prometo nada, estoy sensible —y con eso salí de casa hacia la maldita cárcel que teníamos por escuela.

—Aline. Aline. Aline. Aline. Aline. Aline.

Se me alzo una venita en la frente.

— ¡MIERDA QUÉ QUIERES LUCAS! —le grite ya frustrada con él.

—Ay dios, que sensible. ¿Qué tienes? —me pregunto mientras caminábamos por el pasillo.

—La marea roja… —murmure, un poco irritada.

— ¿Cómo? No te escuche.

—El mar rojo —dije un poco más alto para que él me escuchara.

— ¡TIENES EL PERIODO! ¡Jajajaja! —ahora si…

Apreté la mandíbula y, con toda la fuerza que tenía, estrelle a Lucas contra los casilleros, haciendo que cayera inconsciente en el suelo. Todo el mundo me miro sorprendido, y yo seguí caminando como si nada hacia mi salón de clases. Se lo merecía por idiota.

Al entrar, me encontré con Sara y Aria sentadas en el pupitre del profesor.

—Aline —dijeron al unísono las hermanas.

—Hola.

—Escuchamos que noqueaste otra vez a Lucas. ¿Cuál fue la razón ahora? —pregunto Aria con inocencia en su voz.

—Se burlo porque le dije que tenía la regla, así que lo estrelle contra los casilleros.

—Bueno, ejerciste mucha fuerza en eso —comento Sara.

— ¿Por qué lo dices?

—Porque está en la enfermería con la nariz rota, al igual que el labio y la ceja derecha —respondió Aria.

El Error del Ángel (Detenida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora