A unas cuantas cuadras de llegar a la casa de Hutch, ya se escuchaba la altísima música.
Esa era la fiesta.
Hutch Boston. Chico popular de la Academia ElBridge. Mucho musculo, nada de cerebro, no entendía como a Anne Marie podía gustarle ese chico. Bueno, entre idiotas se comprenden.
Al llegar a la mansión en donde se estaba dando la fiesta, pudimos ver que estaba hasta el techo de gente, y no era literalmente, había gente hasta en el techo; no me sorprendía, debían estar hasta arriba en alcohol y de coca o marihuana.
—Vaya vaya, así que siempre vinieron —dijo Hutch al vernos llegar. Rubio, ojos verdes y súper musculoso.
¿Qué pasaba con los rubios? Conocía a demasiados para ser verdad.
—Jamás nos perderíamos esta magnífica fiesta, y menos yo hermano —dijo Lucas, saludando al anfitrión como hombres que eran, primero la mano y luego los hombros. Nunca entenderé por que los machos pecho "peludo" hacían eso.
—No lo dudo de ti, pero éstas nenas... —nos miró de arriba hacia abajo y soltó un silbido— Déjenme decirles que están muy guapas —se acerco a Sara y la tomó por la cintura.
Ésta la miró con total repugnancia.
—Se agradece tus halagos, más no tus toqueteos —le dio un golpe en el pecho al chico que la había tocado y se alejo de él
—Uy, la gatita sacó sus uñas...
Sí, Hutch gustaba de Sara, pero ella lo aborrecía en su totalidad. Antes había intentado tirársela, pero ella lo mandó por un tubo y sin retorno alguno.
—Te sugiero que te alejes de mi hermana, no te gustara que ella te golpee enserio —le advirtió Aria, llevándose a su hermana a la pista de baile para mover un poco las caderas.
Yo hice lo mismo, dejando a Lucas con ese idiota. Esta noche nadie nos las iba a arruinar, ni siquiera...
Y en ese momento apareció la que tanto esperábamos: Anne Marie Samont. Llevaba lo que sabíamos que era una peluca, del color similar a su cabello, entre rubio y chocolate. Un mini traje de color negro y rojo más unos tacones negros, de diseñador. Siempre usaba de diseñador.
Miré a las chicas con una sonrisa diabólica y ellas asintieron.
—Busquen a Lucas y emborráchenlo, luego les diré los detalles del plan siniestro —junte mis manos cual villana de Disney.
¿Cuándo me había vuelto tan malvada? Sara y Aria fueron rápidamente donde Lucas y lo invitaron a bailar, moviendo sus caderas de forma sensual; cuando se lo proponían, podían ser las zorras más toca pelotas que podría existir en el mundo.
Luego lo llevaron a las bebidas y le echaron algo que pensé, era un tipo de droga sin que se diera cuenta, para ponerlo peor. Dios santísimo... Se las iba a cobrar con nosotras después.
Bien, el plan iba bien. Yo estaba desde la pista de baile observando todo sin que nadie supiera lo que estábamos ideando.
Me acerqué un poco hacia donde ellos estaban, para poder escucharlos.
—Vamos Lu, sólo es una cerveza. ¿Qué más podría ser? —Aria le extendió el vaso que llevaba la bebida endrogada mientras él la rechazaba.
—Emmm, no sé. Es que ustedes son tan ustedes que podrían matar a alguien poniéndole veneno en su bebida, y nunca se daría cuenta —un punto a su favor. Y no sabemos cómo, pero casi siempre tenía razón con lo que decía.
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El Error del Ángel (Detenida)
FantasyNunca pensé que mi vida fuera a dar un giro de 360°, y menos con el misterioso Julian Farrell en ella. Peligro, secretos, miedos, el pasado -mi pasado-, romance e intrigas, todo en el momento en el que llegó. Si simplemente hubiera sabido que las co...